"Benedicto XVI ha hablado como un profesor universitario"
Historiadores y te¨®logos subrayan que el fallo del Papa en Ratisbona fue se?alar s¨®lo los errores del islam y olvidarse de los del cristianismo
El problema no est¨¢ en la ya famosa cita del emperador Manuel II Pale¨®logo presentando a Mahoma como un profeta violento. El problema del discurso de Benedicto XVI en Ratisbona es su pensamiento excluyente, cristiano-c¨¦ntrico. ?Por qu¨¦ record¨® en Ratisbona -como cita de autoridad, sin refutarla- al emperador bizantino, teniendo a mano a pensadores cristianos que sostuvieron lo contrario en la misma ¨¦poca, como Francisco de As¨ªs, Raimon Llull (en El gentil y los tres sabios), o Nicol¨¢s de Cusa (La paz de la fe)?
Joseph Ratzinger, hoy como pont¨ªfice romano y antes como prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (el antiguo Santo Oficio de la Inquisici¨®n), ha sostenido siempre la idea de que el islam es una religi¨®n err¨®nea y peligrosa. Ahora, con el discurso de Ratisbona, echa le?a a un incendio que intelectuales conservadores vienen atizando con la teor¨ªa del choque de civilizaciones.
El cardenal Ratzinger siempre sostuvo la idea de que el islam es una religi¨®n peligrosa
Margarita Pintos de Cea-Naharro, presidenta de la Asociaci¨®n para el Di¨¢logo Interreligioso de la Comunidad de Madrid, sostiene: "Algunos occidentales padecemos de etnocentrismo y Benedicto XVI no es una excepci¨®n. El Papa lo pone de manifiesto en Ratisbona cuando contrapone el Dios del islam al Dios cristiano. Vincula la racionalidad, el logos griego, con la manera de actuar del Dios de los cristianos, mientras que se lo niega al Dios del islam. Pero la raz¨®n y la fe avanzan juntas, no sin dificultad, en todas las religiones".
La "desafortunada cita" de Manuel II Pale¨®logo tiene su sentido dentro de este discurso historicista, a?ade la profesora Pintos. "Benedicto XVI, como l¨ªder espiritual, deber¨ªa escoger mejor las fuentes, sin dar motivo a pensar que desconoce en este caso el islam como religi¨®n ya que s¨®lo utiliza interpretaciones. Quiz¨¢s, por eso da por buena la definici¨®n de yihad como guerra santa, sin explicar su verdadero significado: esfuerzo y lucha de toda persona contra lo que desde su interior le impide seguir el camino elegido. Comparto que la fe no se impone con violencia o amenaza, siempre que lo apliquemos a todas las fes. ?Por qu¨¦ desde las jerarqu¨ªas se sigue silenciando a te¨®logos y te¨®logas y prohibiendo el acceso a las mujeres a funciones y puestos donde se toman las decisiones? ?No es esto violencia?", se pregunta la te¨®loga madrile?a.
Manuel Fraij¨®, catedr¨¢tico y decano de la Facultad de Filosof¨ªa de la Universidad a Distancia (UNED) dice: "La primera reacci¨®n de alguien que, como yo, tuvo el gran privilegio de escuchar, en la Universidad de Tubinga, las ¨²ltimas clases de Ratzinger fue de estupor. ?C¨®mo le ha podido ocurrir algo semejante a un intelectual de la altura teol¨®gica y filos¨®fica de Benedicto XVI? Pens¨¦ en la iron¨ªa -y en la crueldad- de la historia. El papa Ratzinger no se merec¨ªa, creo, ser el protagonista involuntario de este fatal malentendido.
En un segundo momento llegu¨¦ a pensar que tal vez precisamente su indiscutible condici¨®n de gran te¨®logo le hab¨ªa jugado una mala pasada. A veces, los grandes te¨®logos cristianos, sobre todo los alemanes, se encari?an tan apasionadamente con el cristianismo que se olvidan del conocimiento y estudio de las restantes religiones. K. Rahner confesaba que ¨¦ste hab¨ªa sido su caso".
La tercera reacci¨®n del profesor Fraij¨® nace de la lectura completa del texto pronunciado en Ratisbona. Dice: "El Papa comienza citando la sura 2,556, fundamental para Mahoma y para todo musulm¨¢n: 'Ninguna constricci¨®n en las cosas de la fe'. S¨®lo despu¨¦s y, como ejemplo de la incompatibilidad entre violencia y fe, acude al famoso di¨¢logo entre el emperador Manuel II Pale¨®logo y su culto interlocutor persa, un di¨¢logo en el que se denigra injustamente al islam. Estoy seguro de que no ha sido intenci¨®n de Ratzinger ofender a los creyentes musulmanes. ?l sabe que el islam es el paradigma de una genuina y aut¨¦ntica actitud religiosa. Su pecado ha estado en citar s¨®lo este texto. Pod¨ªa haberle a?adido alguno que ejemplificara la violencia de los cristianos. O mejor: deber¨ªa haber acudido s¨®lo a la propia historia cristiana. Siempre es mejor empezar por la propia casa... Pero, ni se debe denigrar al islam ni se deber¨ªa linchar a Benedicto XVI por una desgraciada e inoportuna cita".
Ram¨®n Teja, catedr¨¢tico de Historia Antigua en la Universidad de Cantabria y presidente de la Sociedad de Ciencias de las Religiones, piensa que el Papa ha cometido el error de hablar como un profesor universitario sin tener en cuenta que es la m¨¢xima autoridad de una religi¨®n que en muchos pa¨ªses isl¨¢micos es identificada con el colonialismo franc¨¦s, ingl¨¦s o americano que han sufrido durante siglos. A?ade: "En la Edad Media, mientras cristianos y musulmanes combat¨ªan con las armas por la primac¨ªa en el Mediterr¨¢neo, fue frecuente que sabios de uno y otro bando combatiesen con la pluma sobre la superioridad de su religi¨®n que todos consideraban revelada directamente por Dios. Son muchos los tratados literarios, filos¨®ficos y teol¨®gicos, como el citado por Benedicto XVI, que imitan, con frecuencia, a los que siglos antes hab¨ªan inspirado los enfrentamientos ideol¨®gicos entre paganos y cristianos".
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