Un gesto de censura

Tal vez lo m¨¢s suave que puede decirse sobre la pol¨ªtica actual de la Generalitat Valenciana es que est¨¢ ensimismada. Encerrado en la jaula de hierro de la autocomplacencia y envuelto en una ret¨®rica de tonos victimistas, la acci¨®n m¨¢s coherente del Consell estos ¨²ltimos meses es la declaraci¨®n del parque natural del Turia, algo que, como todo el mundo sabe, no cuesta dinero dado que en la tradici¨®n reciente del departamento de Territorio los parques naturales son figuras de escaso presupuesto que permiten, a veces, tocar las narices del Gobierno central poniendo obst¨¢culos a algunas obras p¨²blicas.

Impuso desde el principio de una legislatura engorrosa el presidente Francisco Camps, en la l¨ªnea general de su partido, un discurso pol¨ªtico tan enf¨¢tico para justificar los hitos triunfalistas de una pol¨ªtica mediocre que el desgaste progresivo de su credibilidad no ha logrado activar correcci¨®n alguna. Y eso pese a que obtiene menos rendimiento de la propaganda populista cuanto mayor es el desorden que acumula una gesti¨®n r¨ªgida y sin sutilezas, escandalosamente desbocada en ¨¢mbitos como el urbanismo.

Incorporada ya a la rutina colectiva la corrupci¨®n que se amontona sobre cargos p¨²blicos del PP de Castell¨®n, Torrevieja, Orihuela o Alicante sin que nadie se atreva a mandarlos al vestuario antes de que los sienten a la fuerza en el banquillo, el episodio m¨¢s clamoroso de la incapacidad para evitar que se conviertan los errores en combustible de descontento y descr¨¦dito ha sido, sin embargo, la estampida ante la tragedia del metro de Valencia. Daba verg¨¹enza ajena escuchar los argumentos de los populares al eludir despavoridos un ejercicio imprescindible de esa ejemplaridad en la vida p¨²blica que Javier Gom¨¢ argument¨® en un premiado ensayo y que, en teor¨ªa, deber¨ªa ser virtud para el conservadurismo democr¨¢tico.

Un panorama pol¨ªtico tan espeso propicia sin duda que la oposici¨®n mueva ficha al inicio de un curso electoral como el que ahora estrenamos. El l¨ªder socialista Joan Ignasi Pla quiere defender una moci¨®n de censura contra Camps en las Cortes a unos meses de que se abran las urnas. Sabe que tendr¨¢ munici¨®n abundante para arremeter contra el PP. Su reto es transmitir a la opini¨®n p¨²blica la sensaci¨®n de que protagoniza algo m¨¢s que un gesto, la promesa cre¨ªble de que toca a su fin tanta charlataner¨ªa.