Manuel II Pale¨®logo, un emperador ilustrado
Las reflexiones sobre las relaciones entre el islam y la violencia, que el Papa ley¨® hace una semana en la Universidad de Ratisbona y que han desencadenado una oleada de ira en el mundo isl¨¢mico, fueron redactadas hace m¨¢s de siete siglos, alrededor de 1391, por el entonces emperador de Bizancio, Manuel II Pale¨®logo.
Manuel II (1350-1425) rein¨® entre 1391 y 1425 y fue el antepen¨²ltimo soberano de Bizancio. Las enciclopedias no le consideran como uno de los personajes m¨¢s relevantes de su dinast¨ªa, pero s¨ª coinciden en afirmar que fue un emperador instruido, interesado por la religi¨®n y aficionado a la lectura. Los historiadores destacan que el emperador ten¨ªa una verdadera pasi¨®n por la escritura. Wilhelm Baum, de la Universidad de Graz (Austria), redact¨® un extenso art¨ªculo sobre Manuel II Pale¨®logo en la enciclopedia en Internet De imperatoribus romanis. Baum define a Manuel como "un hombre de letras", que lleg¨® a "quejarse de sus obligaciones pol¨ªticas que le imped¨ªan desarrollar sus inclinaciones art¨ªsticas e intelectuales".
Manuel dedic¨® buena parte de su tiempo a escribir, fueran poemas, ep¨ªstolas, tratados de teolog¨ªa o de pol¨ªtica.
Baum considera "de un inter¨¦s particular" la actitud del emperador respecto al islam. Mantenido preso por los otomanos durante su juventud, Manuel aprovech¨® su estancia en Ankara para debatir de
esta religi¨®n con un cad¨ª, un dignatario isl¨¢mico. Un musulm¨¢n nacido de padres cristianos le sirvi¨® de int¨¦rprete en sus conversaciones con el cad¨ª. El resultado de estas charlas est¨¢ reproducido en un libro, en el que Manuel argumenta -"de un modo sorprendentemente brusco" en opini¨®n de Benedicto XVI- que "lo ¨²nico nuevo" que ha tra¨ªdo Mahoma son "cosas malvadas e inhumanas, como su orden de difundir por medio de la espada la fe que predicaba". El profesor
Baum, que precisa que, "aparte de los escritos del emperador, no hay ninguna prueba independiente" de que esas conversaciones se hayan desarrollado tal y como lo cuenta Manuel, afirma que, con este texto, "contribuy¨® de manera importante al conocimiento del islam por parte de los cristianos".
Aunque el contexto internacional no era precisamente el de una gran cordialidad entre los imperios -Manuel tuvo que defender su agonizante imperio contra los otomanos, que durante su mandato consiguieron reducir el imperio bizantino a Constantinopla y algunas posesiones en el Peloponeso-, el emperador logr¨® establecer contactos pac¨ªficos con los turcos. Firm¨® con el sult¨¢n Mehmed I un tratado de paz en 1403 que evit¨® nuevos conflictos con el imperio otomano hasta la muerte de Mehmed en 1421. Entonces, el sucesor de Mehmed, Murat II, organiz¨® el sitio de Constantinopla.
La ciudad no fue conquistada, pero Manuel II tuvo que declararse vasallo del sult¨¢n y pagar un tributo para conservar sus posesiones. Tras dejar el poder a su hijo Juan VIII en 1424, Manuel se retir¨® en un convento donde muri¨® al a?o siguiente.
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