Madres siempre trabajadoras

Leo con inter¨¦s el editorial de su diario titulado Madres m¨¢s trabajadoras. Acudo a ¨¦l con la ilusi¨®n de encontrar el siempre agradecido reconocimiento de quien, por fin, valora el trabajo que decenas de miles de mujeres realizan en su hogar. Entre ellas, mi madre. Por desgracia, me encuentro con que el concepto de "madre trabajadora" se aplica s¨®lo a quienes reciben una remuneraci¨®n.

Entiendo que durante mucho tiempo un tipo de organizaci¨®n social imped¨ªa a las mujeres la libertad de recibir una formaci¨®n y poder as¨ª cooperar al progreso de la sociedad tambi¨¦n desde lugares m¨¢s visibles y atractivos. La falta de independencia econ¨®mica era tambi¨¦n causa de injusticias en el seno de algunos matrimonios. Sin embargo, fomentar esa libertad efectiva ha de implicar el reconocimiento del resto de mujeres que trabajan sin remuneraci¨®n.

Al menos, desde estas l¨ªneas me gustar¨ªa realizar un homenaje a todas esas madres que con infinito amor y con absoluta libertad han elegido trabajar a tiempo completo en la educaci¨®n y en el cuidado de sus hijos. Ellas son la primera Seguridad Social, y lo son con el plus insustituible del cari?o. Los que hemos tenido la suerte de poder contar con su compa?¨ªa, aunque eso supusiera un mayor ahogo econ¨®mico para la familia, somos conscientes de la huella que a trav¨¦s de sus hijos est¨¢ dejando en el mundo. Una labor discreta pero de primera categor¨ªa.