Fran?oise Claustre, arque¨®loga, "la prisionera del desierto"
Estuvo secuestrada por guerrilleros de Chad durante 33 meses
La arque¨®loga Fran?oise Claustre, investigadora por cuenta del CNRS (Centro Nacional de la Investigaci¨®n Cient¨ªfica) franc¨¦s, s¨®lo fue c¨¦lebre cuando nadie supo d¨®nde estaba. El 21 de abril de 1974, mientras est¨¢ refresc¨¢ndose en un palmeral del desierto chadiano, su peque?o grupo es atacado por un grupo de militantes del Frolinat, una organizaci¨®n que lucha contra la presidencia corrupta de Tombalbaye. Ella, el cooperante franc¨¦s Marc Combe, y el m¨¦dico alem¨¢n Christophe Staewen se convierten en moneda de cambio para una guerrilla sin armas ni dinero. El alem¨¢n tiene suerte: su pa¨ªs paga el rescate de inmediato y queda en libertad. Los dos franceses pechan con la situaci¨®n de provisionalidad del pa¨ªs pues el presidente Georges Pompidou acaba de fallecer y a¨²n no ha sido elegido sucesor. Cuando el orden pol¨ªtico franc¨¦s toma forma, es el del Frolinat el que empieza a deshilacharse al aparecer disensiones entre sus dos cabecillas, Goukouni Weddeye e Hiss¨¨ne Habr¨¦. Los dos ser¨¢n luego presidentes de su pa¨ªs.
Fran?oise Claustre, que buscaba en el macizo monta?oso de Tibesti restos de antiguas civilizaciones, vivir¨¢ durante 33 meses prisionera de los rebeldes Toubous. Durante todo ese tiempo apenas podr¨¢ intercambiar unas pocas palabras con sus raptores, que tampoco se preocupan demasiado por vigilarla de manera muy estricta, sabedores que no hay mejor c¨¢rcel que la infinitud del desierto. Pero Marc Combe se atreve a desafiarla y a ir m¨¢s all¨¢ del espejismo del horizonte. Ella, sola, seguir¨¢ en manos de sus raptores, ilocalizable para todos, incluidos los distintos enviados del Gobierno franc¨¦s que son manipulados por los hombres de Tombalbaye.
El esposo de Fran?oise, Pierre, es capaz de vencer todas esas dificultades pero para convertirse tambi¨¦n ¨¦l en prisionero. La pareja es amenazada de muerte, los guerrilleros transmiten el 23 de septiembre de 1975 su decisi¨®n de ejecutar a los Claustre si no reciben de inmediato el rescate. La amenaza hay que tom¨¢rsela en serio puesto que pocos meses antes, un enviado de Par¨ªs, Pierre Galopin, ya ha sido pasado por las armas por un "tribunal revolucionario".
No es hasta el mes de enero de 1977 que los Claustre son liberados. Los intr¨ªngulis de la negociaci¨®n siguen siendo, a¨²n hoy, un secreto del que puede que s¨®lo Jacques Chirac y el coronel Gaddafi conozcan todos los entresijos.
Una vez liberada, Fran?oise Claustre volvi¨® a desaparecer. No quer¨ªa tener que hablar de sus meses de cautividad, de ese tiempo de soledad, de vivir pensando s¨®lo en la muerte. El cineasta Raymond Depardon le dedic¨® un filme silencioso: La captive du d¨¦sert. En varias oportunidades Fran?oise Claustre se hab¨ªa negado a rememorar aquellos meses de angustia. No quiso escribir sobre ello, acusar a nadie, ni criticar a nadie. Asumi¨® sola el peso del dolor. Depardon, que fue a visitarla en varias oportunidades, habla de ella como de "una persona herida". Claustre decidi¨® que el equilibrio psicol¨®gico s¨®lo pod¨ªa d¨¢rselo la arqueolog¨ªa. Y sigui¨® trabajando, de manera discreta, secreta y eficaz, hasta su jubilaci¨®n. Ahora, cuando hab¨ªa cumplido los 69, ha muerto en su Ari¨¨ge natal.
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