Inspectores del comportamiento buscan sospechosos en los aeropuertos

El hombre se acerca al puesto de control de Dulles, el aeropuerto de Washington. Deja su mochila al suelo y vuelve a recogerla; se toca el ment¨®n con los dedos; frota alg¨²n objeto en sus manos. Dos agentes de la Administraci¨®n de la Seguridad de los Transportes se quedan a su lado, de pie y silenciosos, mir¨¢ndole fijamente. Se dirigen hacia el hombre, intercambian algunas palabras con ¨¦l y le llevan r¨¢pidamente a una oficina para un registro intenso. Otro pasajero acaba de toparse con los agentes de detecci¨®n de comportamiento.

Inspir¨¢ndose en las t¨¦cnicas de seguridad de los aeropuertos israel¨ªes, la agencia de seguridad estadounidense est¨¢ experimentando un nuevo equipo de agentes que no buscan bombas, pistolas o pu?ales, sino a personas malintencionadas.

De momento, esos profesionales, que han recibido una formaci¨®n especial, s¨®lo operan en una docena de aeropuertos a trav¨¦s del pa¨ªs, y representan una peque?a parte de los 43.000 vigilantes. Pero desde la trama terrorista frustrada en Londres la semana pasada, las autoridades de los aeropuertos quieren contar con centenares de expertos en detecci¨®n de comportamiento, presentes en la mayor¨ªa de los grandes aeropuertos de EE UU antes de que acabe el a?o.

Aunque el programa lleva poco tiempo, ya ha suscitado una serie de protestas. Varios especialistas en derechos civiles afirman que este programa puede derivar hacia una forma de discriminaci¨®n racial. Adem¨¢s, dos de los principales promotores de las t¨¦cnicas empleadas, un agente de seguridad israel¨ª retirado y un psic¨®logo de San Francisco, llegaron a criticar el desarrollo del programa por la agencia, porque seg¨²n afirman, no da importancia suficiente a las entrevistas posteriores con los sospechosos.