Villepin pone en marcha un plan social antes de las elecciones

El primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, ha puesto en marcha una serie de medidas destinadas a paliar "el malestar que sienten muchos de nuestros compatriotas en relaci¨®n con sus ingresos". Concretamente, intenta reflotar el poder adquisitivo de los menos afortunados, una de las quejas que m¨¢s reflejan las encuestas. El Ejecutivo conservador establecer¨¢ un cheque de transporte y duplicar¨¢ el importe de la Prima Por el Empleo (PPE), una desgravaci¨®n anual destinada a compensar a los trabajadores que menos cobran.

Tras un fin de semana dominado por los socialistas y sus batallas internas, Villepin aterriz¨® el lunes por la noche en el telediario de m¨¢xima audiencia para recordar a los franceses que el Ejecutivo conservador tambi¨¦n estrena curso pol¨ªtico y se preocupa de sus cuitas. El primer ministro anunci¨® el lunes medidas econ¨®micas casi en forma de regalo. El cheque de transporte para aquellas personas que cobran el salario m¨ªnimo y deben realizar desplazamientos importantes podr¨¢ alcanzar hasta los 200 euros anuales para quienes utilizan los transportes p¨²blicos y 100 para los que se mueven en su veh¨ªculo privado. M¨¢s importante es la anunciada subida de la PPE, una subvenci¨®n implantada por el Gobierno socialista de Lionel Jospin (1997-2002) destinada a incentivar la vuelta a la vida laboral de los parados. La relativa generosidad del subsidio de desempleo franc¨¦s y las numerosas ayudas y descuentos que reciben quienes se encuentran en el paro provoca la paradoja de que a algunos no les sale a cuenta aceptar determinados trabajos. Gracias a la PPE, a muchos franceses les resulta rentable dejar de recibir las prestaciones de desempleo. El tope m¨¢ximo de esta prestaci¨®n es ahora de 538 euros anuales -aunque la percepci¨®n media es de 295- y Villepin pr¨¢cticamente lo duplicar¨¢ hasta 940 euros, lo que corresponde a una mensualidad de salario m¨ªnimo. Tambi¨¦n unos 80.000 estudiantes con pocos recursos se beneficiar¨¢n de una ayuda de 300 euros al abandonar la casa de sus padres.

Estos regalos, justo cuando empieza el curso pol¨ªtico que desembocar¨¢, en primavera, en unas elecciones presidenciales y otras legislativas, han levantado cr¨ªticas entre la oposici¨®n y los sindicatos. Pero la derecha conservadora, aparentemente resignada a que su candidato al palacio del El¨ªseo sea el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, est¨¢ decidida a basar su campa?a en el bienestar del bolsillo de los ciudadanos.

Con todo, Villepin asegur¨® que seguir¨¢ "hasta el ¨²ltimo d¨ªa" al frente del Ejecutivo y evit¨® desvelar si ser¨¢ candidato. Y paralelamente, el ex primer ministro Alain Jupp¨¦, uno de los fundadores de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) y fiel amigo del presidente Jacques Chirac, ha vuelto a situarse en el ruedo pol¨ªtico.

Jupp¨¦, que fue condenado por financiaci¨®n ilegal de partido pol¨ªtico, debi¨® abandonar todos sus cargos: el de diputado y tambi¨¦n el de alcalde de Burdeos. Ha estado un a?o dando clases en Montreal (Canad¨¢) y esta semana ha vuelto con todos los honores. La mayor¨ªa conservadora del Consistorio de Burdeos ha dimitido para permitir la convocatoria de nuevas elecciones que devolver¨ªan a Jupp¨¦ la vara de alcalde, una exigencia en Francia para cualquier presidenciable que se precie.