El gigante furioso del Puig Campana
Es una sierra ¨¢spera y rocosa, con una altura de 1.406 metros, que domina a las monta?as que la rodean: Ponoch, Orxeta, Castellet, la Serra Gelada... Es el Puig Campana, de vertientes esquivas y verticales. Para un excursionista experto como el escritor alcoyano Antoni Calero Pic¨®, partiendo de la Font del Mol¨ª (Finestrat) se puede tardar m¨¢s de nueve horas en coronar su cumbre. Acci¨®n que precisa experiencia; pero el esfuerzo lo vale. "Ofrece una vista en su mayor parte marina", relata Calero, "desde el Pe?¨®n de Ifach, que nos cierra el horizonte, hasta la bah¨ªa de Alicante, y mirando al noroeste todo un apretado panorama de monta?as".
En la cresta del Puig nos espera el Tajo, o cuchillada, de Rold¨¢n, con su corte perfecto y legendario. Incluso Gabriel Mir¨® dej¨® constancia del asunto: "Puig Campana es la sierra cincelada para Benidorm", escribi¨® en A?os y leguas, "y todav¨ªa qued¨® enmendada la obra reban¨¢ndole el filo en una hendidura de bordes siempre tiernos. Se le quit¨® lo necesario para que se viese un momento m¨¢s del d¨ªa. All¨ª subi¨® la an¨¦cdota caballeresca. Dicen que Rold¨¢n, enfurecido, raj¨® con su espada la l¨¢mina del monte".
Gabriel Mir¨®: "Dicen que Rold¨¢n raj¨® con su espada la l¨¢mina del monte"
Aunque se alza sobre Finestrat, el Puig Campana fue tallado para Benidorm. ?Para qu¨¦ Benidorm? Sig¨¹enza, el alter ego con di¨¦resis del escritor alicantino, "no ve¨ªa en Benidorm m¨¢s que Benidorm, sin m¨¢rmoles, sin nada cl¨¢sico. Benidorm sumergido entre azules perfectos. Una gracia, una felicidad inocente de claridades que, como la felicidad y la inocencia de los hombres, daba miedo que se rompiesen". Es un Benidorm de 1920. El man¨¢ del turismo estaba a punto de destrozar la "felicidad inocente" a cambio de que el pueblo comiera. Porque, como polemizaba con iron¨ªa Josevicente Mateo: "Benidorm, antes de que las playas solares fueran descubiertas, era un espejo clamante de la desolaci¨®n y la desesperanza" (Imagen de Alicante. Rema, 1967). Hoy es el primer destino tur¨ªstico de Europa y, como un circo de tres pistas, ejecuta el m¨¢s dif¨ªcil y el m¨¢s vertical todav¨ªa.
En la actualidad, sigue sin saberse a ciencia cierta por qu¨¦ estaba tan furioso Rold¨¢n, que algunos vinculan a la leyenda de la Chanson carolingia. En su versi¨®n po¨¦tica, nuestro descomunal caballero quiso alargar el d¨ªa y se lanz¨® a cortar la sierra para que el sol tardara en ponerse y mantener as¨ª con vida a su amada moribunda, condenada a perecer con la llegada de la noche. Despu¨¦s de arrancar el trozo a mandobles, el coloso Rold¨¢n lo arrastr¨® hasta el mar y form¨® con ¨¦l la isla de Benidorm. Otros ven en el tajo una base de aterrizaje para naves alien¨ªgenas. Todo se andar¨¢.
Seg¨²n parece, cuando aconteci¨® la leyenda, la gran roca no encontr¨® obst¨¢culos a trav¨¦s del humilde pueblo de pescadores. Hoy, para alcanzar el mar, Rold¨¢n tendr¨ªa que enfrentarse a otros gigantes de hormig¨®n y cristal, a una gran barrera de apariencia inexpugnable. Un ej¨¦rcito de colosos-rascacielos frente al gigante de la rondalla popular. Un combate desigual, sin duda, en el que Rold¨¢n quedar¨ªa desarmado al primer golpe de talonario y su espada terminar¨ªa convertida en la atracci¨®n estrella de un parque tem¨¢tico.
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