Los artistas empiezan a despertar
David Byrne, ex l¨ªder de Talking Heads, cree que los artistas tardaron en reaccionar
La pintura, el cine, la literatura o el teatro se atreven a abordar temas de actualidad que la sociedad todav¨ªa no ha digerido por completo. Las artes incitan al cambio como catalizadores de la reflexi¨®n cr¨ªtica. Pero el 11-S tuvo un efecto tan poderoso sobre los estadounidenses que incluso fue capaz de paralizar al mundo art¨ªstico. "Creo que hemos sido demasiado t¨ªmidos. La comunidad art¨ªstica estadounidense ha tardado demasiado en reaccionar al 11-S y sus consecuencias. Pero tambi¨¦n es cierto que era dif¨ªcil hacerlo. Durante los primeros a?os, si hac¨ªas alg¨²n comentario cr¨ªtico respecto a EE UU o la invasi¨®n de Irak, enseguida te calificaban de antipatriota". ?sta era una de las reflexiones que hac¨ªa ante este peri¨®dico, respecto al papel de la cultura tras el 11-S, el neoyorquino de adopci¨®n David Byrne, l¨ªder de los Talking Heads, uno de los grupos que revolucionaron la ciudad en los a?os setenta, e impulsor del sello de m¨²sicas del mundo Luaka Bop, adem¨¢s de fot¨®grafo y agitador cultural.
?l ser¨¢ uno de los protagonistas de un festival de cine, arte y m¨²sica que se desarrollar¨¢ en el sur de Nueva York esta semana y que bajo el t¨ªtulo What comes after? Cities, art and recovery (?Qu¨¦ viene despu¨¦s? Ciudades, arte y recuperaci¨®n) quiere darle la palabra a artistas de ciudades tan distantes como Sarajevo, Bombay o Beirut, pero que al igual que Nueva York, han sufrido un desgarro vital que las acerca entre ellas. "Antes de los atentados, Nueva York era un oasis, los artistas viv¨ªan en un mundo muy na?f que desapareci¨® junto a las Torres. EE UU desconoc¨ªa el terrorismo. Y los artistas quedaron en estado de shock. Quiz¨¢ por eso tambi¨¦n hemos sido lentos en abordar el 11-S y sus consecuencias. Es una pena que se tardara tanto en reaccionar", reconoce Byrne.
Tuvieron que llegar las elecciones de 2004 para que los artistas salieran de su catatonia. Firmaron manifiestos, escribieron canciones y ser cr¨ªtico con el Gobierno se convirti¨® casi en una moda, aunque la sociedad a¨²n no parece preparada para aceptarlo. El a?o pasado a¨²n se produc¨ªan episodios de censura art¨ªstica. Las autoridades neoyorquinas cancelaban el proyecto para la zona cero del Museo de la Libertad, con el que se aspiraba a crear debate respecto al concepto y la esencia de una palabra, libertad, cuya omnipresencia en el debate pol¨ªtico pos 11-S genera todo tipo de interpretaciones. Y tambi¨¦n se rechazaba la sede del Museo del Dibujo porque entre sus antecedentes figuraba una exposici¨®n cr¨ªtica con la invasi¨®n de Irak.
Hoy, cuando se celebra el quinto aniversario de los atentados, a¨²n sigue habiendo en Nueva York muchas conmemoraciones art¨ªsticas de corte patri¨®tico o nost¨¢lgico y pocas dedicadas a la reflexi¨®n. En los ¨²ltimos d¨ªas se han sucedido desde conciertos en parques para recordar a los muertos hasta las exposiciones que transforman en fetiche el polvo de la nube t¨®xica del 11-S.
El festival en el que participar¨¢ Byrne es una de las escasas propuestas en las que se da voz a los creadores sin miedo a que expresen opiniones atrevidas como las que se recoger¨¢n en el libro de recetas para recuperar Manhattan More songs about buildings and food (M¨¢s canciones sobre edificios y comida), t¨ªtulo de un disco de Byrne, quien afirma: "Hace tres a?os no se hubiera podido organizar este festival. Ahora la ciudad est¨¢ m¨¢s preparada para aceptar la autocr¨ªtica".
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