El exilio cubano debate el futuro
17 organizaciones anticastristas firman en Miami un documento para consensuar el proceso de cambio pol¨ªtico en la isla
?Suavizar el embargo? Poco probable. ?Invadir la isla? Poco realista. ?Apoyar una revoluci¨®n armada? Depende. ?Convocar elecciones? Inmediatamente. ?C¨®mo hacerlo? Como sea.
Sumergirse estos d¨ªas en el coraz¨®n del exilio cubano de Miami es como lanzarse al mar en plena tormenta: el oleaje de ideas, propuestas y emociones arrecia con la fuerza acumulada en 47 a?os de espera.
Tras saltar a las calles de la peque?a Habana para celebrar la noticia de que Fidel Castro estaba enfermo y le hab¨ªa cedido provisionalmente el poder a su hermano Ra¨²l, hace una semana, el exilio hierve intentando decidir qu¨¦ pasos dar ante un escenario que ha dejado de ser una quimera.
Las organizaciones anticastristas discuten, se enfrentan, se contradicen y en lo ¨²nico en que parecen ponerse de acuerdo es en dos cosas: en su deseo de que Fidel Castro se muera cuanto antes y en que aceptar a Ra¨²l no es una alternativa viable. Todo lo dem¨¢s es incierto, incluido su propio futuro. Tras cuatro d¨¦cadas acumulando influencia pol¨ªtica en Estados Unidos, pronto tendr¨¢n que reinventarse si, eventualmente, la enfermedad del comandante y su cesi¨®n del poder se traduce, como todos vaticinan, en una apertura de la isla hacia la democracia. Pero, ?c¨®mo llegar hasta ella y participar en los cambios?
La Fundaci¨®n de Mas Canosa est¨¢ dispuesta a negociar con gente del propio r¨¦gimen
Las ideas y propuestas de los exiliados arrecian con la emoci¨®n de 47 a?os de espera
Quiz¨¢s el ejemplo m¨¢s claro del desorden a lo cubano que reina en el exilio, alimentado tambi¨¦n por el apag¨®n informativo sobre la salud de Castro y su evoluci¨®n hospitalaria, sea una frase pronunciada el pasado viernes durante la presentaci¨®n del documento Pilares para un consenso cubano, firmado por 17 organizaciones, incluida la m¨¢s poderosa, la Fundaci¨®n Nacional Cubano Americana (FNCA), o peque?os partidos como la Coordinadora Socialdem¨®crata, o grupos proderechos humanos como Agenda Cuba.
No era la primera vez que los firmantes del documento, que se definen como "un espacio plural de encuentro para la reflexi¨®n, conciliaci¨®n y concertaci¨®n", hac¨ªan p¨²blico un documento en el que exigen la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos cubanos como condici¨®n para la negociaci¨®n con el r¨¦gimen castrista y la transici¨®n no violenta y pactada hacia la democracia.
Los 17 puntos con los que aspiran a sentar los pilares del proceso de cambio pol¨ªtico en Cuba hab¨ªan sido presentados en 2005. Pero tras el se¨ªsmo provocado por los acontecimientos recientes, quer¨ªan volver a recordarlos. Sin embargo, sus representantes reconocieron que en la ¨²ltima semana no han dado ning¨²n paso concreto para reaccionar ante la primera posibilidad de transici¨®n real que se les presenta en 47 a?os. "Cada una de nuestras organizaciones act¨²a de forma individual" asegur¨® Roland J. Behar, de la Uni¨®n Liberal Cubana, quien espera llegar a ser candidato en unas elecciones libres en Cuba. Y en el colmo del surrealismo, se escuch¨®: "Respecto a los ¨²ltimos acontecimientos, en consenso no hemos llegado a ning¨²n consenso".
La frase no s¨®lo sorprendi¨® a la prensa. Miembros de la vetusta organizaci¨®n paramilitar Alpha 66, un vestigio del pasado que a¨²n aboga por desembarcar a lo rambo en la isla, se les echaron encima. "Ustedes no est¨¢n transmitiendo ning¨²n mensaje. Y en estos momentos el ¨²nico mensaje que hay que transmitir debe ser el de beligerancia", grit¨® en medio del encuentro Fran Odontarza, de la primera generaci¨®n de exiliados cubanos.
Odontarza pertenece a lo que en esta ciudad se define como talibanes de Miami. Los que no han muerto tienen m¨¢s de 70 a?os y siguen so?ando con la Cuba que se fue, sin intentar entender que el mundo ha cambiado y que la idea de atacar la isla para liberarla del comunismo no es lo que quieren la mayor¨ªa de los dos millones de cubanos en el exilio, que aspiran a una transici¨®n pac¨ªfica donde tampoco cabe ya la posibilidad de regresar exigiendo recuperar los bienes que nacionaliz¨® Castro.
Ese cambio de mentalidad tambi¨¦n se ha producido dentro de la FNCA, creada por Jorge Mas Canosa en los a?os ochenta. La organizaci¨®n, inspirada en los lobbies de presi¨®n jud¨ªos proisrael¨ªes, es la m¨¢s cercana al Gobierno estadounidense, acepta su financiaci¨®n e influye en sus decisiones hacia la isla, especialmente en relaci¨®n al embargo.
Jorge Mas Santos, hijo del fundador, fallecido en 1997, recogi¨® el testigo de su padre -con oscuras relaciones con el terrorista anticastrista Luis Posada Carriles, voluntariamente ignoradas por Estados Unidos-, pero trat¨® de adaptarlo a los vientos de cambio. Siendo uno de los empresarios m¨¢s ricos del exilio, se dio cuenta de que la imagen de intransigencia no les beneficiar¨ªa cuando la isla se abriera al mundo. Su acercamiento a los dem¨®cratas a finales de los noventa provoc¨® adem¨¢s la escisi¨®n del sector m¨¢s derechista del FNCA, liderado por Ninoska P¨¦rez, hija del ch¨®fer del derrocado dictador Batista. Ella fund¨® en 2001 el Consejo para la Libertad de Cuba, grupo que cuenta con el apoyo m¨¢s incondicional de los republicanos de Miami, liderados por Jeb Bush, gobernador de Florida.
Mas Santos est¨¢ dispuesto a negociar con gente integrada en el propio r¨¦gimen (siempre que no se apelliden Castro), algo inaudito en tiempos de Mas Canosa. Seg¨²n le dijo a este diario, "sabemos que existe un sector dentro de la c¨²pula militar cubana que no acepta a Ra¨²l como sucesor y que aspira a un Gobierno democr¨¢tico. Ellos pueden tener m¨¢s peso en el cambio que la disidencia porque son m¨¢s fuertes. Nosotros apoyaremos a quienes se opongan a una continuaci¨®n del r¨¦gimen, aunque sean parte del r¨¦gimen. Lo importante es acercarnos cuanto antes a la democracia. Despu¨¦s de esta semana, si Fidel est¨¢ vivo o muerto es irrelevante. Cuba ya ha entrado en un nuevo cap¨ªtulo y no hay marcha atr¨¢s".
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