MIRADOR

Juan Manuel Fern¨¢ndez Montoya, Farruquito, conduc¨ªa sin carn¨¦ y sin seguro, y al doble de la velocidad permitida, cuando atropell¨® mortalmente a un peat¨®n y se dio a la fuga sin prestar auxilio a su v¨ªctima. Luego, intent¨®, adem¨¢s, obstruir la acci¨®n de la justicia haciendo que su hermano se confesara culpable. Si cada uno de estos hechos es grave en s¨ª mismo, sumados constituyen un comportamiento delictivo que no debe quedar impune. Por eso, la opini¨®n p¨²blica espa?ola se alarm¨® el pasado a?o cuando un juzgado de Sevilla dict¨® contra Farruquito una sentencia tan benigna -16 meses- que permit¨ªa que el bailador ni tan siquiera pisara la c¨¢rcel. Afortunadamente, la confianza en la justicia fue restablecida ayer por la Audiencia Provincial de Sevilla, que elev¨® la condena a tres a?os de prisi¨®n -dos por homicidio por imprudencia y uno por omisi¨®n del deber de socorro-, lo que significa que Farruquito tendr¨¢ que pasar una corta temporada -hasta un m¨¢ximo de cinco meses- en prisi¨®n.

El fallo de la Audiencia Provincial de Sevilla no puede ser m¨¢s oportuno. En un momento en que las autoridades lanzan -con la implantaci¨®n del carn¨¦ por puntos y mediante dram¨¢ticas campa?as publicitarias- una amplia, y necesaria, ofensiva para implicar a los conductores en la mejora de la seguridad vial en Espa?a, el que un comportamiento como el de Farruquito quedara impune lanzaba un peligroso mensaje. Las campa?as de la DGT est¨¢n funcionando -el n¨²mero de muertos en accidentes de tr¨¢fico ha vuelto a reducirse este verano-, pero pueden dejar de hacerlo si se instala el escepticismo. As¨ª que es bueno que un tribunal recuerde que un veh¨ªculo tambi¨¦n puede ser arma con la que cometer homicidios susceptibles de enviar a su autor a la c¨¢rcel.