Silverio P¨¦rez, 'El Fara¨®n de Texcoco', decano de los toreros
Su forma de torear rompi¨® con los c¨¢nones de los a?os cincuenta
Silverio P¨¦rez, el decano de los matadores de toros y figura nacional en M¨¦xico, falleci¨® la madrugada de ayer. Por su estilo y sencillez, Silverio P¨¦rez, a quien llamaban El Fara¨®n de Texcoco, ha sido el torero m¨¢s querido por la afici¨®n y el pueblo mexicano. Pero lo importante de El Fara¨®n de Texcoco no fue el haber sido figura del toreo en la d¨¦cada de los cuarenta y cincuenta, ni el n¨²mero de corridas en las que actu¨® (372). Lo trascendental fue su aportaci¨®n a la tauromaquia, en la perfecci¨®n del temple y que su forma de torear rompi¨® con los c¨¢nones de esa ¨¦poca.
Silverio interpretaba el toreo adelantando el enga?o y jalando al toro, cosas impracticables en esa ¨¦poca. Al embarcarlo le daba el m¨ªnimo espacio para que la res brava fuera prendida del capote o la muleta sin tocarlo. As¨ª, alargaba dram¨¢ticamente el tiempo, que es el gran riesgo en el trazo de la suerte, y al ejecutarlas acompasadamente le daba una nueva dimensi¨®n al temple. Adem¨¢s, reduc¨ªa de una manera incre¨ªble el ¨¢mbito entre astado y torero, formas que en ese tiempo eran desconocidas. Sobre todo, con corn¨²petas cuya fiereza y violencia no estaba reducida como en la actualidad. Hasta hoy, nadie ha superado la dram¨¢tica realizaci¨®n de sus art¨ªsticas chicuelinas, sus derechazos y trincherazos.
Silverio P¨¦rez, en 1935, con 20 novilladas, viaj¨® a Espa?a y actu¨® con ¨¦xito en 16 festejos, uno de ellos en la plaza de Tetu¨¢n, alternando con Manolete. Regres¨® a M¨¦xico en 1936 a causa del primer boicot contra la torer¨ªa mexicana. Con 50 novilladas tom¨® la alternativa en la ciudad de Puebla el 6 de noviembre de 1938 de manos de Ferm¨ªn Espinosa Armillita, siendo el testigo Paco Gorraiz con un encierro de La Punta. La confirm¨® en el Toreo de la Condesa el 11 de diciembre, siendo otra vez su padrino Armillita y el testigo Ferm¨ªn Rivera con ejemplares de La Laguna. Al a?o siguiente, hizo una campa?a triunfal de 25 corridas en Portugal y la prensa lusitana dijo de ¨¦l "que deten¨ªa la embestida del toro para luego despacio hacer un largo recorrido en el pase".
El duende del texcocano empez¨® a ser leyenda cuando en la temporada 1939-1949 inmortaliz¨® a Pizpireto de La Punta, Modelo de Coaxamalucan y Gitano de Rancho Seco; en la 40-41 a Traguito de Torrecilla, Guitarrista y Cantinero de San Mateo; en la 41-42 Zapatero de Torrecilla, Pescador y Mandar¨ªn de Piedras Negras y Peluquero de Carlos Cuevas; en la 42-43 a Mosquitero de San Mateo, Bullanguero y Tanguito de Pastej¨¦; Caraba de La Punta, Ambulante de San Diego de los Padres y Cocotero de Torrecilla; en la 43-44 a Azulito de Torrecilla y Cirilo de Matancilla; en la 44-45 a Escultor de Torrecilla; en la 45-46 a Tirano de La Laguna, Canta Claro y Barba Azul de Torrecilla; en la 49-50 a Tallador y Porte?o de La Laguna.
La tarde del 31 de enero de 1943 fue tal la emoci¨®n del finado m¨²sico poeta Agust¨ªn Lara al presenciar la faena de El Fara¨®n de Texcoco a Tanguito, que adem¨¢s de cortarle las orejas y el rabo dio ocho vueltas al ruedo y motiv¨® que el m¨²sico poeta le compusiera el pasodoble Silverio P¨¦rez.
Se despidi¨® de los ruedos el 1 de marzo de 1953 en la gran Plaza M¨¦xico.
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