El notario de la realidad

CONTEMPLAR LA NUEVA entrega de Francisco Peinado, sesenta obras que muestra en M¨¢laga bajo el t¨ªtulo King Kong y sus mu?ecas, es como darse una zambullida en la triste realidad y descubrir que, entre la crudeza del mundo que retrata, el artista deja un resquicio para la ternura y la esperanza. Peinado (M¨¢laga, 1941) se ha convertido en una especie de notario de las penurias humanas. Sus im¨¢genes conmueven al espectador por su cercan¨ªa, porque para construirlas acude a su propia biograf¨ªa y utiliza los objetos que le rodean, cualquier material o elemento con el que Peinado convive en su casa-estudio de Alhaur¨ªn de la Torre (M¨¢laga) puede acabar en una de sus obras. "Yo no salgo de mi casa para hacer estas cosas, todo est¨¢ all¨ª", apunta Francisco Peinado, quien emigr¨® a Brasil con sus padres cuando ten¨ªa 11 a?os y se form¨® en S?o Paulo hasta los 22 a?os. Tanto es as¨ª que entre las obras seleccionas pueden verse zapatos de su ex mujer, en la instalaci¨®n Mam¨¢, ?por qu¨¦?, o pelos de su perro, pegados en varios de los diez collages de 2002 que presenta en cajas de formato alargado como Minifalda, Rasput¨ªn o Cultivador de animales.

Guerra, pobreza, soledad, enfermedad o violencia contra la mujer son algunos de los temas que el artista traduce a su lenguaje, un expresionismo plagado de im¨¢genes on¨ªricas en el que no falta la iron¨ªa, ni el humor negro. Las obras que re¨²ne King Kong y sus mu?ecas, que se inaugur¨® el primero de agosto en el Museo Municipal de M¨¢laga y permanecer¨¢ abierta hasta el 1 de octubre, se exhiben por primera vez y m¨¢s de la mitad son ¨®leos sobre lienzo de gran formato (200 - 250 cent¨ªmetros). Para el artista, que a sus 65 a?os y tras superar una grave enfermedad atraviesa uno de sus momentos m¨¢s prol¨ªficos, esta muestra es la m¨¢s importante de cuantas ha realizado. No s¨®lo por la cantidad -70 entre pintura, escultura, dibujo e instalaciones- y el gran formato de muchas de las piezas, sino tambi¨¦n porque todas son in¨¦ditas.

La exposici¨®n, comisariada por Fernando Mart¨ªn Mart¨ªn, re¨²ne obras fechadas entre 1998, como La ducha, y 2006. "Aunque la muestra se plantea como la continuaci¨®n de Imagen de guerra, que pudo verse en estas mismas salas el a?o pasado, y en ella retoma sus elementos iconogr¨¢ficos m¨¢s caracter¨ªsticos, lo importante es el sentido experimental que tiene su pintura, tanto en la forma como en los temas", asegura el comisario.

A pesar de poseer un lenguaje propio muy caracter¨ªstico, Peinado sigue sorprendiendo al espectador con planteamientos tan atrevidos como Mujer acosada (2003), una pieza casi monocroma en la que el rojo intenso de la sangre encierra a una mujer, o Paisaje (2005), un lienzo de colores suaves, casi vaporosos, que no tiene nada que ver con su producci¨®n anterior.