C¨¢ndido, uno de los grandes
"No tengo dolores, pero me estoy extinguiendo", as¨ª hablaba, con la implacable lucidez de siempre, Carlos Luis ?lvarez C¨¢ndido cuando los colegas de la Asociaci¨®n de Periodistas Europeos le visitaban en su casa a finales de julio, antes de salir de vacaciones, sin saber que lo hac¨ªan por ¨²ltima vez. "Era uno de los grandes", dec¨ªa ayer al conocer la noticia un periodista que hab¨ªa coincidido con ¨¦l durante d¨¦cadas en la redacci¨®n del diario Abc. "Parece que s¨®lo se mueren los mejores", comentaba un enviado especial destacado estos d¨ªas en Beirut.
Carlos Luis hab¨ªa llegado a Madrid desde su Oviedo natal, en cuyo registro civil figura inscrito el 14 de enero de 1928, en los primeros a?os cincuenta para estudiar derecho y periodismo. En 1956 sent¨® plaza m¨¢s o menos precaria en el peri¨®dico de los Luca de Tena, cuando lo dirig¨ªa Luis Calvo quien, sabedor de que el reci¨¦n llegado quer¨ªa ser escritor, le dio dos encomiendas iniciales relativas a las inclemencias t¨¦rmicas y a los sucesos.
Estos inicios exc¨¦ntricos, el trato en aquella redacci¨®n con gentes atrabiliarias y cultas, su entrega a la lectura, su dedicaci¨®n a algunos maestros como Ram¨®n P¨¦rez de Ayala y la precariedad resultante, que le oblig¨® a depositar en una casa de empe?o su propia m¨¢quina de escribir, fueron algunos de los factores que terminaron por aguzar con m¨¢xima finura su talento natural.
En periodismo Carlos Luis, como los buenos del cante, supo tocar todos los palos. En aquella redacci¨®n del Abc de la calle de Serrano, de la que se fue para volver al menos tantas veces como Azor¨ªn, se ocup¨® de la meteorolog¨ªa, de los sucesos, de la cr¨®nica municipal, de la cr¨ªtica teatral, fue editorialista, enviado especial a la India y columnista de opini¨®n. All¨ª recibi¨® los m¨¢ximos premios del periodismo de entonces. En 1961 el Luca de Tena por un editorial y en 1976 el Mariano de Cavia.
Prefer¨ªa firmar con sus heter¨®ni-mos, sobre todo C¨¢ndido y algunas veces Arturo. Hizo para La Hoja del Lunes la cr¨®nica parlamentaria de las Cortes Constituyentes que nos dieron la Carta Magna de 1978. Pas¨® por la colaboraci¨®n en los diarios Pueblo y Arriba. Fue subdirector de la revista ?ndice y dirigi¨® la ¨²ltima etapa de la revista sat¨ªrica La Codorniz antes de sumarse al grupo inicial de Hermano Lobo junto a Chumy Ch¨²mez y El Roto. Tambi¨¦n escribi¨® de manera regular en el semanario Intervi¨² y casi hasta ayer mismo en el semanario Tiempo.
En 1981 Carlos Luis ?lvarez fue uno de los impulsores de la Secci¨®n Espa?ola de la Asociaci¨®n de Periodistas Europeos, de la que asumi¨®, desde su origen en la notar¨ªa de F¨¦lix Pastor Ridruejo hasta el d¨ªa de hoy, la Presidencia. Debates, cursos, seminarios, encuentros, aqu¨ª y en tantos otros pa¨ªses de nuestro continente, en Marruecos, en toda Am¨¦rica, han sido tribuna reiterada para sus reflexiones a prop¨®sito de la construcci¨®n de la unidad europea y de la libertad de expresi¨®n, coordenadas invariables de la APE.
Muchos a?os de trabajo, de discusi¨®n intelectual y de b¨²squeda de los apoyos necesarios para llevar a cabo todas esas convocatorias. Tambi¨¦n alg¨²n reconocimiento de primera magnitud, como cuando el Pr¨ªncipe de Asturias acept¨® la Presidencia de Honor que Carlos Luis le ofreci¨®. O cuando le fue concedida este mismo a?o la Medalla de Oro del Trabajo y la Gran Cruz del M¨¦rito Civil. Distinciones que le impusieron los ministros Jes¨²s Caldera y Miguel ?ngel Moratinos.
C¨¢ndido public¨® entre otros libros Un periodista en la dictadura en 1976 y Memorias prohibidas en 1995 para dejar testimonio l¨²cido, con elegancia y desgarro de unos a?os airados y aportar si hiciera falta la prueba de que la ola de memoria hist¨®rica que ahora nos invade viene de mucho m¨¢s atr¨¢s. A C¨¢ndido iremos para evitar que como repet¨ªa "la actualidad enmascare la realidad".
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