Un turista brit¨¢nico muere en un atentado en el centro de Amm¨¢n
El Gobierno jordano relaciona el ataque con su apoyo a la lucha contra el terrorismo
Al grito de "Al¨¢ es grande", un hombre jordano mat¨® a tiros a un turista brit¨¢nico en el centro de Amm¨¢n, junto al anfiteatro romano, e hiri¨® a seis m¨¢s de diversas nacionalidades. El Gobierno no admite dudas: se trata de minar la seguridad del Estado por su compromiso en la lucha contra el terrorismo, seg¨²n afirm¨® el ministro del Interior, Eid al Fayez. Se ignora si el agresor, que fue detenido, actu¨® en solitario o pertenece a alguna organizaci¨®n.
Alrededor del mediod¨ªa, Nabil Ahmed, un hombre pr¨®ximo a los 40 a?os, sac¨® una pistola del bolsillo y comenz¨® a disparar al grupo de extranjeros que visitaban uno de los muy escasos lugares tur¨ªsticos de inter¨¦s de Amm¨¢n. Testigos citados por la agencia Reuters aseguraron que el terrorista dispar¨® al menos 12 balas y trat¨® de esconderse entre la multitud que abarrotaba los zocos y calles adyacentes, llenas de peque?os comercios, antes de ser detenido. Un ciudadano brit¨¢nico result¨® muerto. Otros dos brit¨¢nicos, un holand¨¦s, un neozeland¨¦s, un australiano y el gu¨ªa jordano que acompa?aba a los turistas fueron heridos.
"Averiguaremos pr¨®ximamente si se trata de acto solitario o si este individuo es miembro de una c¨¦lula terrorista", asegur¨® el primer ministro, Maruf al Bajit, en el hospital en el que eran atendidos los visitantes. De lo que caben pocas dudas es de que el ataque afectar¨¢ a la industria tur¨ªstica, un sector que el Gobierno cuida con mimo. "No hay duda de que estamos ante un acto terrorista que tiene el objetivo de afectar a la seguridad del Estado porque Jordania lucha contra el terror. Esto no nos disuadir¨¢ de continuar esta batalla", asever¨® el responsable de Interior de un pa¨ªs en el que la presencia del Ej¨¦rcito y de la polic¨ªa en las calles es apabullante.
S¨®lo trascendi¨® que el agresor es originario de Zarqa, una ciudad a 40 kil¨®metros de la capital jordana de donde era natural Abu Musab al Zarqaui, el jefe de Al Qaeda en Irak aniquilado meses atr¨¢s y que ten¨ªa en su punto de mira al r¨¦gimen jordano. No perdon¨® Al Qaeda las estrechas relaciones en materia de seguridad que el Ejecutivo de Amm¨¢n mantiene con Israel desde que ambos pa¨ªses firmaran un acuerdo de paz en 1994.
De hecho, el pasado 9 de noviembre, varios terroristas suicidas procedentes de Irak, entre ellos un matrimonio -cuya esposa pudo ser detenida al no explotar la carga que llevaba adherida al vientre-, perpetraron una matanza en tres lujosos hoteles c¨¦ntricos de Amm¨¢n. Cincuenta y siete personas de 10 nacionalidades perecieron entonces en el peor atentado terrorista sufrido por el reino hachem¨ª. Se trat¨® de la m¨¢s grave explosi¨®n de violencia en el reino desde que en 1970 el Ej¨¦rcito jordano se enfrentara a las milicias de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), que desafiaron abiertamente la autoridad del rey Husein durante el llamado Septiembre Negro. Pero los atentados contra los hoteles tambi¨¦n pusieron de manifiesto la eficacia de los cuerpos policiales, que en pocos d¨ªas descubrieron la identidad de los terroristas y detuvieron a la mujer que fall¨® a la hora de hacer estallar los explosivos.
Contagio del extremismo
El Gobierno del rey Abdal¨¢ es consciente de que el pa¨ªs, de cuyos cinco millones de habitantes dos tercios son de origen palestino, puede ser un escenario ideal para el contagio del extremismo islamista. En especial temen que los Hermanos Musulmanes, el partido mejor organizado de Jordania, puedan beneficiarse del triunfo electoral de Ham¨¢s en los territorios palestinos ocupados.
Es ese miedo el que ha conducido a los dirigentes jordanos a sumarse al boicoteo de la Autoridad Nacional Palestina encabezada por el islamista Ismail Haniya. Los bancos jordanos se unieron al bloqueo financiero del Gobierno palestino e impiden que las transferencias lleguen a los bancos en Cisjordania y Gaza. Si se pregunta en las calles de la franja mediterr¨¢nea por la opini¨®n que merecen la monarqu¨ªa jordana y el r¨¦gimen egipcio -¨²nicos pa¨ªses que han firmado acuerdos de paz con el Estado jud¨ªo- es dif¨ªcil no escuchar exabruptos.
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