El socorrista 'amateur'
Basta con echarle un vistazo para entender que es buena gente, amable, simp¨¢tico y tranquilo. La historia de este senegal¨¦s de 24 a?os ha emocionado a los alicantinos. Alassahi Sy, m¨¢s conocido como Alou, el pasado 13 de julio rescat¨® a una ni?a de siete a?os que fue mordida por un pez golfar mientras se ba?aba en la playa de San Juan en Alicante. "Actu¨¦ como cualquiera hubiera hecho; socorr¨ª a la ni?a sin pensarlo, porque otro d¨ªa me podr¨ªa pasar a m¨ª", recuerda Alou. El gesto del rescate de esta peque?a le cambi¨® por completo la vida. La subdelegada del Gobierno, Etelvina Andreu, tramit¨® de urgencia y de manera excepcional los permisos de residencia y trabajo, mientras el Ayuntamiento de Alicante aprob¨® una declaraci¨®n institucional de "gratitud" y le prest¨® ayuda para censarse. Adem¨¢s, desde el martes pasado tiene contrato, por un a?o, en una empresa constructora, y el jueves por la tarde empez¨® a entrenarse con sus compa?eros de trabajo en un equipo de f¨²tbol. La familia de la peque?a tambi¨¦n est¨¢ encantada con ¨¦l y no sabe c¨®mo agradecerle lo que hizo por su hija.
Los senegaleses encontramos en Espa?a gente amable y dispuesta a ayudarnos. Se ve que han vivido la emigraci¨®n
Actu¨¦ como cualquiera. Vi a una ni?a llorando, llena de sangre, y sin pensarlo me tir¨¦ al mar para sacarla
A pie de obra, sudando la camiseta y orgulloso de si mismo, Alou habla de su experiencia, de la inmigraci¨®n y de c¨®mo los senegaleses encuentran en Espa?a gente "amable, cordial y dispuesta a ayudarnos". Alou ha vivido el mes m¨¢s intenso y feliz de su vida. En ning¨²n momento pudo imaginar que un gesto "normal y corriente", como el de socorrer a una ni?a, tuviera tantas consecuencias. "Agradezco enormemente todo lo que me han dado", dice Alou, "y eso me confirma que en Espa?a, que han vivido la emigraci¨®n, ahora se dan cuenta de que se debe dejar paso a los que venimos".
Alassahi naci¨® en Dakar. All¨ª estudiaba y tambi¨¦n ayudaba a su padre de sol a sol en las tareas del campo, recogiendo naranjas o sembrando patatas. "Siempre he sido inquieto, he querido cambiar y so?aba con venir a Espa?a", recuerda al explicar c¨®mo consegui¨®, por unos 500 euros, un visado alem¨¢n para viajar en avi¨®n hasta Par¨ªs. Desde all¨ª, lleg¨® en tren a Barcelona, donde pas¨® unos d¨ªas hasta llegar a Alicante. "Aqu¨ª ten¨ªa alg¨²n amigo y conocidos. Me hab¨ªan dicho que hab¨ªa muchos senegaleses que me pod¨ªan ayudar", explica.
Cuando rescat¨® a la peque?a Luc¨ªa, llevaba apenas cuatro semanas intentando ganarse la vida vendiendo pareos, gafas de sol y gorras a los ba?istas de las playas de San Juan y El Postiguet. Con este trabajo ganaba unos 15 euros diarios. "Vi a una ni?a llorando, llena de sangre, y sin pensarlo dej¨¦ todo en el suelo y me tir¨¦ al mar para sacarla", explica Alou. Asegura que hab¨ªa m¨¢s gente pr¨®xima a la peque?a: "Nadie hizo nada, se quedaron quietos sin entender qu¨¦ pasaba". En aquel momento, a ¨¦l le vino a la mente la imagen de su hermana peque?a, de la misma edad que Luc¨ªa.
Despu¨¦s, la vida cambi¨®
Tras el rescate, el jueves 13 de julio al mediod¨ªa, Alou desapareci¨® durante todo el fin de semana. La agresi¨®n del pez le produjo a Luc¨ªa un desgarro en el brazo, el antebrazo y la mu?eca izquierda que requiri¨® una compleja intervenci¨®n quir¨²rgica de m¨¢s de cuatro horas. Alou pas¨® el fin de semana preocupado por la salud de la peque?a, a la que no hab¨ªa tenido tiempo de conocer. El lunes se acerc¨® a los socorristas de la Cruz Roja en la playa y pregunt¨® por ella. All¨ª le esperaban con impaciencia representantes del Ayuntamiento y los familiares de la ni?a para agradecerle el salvamento. "No me siento un h¨¦roe, en absoluto. Para m¨ª un h¨¦roe es alguien que hace algo que nadie puede hacer. Yo hice algo normal, lo que habr¨ªa hecho cualquiera". Sin embargo, su gesto ha tenido rango de haza?a en Alicante. "Conf¨ªo en que la gente, cuando vea a un inmigrante, se de cuenta de que somos normales que ayudamos a los dem¨¢s. Con eso estoy satisfecho", explica.
El joven socorrista amateur comparte piso en la zona de Campoamor de Alicante con otros compatriotas, pero desde finales de julio ya es ciudadano espa?ol. Adem¨¢s un constructor se empe?¨® en buscarle y darle trabajo. "Es entra?able. Ha empezado a trabajar en la obra esta semana y est¨¢ integrado con todos, se le ve feliz y orgulloso trabajando", cuenta Miguel ?ngel, responsable de la obra y una de las personas que m¨¢s ha luchado para que Alou tuviera un contrato laboral. Ahora trabaja de ocho de la ma?ana a siete de la tarde y cuenta que tiene muchos proyectos en mente. Es inquieto y le gusta cambiar. "Intento ser competente, haga lo que haga, y ahora estoy feliz porque con papeles uno puede trabajar y se siente normal, como los dem¨¢s", confiesa Alou. Sus grandes pasiones son los deportes, en especial el f¨²tbol, y la lectura. Este jueves empez¨® a entrenarse con el equipo de f¨²tbol de la constructora.
Sobre la inmigraci¨®n habla poco. Le da pena ver las im¨¢genes de los cayucos llegando a las Canarias, y asegura que los senegaleses, aunque el franc¨¦s sea una de sus lenguas, prefieren venir a Espa?a. "Francia nos coloniz¨® en el pasado, pero aqu¨ª hay m¨¢s trabajo y es m¨¢s f¨¢cil conseguir los permisos", explica Alou. ?l cada noche coge un diccionario de franc¨¦s-espa?ol para ir aprendiendo palabras sueltas y sentirse m¨¢s integrado. Esta historia con final feliz ha despertado el inter¨¦s del director de cine franc¨¦s Tony Gatlif, que pretende rodar una pel¨ªcula para convertir a Alou en protagonista de la gran pantalla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.