Europa cruza el Rubic¨®n
La llamada Pol¨ªtica Europea de Vecindad ha sido hasta el momento algo curioso. En la Uni¨®n Europea se habla mucho de ella, pero ha tenido pocos efectos pr¨¢cticos. Se dise?¨® como alternativa al n¨²mero cada vez mayor de rondas de ingreso, en las que se ve¨ªan involucrados, por ejemplo, los pa¨ªses del sur del C¨¢ucaso. Pero la guerra en L¨ªbano y sus consecuencias han causado un cambio s¨²bito y fundamental en el tranquilo desarrollo de esta pol¨ªtica. El conflicto ha sido una violenta manera de recordar a la Uni¨®n Europea que tiene "intereses estrat¨¦gicos" -ante todo, intereses de seguridad- y que si opta por ignorarlos, pagar¨¢ un alto precio. Adem¨¢s, la divisi¨®n de tareas entre Estados Unidos y Europa no est¨¢ funcionando de la manera en que funcionaba anta?o y que ha resistido el paso del tiempo: la guerra actual en Irak est¨¢ erosionando la capacidad militar estadounidense y ha desembocado en una crisis de legitimidad tanto ¨¦tica como pol¨ªtica para Estados Unidos en todo el mundo ¨¢rabe / isl¨¢mico.
La Uni¨®n Europea, con la decisi¨®n de sus Estados miembros de enviar varios miles de soldados a L¨ªbano para imponer el alto el fuego dictaminado por la resoluci¨®n 1.701 de la ONU, ha tomado la decisi¨®n m¨¢s significativa hasta la fecha dentro del marco de su Pol¨ªtica de Vecindad. ?Puede de hecho la UE revelarse como una fuerza pol¨ªtica estabilizadora en la zona de conflicto m¨¢s peligrosa de sus cercan¨ªas geopol¨ªticas inmediatas? Despu¨¦s de las guerras de los Balcanes en la d¨¦cada de los noventa, Oriente Pr¨®ximo es actualmente la regi¨®n vecina m¨¢s peligrosa -desde el punto de vista de la seguridad- y a la vez la m¨¢s importante para la Uni¨®n Europea. ?Por qu¨¦? Porque las principales amenazas para la seguridad europea en los albores del siglo XXI provienen de esta regi¨®n. Las amenazas que se concentran en Oriente Pr¨®ximo son de diversa ¨ªndole: conflictos regionales, ideolog¨ªas religiosas totalitarias, terrorismo, programas de armamento nuclear, frenos a la modernizaci¨®n, reg¨ªmenes inestables y ambiciones hegem¨®nicas.
Si uno se pregunta qu¨¦ intereses podr¨ªan tener la UE y sus Estados miembros en esta regi¨®n desgarrada por los conflictos, la respuesta es que sin duda est¨¢n en juego los intereses energ¨¦ticos y econ¨®micos europeos, as¨ª como intereses vitales para los socios y aliados de Europa (Israel en especial). Pero los primeros de la lista son los intereses europeos. La manera en que evolucione Oriente Pr¨®ximo determinar¨¢ la magnitud de los riesgos, o incluso de los probables retos, para la seguridad de Europa.
Si se consigue refrenar, o incluso resolver, los conflictos en esta zona, las consecuencias para la seguridad europea ser¨¢n tremendamente positivas.
En la actualidad, Oriente Pr¨®ximo se ve definido por tres conflictos centrales: el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª, Irak e Ir¨¢n. La combinaci¨®n del programa nuclear iran¨ª (y de las ambiciones hegem¨®nicas de este pa¨ªs) con la situaci¨®n en Irak y con Hezbol¨¢ en L¨ªbano conducir¨¢ a un "nuevo Oriente Pr¨®ximo" que, con toda probabilidad, provocar¨¢ un enfrentamiento a gran escala, en el que se ver¨¢n implicados muchos m¨¢s que los actores y conflictos regionales de rigor. La guerra en L¨ªbano ha dejado sobradamente claro lo lejos que ya ha ido este peligroso proceso.
La misi¨®n en L¨ªbano conlleva un alto riesgo para las fuerzas de la ONU y para Europa en particular. La guerra no ha desembocado en una verdadera decisi¨®n. Ni Hezbol¨¢ ni Siria, por no hablar de Ir¨¢n, tienen el menor inter¨¦s en que la misi¨®n de la ONU llegue a buen puerto. La resoluci¨®n del Consejo de Seguridad da por hecho -adem¨¢s de la separaci¨®n de las partes combatientes- que se respetar¨¢ la soberan¨ªa interna y externa del Gobierno electo de L¨ªbano, sin especificar c¨®mo se va a conseguir esto teniendo en cuenta que Hezbol¨¢ ha salido reforzada pol¨ªticamente y que militarmente es superior a las fuerzas libanesas.
Cualquier intento por parte de las fuerzas de la ONU de desarmar a Hezbol¨¢ significar¨ªa una guerra contra Hezbol¨¢ (con Siria e Ir¨¢n en segundo plano), algo que las fuerzas de la ONU no pueden llevar a cabo. Pero si se resignasen a un mero papel de observador en L¨ªbano, la ONU y la UE perder¨ªan toda su credibilidad. Adem¨¢s, es probable que en los pr¨®ximos meses los soldados de la ONU se encuentren una vez m¨¢s entre las l¨ªneas de fuego de dos facciones en guerra. La misi¨®n tendr¨¢, pues, que andar por una fina y peligrosa cuerda para llevar a cabo su abrumador cometido de estabilizar el pa¨ªs. El fracaso ser¨¢ un peligro constante y el riesgo militar alto. Sin embargo, vista la situaci¨®n, no existe otra alternativa.
Teniendo en cuenta el peligro al que se enfrentan sus tropas, Europa se ver¨¢ obligada a usar su influencia e incluso a intentar por todos los medios que se produzcan cambios estrat¨¦gicos en el entorno pol¨ªtico de todo Oriente Pr¨®ximo. Con su decisi¨®n a favor de la misi¨®n en L¨ªbano, la Uni¨®n Europea ha cruzado un Rubic¨®n militar. Ahora debe refrendar su creciente peso en Oriente Pr¨®ximo con iniciativa pol¨ªtica, y ¨¦sta deber¨¢ abarcar tres elementos clave: una soluci¨®n negociada para Siria, la reanudaci¨®n de las negociaciones entre israel¨ªes y palestinos, y un entendimiento con EE UU respecto a la estrategia pol¨ªtica de Occidente para la regi¨®n (que aborde el conflicto m¨¢s peligroso para ella, Ir¨¢n). Este entendimiento mutuo ser¨¢ el reto crucial para el futuro de la relaci¨®n transatl¨¢ntica.
Europa y sus tropas se juegan mucho en L¨ªbano. Pero esto tiene que ver con los intereses vitales de Europa. La guerra y el caos en Oriente Pr¨®ximo, o simplemente un vac¨ªo moral o pol¨ªtico, afectar¨¢n y trastornar¨¢n directamente la seguridad de la UE y de todos sus Estados miembros. Por lo tanto, Europa ten¨ªa que actuar, pese a que, evidentemente, la decisi¨®n era dif¨ªcil. La cuesti¨®n clave en el futuro pr¨®ximo ser¨¢ si Europa de verdad tiene la capacidad militar y pol¨ªtica, el aguante pol¨ªtico, y la voluntad com¨²n para actuar de manera acorde con sus intereses b¨¢sicos en Oriente Pr¨®ximo. Ya se ver¨¢. En cualquier caso, ya se puede decir una cosa: bienvenida al mundo real.
Joschka Fischer, ex l¨ªder del Partido Verde, fue ministro de Asuntos Exteriores de Alemania y vicecanciller desde 1998 hasta 2005. Traducci¨®n de News Clips. ? Project Syndicate / Institute for Human Sciences, 2006.
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