"Los informes de inteligencia recogen el riesgo de ataques terroristas a las tropas en L¨ªbano"
Ingenuamente pensaba, cuando cambi¨® la cartera de Interior por la de Defensa, que su nuevo destino ser¨ªa m¨¢s relajado. Los hechos no le han dado la raz¨®n. En cuatro meses ha tenido que enfrentarse a la muerte de un soldado espa?ol en Afganist¨¢n y al env¨ªo de tropas al Congo y L¨ªbano, entre otros sobresaltos.
Leon¨¦s de 46 a?os, diputado del PSOE y amigo de pupitre del presidente Zapatero, no es aficionado a las declaraciones estridentes. Ni siquiera a las anodinas. De hecho, ¨¦sta es su primera entrevista a un diario desde que asumi¨® el cargo. Pero la pol¨¦mica que no provocan sus palabras la levantan sus hechos, como la retirada de la estatua de Franco de la Academia de Zaragoza. Y es que Alonso, magistrado de profesi¨®n, parece aplicarse el principio de que los jueces deben hablar con autos y sentencias. Y los ministros de Defensa, con ¨®rdenes.
"Si fu¨¦ramos a desarmar a Hezbol¨¢, estar¨ªamos rompiendo la neutralidad y frustrando de ra¨ªz la naturaleza de la misi¨®n" "Las reglas de enfrentamiento son suficientes para garantizar la autodefensa de los soldados de Naciones Unidas y cumplir la misi¨®n"
"Estoy totalmente de acuerdo con Solana: Hezbol¨¢ tendr¨¢ que elegir entre ser un grupo terrorista o un movimiento pol¨ªtico" "Dentro de un a?o revisaremos la misi¨®n en L¨ªbano. No digo que para irnos o para quedarnos como estamos. Ya veremos"
"La operaci¨®n en Afganist¨¢n es dura y con riesgos, pero debe mantenerse el esfuerzo"
"Lo que ocurra con un actor en la regi¨®n
Pregunta. ?Las tropas van a L¨ªbano a una operaci¨®n de guerra, como dijo Rajoy en el Congreso, o de paz, como sostuvo usted?
Respuesta. Sin duda es una operaci¨®n de mantenimiento de la paz. Y no lo digo s¨®lo yo. Lo dice expresamente la resoluci¨®n 1701 del Consejo de Seguridad y lo dice el propio secretario general de la ONU, que es el m¨¢s autorizado para interpretarla.
P. Pero en L¨ªbano no hay un acuerdo de paz, sino s¨®lo un cese de hostilidades. Quiz¨¢ tenga raz¨®n Rajoy cuando advierte de que puede quedarse en un par¨¦ntesis de una guerra inacabada.
R. Lo que expresa la resoluci¨®n 1701, que es fruto de un consenso laborioso, pero un¨¢nime, es la confianza en que la labor de la FINUL [Fuerza Interina de Naciones Unidas para L¨ªbano] pueda consolidar ese cese de hostilidades. Es verdad que hay sectores del PP, yo creo que no Rajoy, porque si as¨ª fuera deber¨ªa haber votado en contra [del env¨ªo de tropas], que no tienen confianza en Naciones Unidas. Yo les preguntar¨ªa: si no confiamos en la ONU, ?en qui¨¦n vamos a confiar?
P. Espa?a se suma a una fuerza que lleva casi 30 a?os en L¨ªbano y ha sido incapaz de evitar dos invasiones. ?Qu¨¦ garant¨ªas hay de que ahora ser¨¢ diferente?
R. Hay varios factores que nos permiten abrigar una confianza prudente y razonable. El primero es la unanimidad de la comunidad internacional, incluso de los directamente afectados, como L¨ªbano, Israel y Hezbol¨¢. Segundo: la FINUL reforzada tiene un mandato mucho m¨¢s claro y preciso que la originaria. Y, adem¨¢s, est¨¢ mejor organizada y tiene m¨¢s fuerza. Hasta 15.000 efectivos como m¨¢ximo, frente a 2.000 de la anterior.
Pero es cierto que el despliegue de la FINUL debe ir acompa?ado de un trabajo pol¨ªtico y diplom¨¢tico para que la paz se consolide no s¨®lo en L¨ªbano, sino en el conjunto de la regi¨®n.
P. El debate del Congreso no aclar¨® cu¨¢l ser¨¢ exactamente el papel de las tropas espa?olas.
R. Expliqu¨¦ en el Congreso muy claramente el objetivo de la misi¨®n, que no es un capricho m¨ªo, sino el que fija la resoluci¨®n de Naciones Unidas: ayudar al Gobierno de L¨ªbano a extender su autoridad al sur del pa¨ªs. Por lo dem¨¢s, el jefe de Estado Mayor de la Defensa explicar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas a los grupos parlamentarios la planificaci¨®n t¨¦cnico-militar de la operaci¨®n.
P. Las reglas de enfrentamiento permiten a los soldados de la ONU utilizar la fuerza para defenderse de una agresi¨®n, como no puede ser de otra manera...
R. Desde luego.
P. Pero ?les permiten usarla para proteger a la poblaci¨®n civil o el reparto de la ayuda humanitaria? En 1995, en Sbrenica, los cascos azules asistieron impotentes a la matanza de 8.000 civiles.
R. Las reglas de enfrentamiento no pueden ser objeto de exposici¨®n p¨²blica, porque estar¨ªamos descubriendo a un potencial adversario hasta d¨®nde pueden llegar las fuerzas de la ONU. Lo que dicen los militares es que son suficientes no s¨®lo para garantizar la autodefensa, sino tambi¨¦n para cumplir, de manera cre¨ªble, la misi¨®n encomendada. Las propias reglas prev¨¦n que, si los mandos sobre el terreno tienen alguna duda, puedan pedir aclaraciones al cuartel general de la ONU.
P. No pasar¨¢ otra vez como en Bosnia, que mientras llegaba la respuesta de Nueva York los soldados se ve¨ªan desbordados...
R. Espero que no. Vamos a una misi¨®n que tiene riesgos, que es dif¨ªcil y complicada, no nos llamamos a enga?o, pero son los riesgos propios de una operaci¨®n de paz en una zona compleja.
P. Lo que parece claro es que no van a desarmar a Hezbol¨¢.
R. La FINUL no tiene ese objetivo, ya que debe mantenerse neutral respecto a las partes en conflicto. Si fu¨¦ramos a desarmar a Hezbol¨¢ estar¨ªamos rompiendo la neutralidad y frustrando de ra¨ªz la naturaleza de la misi¨®n. Si alguien hubiera pretendido que el mandato de la ONU incluyese el desarme de Hezbol¨¢, probablemente no tendr¨ªamos resoluci¨®n 1701. El desarme de Hezbol¨¢ es deseable, pero debe ser una consecuencia de la extensi¨®n de la autoridad del Gobierno liban¨¦s, como dice Kofi Annan, y en eso coincidimos todos los pa¨ªses.
P. ?Qu¨¦ har¨¢n las tropas espa?olas si encuentran a alguien lanzando cohetes contra Israel desde su zona de responsabilidad?
R. El Ej¨¦rcito liban¨¦s va a poner 15.000 soldados y la ONU entre 12.000 y 13.000 en un territorio muy reducido, menos de la mitad de la Comunidad de Madrid. Por tanto, yo creo que van a ser capaces de mantener la paz, que la misi¨®n va a salir bien, que el objetivo es claro y las reglas de enfrentamiento suficientes.
P. Pero hay riesgos...
R. Los informes de inteligencia recogen cuatro riesgos principales: ataques por parte de elementos, facciones o grupos incontrolados, probablemente con material semipesado; atentados de car¨¢cter terrorista, tambi¨¦n por parte de incontrolados; la presencia de minas y de munici¨®n sin explotar; y las degradadas condiciones higi¨¦nico-sanitarias, as¨ª como el mal estado de las infraestructuras.
P. Ni las condiciones pol¨ªticas ni las militares son las ¨®ptimas.
R. La pol¨ªtica es el arte de lo posible y eso vale sobre todo para las relaciones internacionales. Creo que es un bien extraordinario haber conseguido el consenso de toda la comunidad internacional. Pero lo m¨¢s valioso de todo es haber logrado que cese el sufrimiento de la poblaci¨®n que ha padecido este conflicto.
P. Como ministro de Defensa y ex ministro de Interior ?cree que Hezbol¨¢ es un grupo terrorista?
R. Estoy totalmente de acuerdo con Javier Solana, Alto Representante de la UE para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad: Hezbol¨¢ tendr¨¢ que elegir entre ser una organizaci¨®n terrorista o un movimiento pol¨ªtico.
P. ?Est¨¢ garantizado que Espa?a lidere una de las dos brigadas multinacionales de la FINUL?
R. Espa?a ha hecho una oferta en firme que ha sido aceptada por Naciones Unidas. ?sa es nuestra voluntad, pero no olvidemos que es una misi¨®n de la ONU, no de un grupo de pa¨ªses.
P. El sector que corresponder¨¢ a Espa?a no tiene acceso al mar...
R. Los dos sectores est¨¢n equilibrados, no hay ninguno mejor o peor. El nuestro est¨¢ menos minado y tambi¨¦n menos da?ado, porque ha sido objeto de menos bombardeos, pero tambi¨¦n tiene peores v¨ªas de comunicaci¨®n.
P. La limitaci¨®n del contingente a 1.100 efectivos como m¨¢ximo ?no dificultar¨¢ el env¨ªo de medios que pueden ser necesarios?
R. Mil cien no es mucho ni poco, es lo que hay que llevar. El contingente tendr¨¢ todo lo que necesite, porque lo llevemos nosotros o lo aporten otros. ?sa es una orden expresa del presidente: no se escatimar¨¢ ning¨²n esfuerzo en prever cualquier contingencia que puedan sufrir nuestros soldados.
P. El env¨ªo de las tropas costar¨¢ 20 millones de euros al mes...
R. Durante el primer semestre, pues incluye el despliegue, que es lo m¨¢s caro. Luego se reducir¨¢ a seis millones mensuales y hay una parte, ya veremos cu¨¢nto, que nos reembolsar¨¢ la ONU.
P. ?Cu¨¢nto tiempo estar¨¢n las tropas espa?olas en L¨ªbano?
R. Como mucho dentro de un a?o tengo el compromiso pol¨ªtico de revisar la misi¨®n. No digo que para irnos ni para quedarnos como estamos. Ya veremos.
P. Si la crisis con Ir¨¢n se agrava, la situaci¨®n de L¨ªbano, con una comunidad chi¨ª muy vinculada a Teher¨¢n, se deteriorar¨¢. Y los espa?oles estar¨¢n en medio...
R. Por definici¨®n, no respondo a hip¨®tesis de futuro. Si se refiere a que, en el tablero de la regi¨®n, lo que hace un actor repercute en los dem¨¢s, est¨¢ claro. Habr¨¢ que seguir atentos. En el contencioso iran¨ª estamos con la UE y con la ONU y esperamos que en ning¨²n caso se llegue a un conflicto de naturaleza militar.
P. ?Por qu¨¦ Pakist¨¢n puede tener armas nucleares e Ir¨¢n no?
R. Ya hay demasiadas armas nucleares, vamos a intentar reducirlas y no aumentarlas...
P. Fronteriza con Ir¨¢n es Afganist¨¢n, donde tambi¨¦n hay tropas espa?olas y la situaci¨®n se deteriora aceleradamente...
R. Lo primero que hice como ministro de Defensa fue ir a Afganist¨¢n, donde estamos desde 2002, porque creo que sobre el terreno ves cosas que los papeles no cuentan, y lo que vi fue una misi¨®n amparada por la ONU, con autorizaci¨®n del Parlamento y con un objetivo solidario. Es verdad que se trata de una operaci¨®n dura y con riesgos y que la expansi¨®n al sur est¨¢ resultando complicada, pero la comunidad internacional tiene claro que hay que continuar el esfuerzo.
P. La misi¨®n de ISAF [Fuerza Internacional para la Asistencia a la Seguridad de Afganist¨¢n], en la que est¨¢ Espa?a, se confunde cada vez m¨¢s con Libertad Duradera, de la que Espa?a se sali¨®.
R. Las claves de la misi¨®n de ISAF est¨¢n claras: aportar el marco de seguridad necesario para que se pueda abordar la obra civil. Cuando se habla de operaciones en el exterior hay que atender a la legitimidad de origen y a la de ejercicio. La primera la aporta la ONU; la segunda, la nobleza de la misi¨®n. A Afganist¨¢n se ha ido a ayudar a los afganos a reconstruir su pa¨ªs, no a explotarlos.
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