Peter Townsend, sin¨®logo y periodista brit¨¢nico

Peter Townsend, sin¨®logo brit¨¢nico, era un carism¨¢tico director de publicaciones de arte. Fruto de su inter¨¦s y de su experiencia directa en el remoto pa¨ªs amarillo perdura el libro China Phoenix, que public¨® en 1955, sobre los antecedentes y el estallido de la revoluci¨®n comunista. La comunidad art¨ªstica le reconoce, por otra parte, como el director que renov¨® la revista mensual Studio International y fund¨® m¨¢s tarde Art Monthly.

Naci¨® en Canterbury, en el sur de Inglaterra, en 1919, en el seno de una familia de ideas radicales. Su padre, dentista de profesi¨®n, fue un activista socialista. Uno de sus dos hermanos, William, apoy¨® a los republicanos durante la Guerra Civil espa?ola, y el otro, Robert, simpatiz¨® con el comunismo. ?l segu¨ªa cultivando su afici¨®n por China, que le llev¨® a aprender mandar¨ªn y varios dialectos del pa¨ªs. En 1939 hizo un curso de Historia en la Universidad de Oxford. Al a?o siguiente se declar¨® objetor de conciencia y en 1941 emigr¨® a China.

All¨ª colabor¨® con el movimiento de cooperativas industriales, habiendo antes prestado ayuda en hospitales y en el transporte de material m¨¦dico durante la invasi¨®n japonesa de China. Conoci¨® a los l¨ªderes revolucionarios, incluido Mao Zedong, con quien dialog¨® en una jornada de 1946, tres a?os antes de la proclamaci¨®n de la Rep¨²blica Popular China. A nivel personal, entabl¨® relaci¨®n con su futura esposa, Rose Yardumian, una periodista estadounidense de origen armenio que trabajaba en un rotativo en lengua inglesa. La pareja abandon¨® el revuelto pa¨ªs poco despu¨¦s. De vuelta en Inglaterra, tom¨® la direcci¨®n de la revista de arte Studio, que renov¨® con ¨¦xito y rebautiz¨® como Studio International.

Abundan las an¨¦cdotas sobre su estilo de gesti¨®n, aparentemente informal y con una tendencia a cerrar entrevistas y art¨ªculos de sus colaboradores en los pubs cercanos al British Museum, en el barrio de Bloomsbury, donde se ubicaban las oficinas de la publicaci¨®n. "Townsend ocultaba sus ideas y nunca ofrec¨ªa consejos. Escuchar era la clave de su genio como director", se?ala Tim Hilton en su obituario de The Guardian.

Agotada su etapa en la revista, fund¨® Art Monthly con el marchante de arte Jack Wendler. La relaci¨®n fue enfri¨¢ndose y en 1992 Townsend renunci¨® a su cargo y dej¨® la publicaci¨®n en manos de la siguiente generaci¨®n de profesionales.