Par¨ªs-M¨¢laga
Par¨ªs-M¨¢laga. Ni horario, ni fecha, ni compa?¨ªa a¨¦rea, no estamos hablando de un vuelo comercial ni tampoco de un charter. Existir¨¢ la l¨ªnea, por supuesto; incluso alguno de los corredores que toman parte en esta Vuelta lo habr¨¢n tomado para llegar hasta aqu¨ª, seguro, pero no, yo hablo de algo bien diferente.
Par¨ªs fue (inevitablemente, no pod¨ªa ser de otra manera) el final del Tour de Francia. Un Tour que comenz¨® en tormenta y termin¨® en calma, una calma que no hac¨ªa sospechar la nueva tormenta que se avecinaba. Comenz¨® con la Operaci¨®n Puerto y termin¨® con una fant¨¢stica victoria de Landis que devolv¨ªa as¨ª la credibilidad a un deporte en entredicho. Eso cre¨ªamos. El espect¨¢culo, adem¨¢s de cautivarnos, nos hab¨ªa convencido. Pero la calma dur¨® poco; adem¨¢s de et¨¦rea fue ficticia, un golpe bajo en muy mal momento. Fue algo as¨ª como cuando parece que un beb¨¦ deja de llorar cuando lo que en realidad est¨¢ haciendo es coger aire para llorar a¨²n m¨¢s fuerte.
Par¨ªs ahora es un recuerdo. Para muchos, pero tambi¨¦n para enamorados y ciclistas (incluso para alguno que cumpla las dos circunstancias). Que sea bueno o no, eso ya depende de cada uno. All¨¢ cada cual con sus fantasmas. Par¨ªs es un recuerdo presente, pero tenemos que pensar que es el pasado, mientras que M¨¢laga es el presente y el comienzo del futuro, dos papeles en uno.
M¨¢laga es el punto de partida este a?o de la Vuelta Ciclista a Espa?a. Una nueva oportunidad que tenemos (los ciclistas y el ciclismo en general) de reivindicar nuestro deporte, de devolver a los aficionados la confianza perdida y de dejar de enga?arnos entre nosotros mismos. De lo que suceda en las pr¨®ximas tres semanas podremos concluir si de verdad estamos en el buen camino, o si hemos vuelto a desaprovechar una oportunidad m¨¢s. Espero que sea lo primero, porque nuestro cr¨¦dito se est¨¢ agotando y estamos ya en un nivel entre lo cr¨ªtico y lo irrecuperable. Quiz¨¢ a pesar de todo, a¨²n no sea demasiado tarde. Yo desde luego cada vez respeto m¨¢s a esos aficionados que (con la que est¨¢ cayendo) a¨²n se acercan a las cunetas para darnos un grito de ¨¢nimo.
En fin... que voy a lo que voy. Que escribo esto a media tarde, cuando lo l¨®gico es que lo hiciese despu¨¦s de correr, pero saliendo como salimos a las 20.22 dif¨ªcil -cuando no imposible- me lo ponen. Cosas del espect¨¢culo. Una contrareloj por equipos de tan s¨®lo 7 kil¨®metros, un experimento curioso cuando menos. Veremos qui¨¦n es el primer l¨ªder, pero ya aviso que puede ser cualquiera.
Cuando lean esto Par¨ªs-M¨¢laga ya es pasado. El Tour ya termin¨® y la Vuelta ya ha empezado. Ahora lo que importa es M¨¢laga-Madrid, un largo camino de tres semanas en el que esperamos no encontrarnos m¨¢s dificultades que las que aparecen en el libro de ruta. Que no son pocas, por cierto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.