"Negarse a dialogar con Fidel o Ra¨²l es casi como ser mudo"
Para la Asociaci¨®n de Veteranos de la Brigada 2506, protagonistas de la invasi¨®n de Bah¨ªa Cochinos, Alfredo Dur¨¢n es simplemente "un agente castrista". Este abogado de 66 a?os fue expulsado de aquel grupo, del que fue presidente y desde el que represent¨® al exilio duro de Miami -que defend¨ªa y a¨²n defiende que a Fidel hay que arrebatarle el poder por la fuerza-, al transformarse en dialoguero. La palabra se utiliza despectivamente entre los cubano-americanos para definir a quienes abogan por negociar con el r¨¦gimen castrista. En 1993, Dur¨¢n fund¨® el Comit¨¦ Cubano por la Democracia, donde se agrupa parte del exilio moderado.
Pregunta. ?Cu¨¢l es el mayor mito del exilio de Miami respecto a Cuba?
"Abogamos por la soberan¨ªa nacional. No queremos que nadie interfiera"
Respuesta. Que aquello es una dictadura f¨¦rrea y que todos los cubanos est¨¢n en contra del sistema. Hay un porcentaje que est¨¢ a favor, por eso no se ven atentados. Si la polic¨ªa fuera tan feroz como en muchos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, aparecer¨ªan los muertos. En Cuba existe un factor que no existe en el resto del continente: no hay lucha de clases. La gente cree que son todos iguales, aunque no lo sean. Y muchos cubanos consideran que el protector de esa igualdad es el Gobierno.
P. ?Cu¨¢l es exactamente su propuesta para la isla?
R. Abogamos por la soberan¨ªa nacional cubana. No queremos que nadie interfiera en su proceso pol¨ªtico, ni el Gobierno estadounidense ni el exilio. Tiene que llegar a una culminaci¨®n por s¨ª solo. Y presionamos a Washington para que se levante el embargo. Para Cuba el embargo es un acto de guerra, y un pa¨ªs en guerra toma acciones extraordinarias como suspender derechos civiles, meter a la gente presa, limitar la libertad de prensa...
P. ?Si el embargo se levantara, ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil el cambio pol¨ªtico?
R. Le quitar¨ªamos al Gobierno de Cuba la justificaci¨®n de sus fracasos. Tendr¨ªa que lidiar con sus problemas, sin tener a quien echarle la culpa. En Cuba, la educaci¨®n, la salud, la poca criminalidad son admirables. Pero faltan dos cosas: derechos civiles y esperanza para la juventud. Hay una juventud muy educada que no tiene nada que hacer y ¨¦sa es la inmigraci¨®n de ahora, llena de desesperanza. Eso hay que resolverlo.
P. ?Qui¨¦n le asegura que dentro del Gobierno cubano se est¨¢n planteando esos cambios?
R. Es pura l¨®gica, los cubanos que van a tomar las riendas del destino de Cuba no pueden pensar igual que los hist¨®ricos de Sierra Maestra. Al socialismo cubano hay que a?adirle la palabra democr¨¢tico. Cuando desaparezca la figura dominante de Fidel Castro y se enfrenten al gran vac¨ªo que nadie puede llenar, esa palabra va a surgir, es inevitable. Ra¨²l Castro tiene 75 a?os, su proyecto pol¨ªtico s¨®lo puede ser corto. Es ¨¦l quien abrir¨¢ las puertas a toda una generaci¨®n que sustituir¨¢ a los hist¨®ricos y que obligatoriamente tendr¨¢ que insertarse en el siglo XXI. Y eso provocar¨¢ un proceso de di¨¢logo que tendr¨¢ que incluir tambi¨¦n al exilio.
P. Pero los grupos del exilio m¨¢s influyentes, como la Fundaci¨®n Nacional Cubano-Americana ya han dicho que no dialogar¨¢n con Ra¨²l Castro...
R. Esa teor¨ªa est¨¢ equivocada desde la base. No se puede entablar una negociaci¨®n si no se habla con los que son realmente capaces de negociar, y ahora mismo los ¨²nicos con los que se puede hablar en Cuba son Fidel o Ra¨²l. Negarse a ello es, casi, como ser mudo. Pero yo creo que se acabar¨¢n acoplando al proceso de di¨¢logo porque en realidad todos est¨¢n interesados en hacer negocios con Cuba.
P. ?Por qu¨¦ se hizo dialoguero?
R. La ca¨ªda de la URSS era una oportunidad demasiado valiosa para desperdiciarla. La primera vez en la historia pol¨ªtica de Cuba que ning¨²n pa¨ªs ten¨ªa influencia sobre la isla, ni Espa?a, ni EE UU, ni Rusia. El momento para resolver el problema entre cubanos, de forma pac¨ªfica, buscando el di¨¢logo y la reconciliaci¨®n entre los de aqu¨ª y los de all¨ª. Nadie quiere ver en Cuba una matanza como la de Oriente Pr¨®ximo.
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