La p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s divide Chile

La decisi¨®n del Gobierno chileno, que preside Michelle Bachelet, de entregar gratis la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s en los servicios de salud estatales a las adolescentes de 14 a?os o m¨¢s que la soliciten, incluso si no van acompa?adas por sus padres, ha generado fuertes disensiones con la Iglesia cat¨®lica y la derecha de Chile. Incluso ha separado a los socialistas de sus aliados, la Democracia Cristiana (DC), unidos en el seno de la Concertaci¨®n, la coalici¨®n gobernante.

Partidarios y detractores de este anticonceptivo de emergencia han desenvainado argumentos con pasi¨®n ante la posibilidad de que las adolescentes pidan la p¨ªldora sin consentimiento paterno. El Gobierno justifica su decisi¨®n en el hecho de que cada a?o nacen 38.000 ni?os de madres adolescentes en el pa¨ªs, y en la igualdad: en las zonas m¨¢s ricas se venden 10 veces m¨¢s cajas de p¨ªldoras que en las m¨¢s pobres. Las cifras se invierten con los embarazos adolescentes. Bachelet, m¨¦dica de profesi¨®n, record¨® que entre los j¨®venes de hogares ricos hay un 2,3% de embarazos, mientras que entre los pobres el promedio es del 20,6%: los m¨¢s pudientes acceden a m¨¦todos de control de la natalidad. En Chile est¨¢ prohibido el aborto, pero se practican unas 160.000 intervenciones ilegales cada a?o.

Esta resoluci¨®n, que entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo octubre, fue adoptada por la ministra de Salud, Mar¨ªa Soledad Barr¨ªa, socialista como la presidenta, para poner a disposici¨®n de las personas "todos los m¨¦todos anticonceptivos, para que, de acuerdo a su convicci¨®n y no por imposici¨®n de nadie, puedan decidir cu¨¢l prefieren".

La reacci¨®n m¨¢s fuerte ha sido la de la Iglesia cat¨®lica. El comit¨¦ permanente de la Conferencia Episcopal chilena lo calific¨® como una pol¨ªtica p¨²blica que recuerda "a las fijadas en reg¨ªmenes totalitarios que pretend¨ªan desde el Estado regular la vida ¨ªntima de las personas". Una alcaldesa de la derecha dijo que la p¨ªldora produce c¨¢ncer. La presidenta de la DC, Soledad Alvear, afirm¨® que no le habr¨ªa gustado que su hija iniciara en la vida sexual: "Y le dieran la p¨ªldora sin yo saberlo".

Bachelet contest¨® a la Iglesia cat¨®lica que "en democracia, nadie impone sus creencias". Los partidos m¨¢s cercanos a la presidenta intentan rebajar la tensi¨®n y han pedido a la Iglesia que modere su lenguaje. Pero todo indica que la batalla a¨²n no ha concluido.