Contra viento y marea

Es dif¨ªcil sobreponerse a mayor infortunio. Apenas un d¨ªa antes de la celebraci¨®n de su jornada m¨¢s lustrosa, la organizaci¨®n del Festival de Alaqu¨¤s tuvo que lidiar con la injustificada suspensi¨®n, confirmada v¨ªa telef¨®nica, de los conciertos de Super Furry Animals (estos por segundo a?o consecutivo) y The Raveonettes. Con el tiempo de reacci¨®n limitado a menos de 24 horas, y tras sopesar la cancelaci¨®n de la mitad de su programaci¨®n, finalmente los catalanes Ojos de Brujo y No Way Out fueron in extremis los encargados de cubrir el hueco y completar un cartel ya descompensado sin soluci¨®n. El imprevisible trueque, no obstante, result¨® bastante menos traum¨¢tico de lo previsto, a tenor de la ejemplar aceptaci¨®n por parte del p¨²blico de unas modificaciones tan sustanciales.

El viernes, los valencianos Twelve Dolls incidieron en las virtudes de un cancionero de enorme proyecci¨®n, compensando su biso?ez con buenas dosis de actitud al servicio de una propuesta regeneracionista que deber¨ªa encontrar f¨¢cil acomodo -esto es, sello editor-en estos tiempos tan proclives al mal llamado fashion rock.

Mucho m¨¢s empaque tuvo lo de Lori Meyers, instalados en una progresi¨®n sobre los escenarios que magnifica su firme anclaje entre el rock independiente de los 90 y el legado de los 60.

Batidora de mestizaje

Ojos de Brujo, como excepcional banda de directo que son, cumplieron, pese a accionar su batidora de mestizaje ante un p¨²blico que no era el suyo.

Y el rocoso -aunque previsible- punk rock de filiaci¨®n californiana del grupo de barceloneses No Way Out cerr¨® la jornada, extra?a y dispar debido al urgente cierre de su programa.

M¨¢s homog¨¦neos fueron los primeros compases del s¨¢bado noche, con los murcianos Second exhibiendo la robusta densidad de su temario, bien articulada aunque muy deudora de la d¨¦cada de los ochenta, y con unos Posies tan vehementes en su fervor expresivo que a veces maltratan su espl¨¦ndido cancionero pret¨¦rito (Dream All Day, Precious Moments, Solar Sister).

M¨¢s tarde, un mermado Josele Santiago comand¨® a Los Enemigos en un concierto de imponente oficio y ac¨²stica, en el que fueron cayendo, de forma tan deslavazada como las circunstancias impon¨ªan, los cl¨¢sicos de su debut de hace ya 20 a?os junto a versiones a?ejas como las de Fats Domino, Rufus Thomas o Beatles.