Mejor cojo que mojado

Tras el costalazo que se dio en los entrenamientos, pocos confiaban en que Dani Pedrosa, de 20 a?os y ya tricampe¨®n mundial en otras categor¨ªas, pudiera correr el Gran Premio de Malaisia de MotoGP. Pero, tras ser infiltrado, decidi¨® salir a la pista y asombr¨® a todos al subir al tercer pelda?o del podio rodando medio cojo, con una brecha en la rodilla y un dedo del pie fracturado.

Una semana despu¨¦s, tras haber reposado un poco de sus heridas, Pedrosa complet¨® en el de Australia los peores ensayos de su trayectoria. El domingo amaneci¨® nublado en Phillip Island y ¨¦l arranc¨® desde la d¨¦cima posici¨®n y vio c¨®mo, por primera vez en la historia, los pilotos cambiaban su moto por otra con neum¨¢ticos de lluvia. "Yo s¨®lo me sub¨ª a la moto, pero el equipo se equivoc¨® en la elecci¨®n de las gomas", se lament¨® Pedrosa, quien, tras reincorporarse y rodar tres vueltas, observ¨® c¨®mo los Michelin de su Honda comenzaban a despedazarse.

Resulta dif¨ªcil adivinar qu¨¦ habr¨ªa ocurrido de tener el espa?ol unas gomas adaptadas a un asfalto anegado por el agua, pero, en funci¨®n de lo que ha demostrado siempre que el cielo ha descargado, la cosa no pintaba nada bien.

Toda la confianza que denota la trazada de Pedrosa se desvanece bajo la lluvia. Sus sensaciones sobre su montura le intranquilizan. Sus movimientos, muy seguros y sin brusquedades sobre el piso seco, se entorpecen con el agua. Le ha ocurrido siempre. Tanto en 125cc como en 250cc. Y ahora, a lomos de su Honda RC211V, una bestia que esconde 250 caballos, esta desconfianza se multiplica. Adem¨¢s, su poco peso, 58 kilos, no ayudan a que la rueda trasera coja adherencia si las suspensiones est¨¢n un poco m¨¢s duras de lo debido.

Significativa fue la carrera de 2005 en Donington Park, donde Pedrosa termin¨® el cuarto, a casi 50 segundos de Randy de Puniet, y tanto ¨¦l como su equipo festejaron el resultado como una victoria. Tambi¨¦n en Estoril y China sufri¨® horrores el de Castellar del Vall¨¨s sobre un piso encharcado. En ambas ocasiones, eso s¨ª, tuvo que luchar, adem¨¢s de con una moto que le zarandeaba a poco que abriera el acelerador, con su casco, cuya visera se empa?aba.

Claro que a Pedrosa no le pasa nada que no le haya ocurrido a campeones como Rossi. Todo consiste en ir ganando experiencia y gobernando a la lluvia.