Fiasco meteorol¨®gico

A diez kil¨®metros de Phillip Island, los ping¨¹inos est¨¢n de fiesta. En Penguin's Parade, una orilla del mar de Tasmania en la que, con puntualidad y flema brit¨¢nica, multitud de estos animales emergen de las fr¨ªas aguas para dar la bienvenida a los turistas en un espect¨¢culo tan gracioso como surrealista. Al parecer, la temperatura de la costa oriental australiana, en invierno, les sienta de perlas. Pero, claro, los ping¨¹inos no montan en moto.

Mucha menos gracia les ha hecho el fr¨ªo de la zona a los pilotos del Campeonato del Mundo de MotoGP, que este fin de semana se las han visto y deseado para que los neum¨¢ticos adquiriesen una temperatura lo bastante alta para garantizarles una adherencia ¨®ptima en el Gran Premio de Australia, disputado esta madrugada.

"Recuerdo que, durante los entrenamientos de la pretemporada que realizamos aqu¨ª, Michelin nos ofreci¨® una goma especial para probarla", explicaba Ramon Forcada, jefe de mec¨¢nicos de Casey Stoner. "Nos advirtieron de que, antes de comenzar a forzar el ritmo, Casey deb¨ªa calentar los compuestos durante unas vueltas. Por el fr¨ªo, pero tambi¨¦n por la naturaleza del asfalto y las ruedas. Se lo transmit¨ª", prosegu¨ªa y, con media sonrisa, aclaraba: "A la segunda curva, estaba en el suelo. Las condiciones de este circuito son muy caracter¨ªsticas. ?nicas, dir¨ªa yo".

Las informaciones meteorol¨®gicas que llegaron siete d¨ªas atr¨¢s a Sepang (Malaisia) auguraron para esta zona de Australia mucho fr¨ªo para la carrera. As¨ª que Michelin decidi¨® traer a Phillip Island una remesa de compuestos especialmente preparados para trabajar en condiciones a temperatura muy bajas.

"Entre 22 y 23 grados"

Se pasaron de frenada. Lo hicieron hasta el extremo de que la mayor¨ªa de las sesiones de entrenamientos fueron dominadas por pilotos que en sus motos calzaban neum¨¢ticos Bridgestone y Dunlop, algo que los pilotos de Michelin s¨®lo pudieron remediar al colocar los de clasificaci¨®n, momento en que los de la firma japonesa se vinieron un poco abajo.

"El problema que nos encontramos al llegar aqu¨ª los equipos que llevamos Michelin", atestiguaba Antonio Jim¨¦nez, jefe de mec¨¢nicos de Marco Melandri, "es que la marca pensaba que har¨ªa mucho m¨¢s fr¨ªo del que realmente ha hecho". "Los neum¨¢ticos especiales que Michelin trajo optimizan su rendimiento cuando la temperatura del asfalto est¨¢ alrededor de los once grados. Pero durante casi todos los ensayos preparatorios hemos estado entre 22 y 23 grados", matiza el hispano-belga.

Adem¨¢s de por el fr¨ªo que, habitualmente, hace en este ¨¢rea, el trazado australiano es tambi¨¦n at¨ªpico por la naturaleza de sus virajes, que demandan tanta superficie de apoyo en los compuestos que la carcasa interior llega incluso a deformarse. Adem¨¢s, a todo ello se une el detalle de que la sede del fabricante de neum¨¢ticos franc¨¦s se encuentre en Clermont Ferrand, a las afueras de Par¨ªs. Esto ha impedido que Michelin, como hizo en otras carreras disputadas en Europa, pudiera auxiliar a Valentino Rossi y compa?¨ªa con una remesa de gomas llegadas en ¨²ltima instancia.