Comunismo desde la Embajada USA
Los primeros panfletos antifranquistas del PCE salieron de la oficina de prensa estadounidense, seg¨²n un simposio
Nadie lo hubiera imaginado: desde la sede de la Oficina de Prensa de EE UU, en el arranque de la madrile?a calle de Don Ram¨®n de la Cruz, salieron los primeros panfletos comunistas contra Franco. Este hecho acaba de conocerse ahora, seis d¨¦cadas despu¨¦s, gracias a un simposio, celebrado en Oviedo, en el que dirigentes del PCE han repasado su historia. Para que surgiera aquel episodio en 1944, inconcebible durante las cuatro d¨¦cadas siguientes dada la hostilidad entre norteamericanos y sovi¨¦ticos a lo largo de la guerra fr¨ªa, tuvo que acaecer una conjunci¨®n de hechos entre cuyos engranajes se despleg¨® la vida de un espa?ol singular.
La consigna de modificar los tiempos hostiles mediante la palabra escrita presidi¨® la vida de Jaime Men¨¦ndez, nacido en 1901 de Feliciana Fern¨¢ndez y de Jos¨¦, un maestro de Cornellana, en el municipio de Salas (Asturias). Seg¨²n acaba de revelar su nieto Juan Manuel, Men¨¦ndez march¨® adolescente a Cuba con sus hermanos y all¨ª trabaj¨® en los almacenes de un paisano suyo. De noche estudiaba Periodismo y tambi¨¦n idiomas. Logr¨® dominar el ingl¨¦s y aquella destreza, junto con su bella manera de escribir, ser¨ªa el pasaporte que le permiti¨® ingresar en 1925 en el diario La Prensa, el primero en lengua hispana de Nueva York, y al poco, en The New York Times, donde ser¨ªa uno de los primeros espa?oles que escribi¨® en sus p¨¢ginas como redactor en plantilla.
En la ciudad del Hudson ingresar¨ªa en la logia Universal, una de las de m¨¢s solera de la masoner¨ªa estadounidense. En 1932, Jaime es enviado por el rotativo a Espa?a para hacer una serie de reportajes; viaja tambi¨¦n a Alemania, donde asiste -con espanto- al ascenso del nazismo. Regresa a Madrid. Se hace marxista. Ingresa en el Partido Comunista de Espa?a, donde militar¨ªa toda su vida: despu¨¦s de la Guerra Civil en la clandestinidad y antes y durante la contienda, abiertamente, como escritor en publicaciones comunistas, como Mundo Obrero, que en 1938 residi¨® en Alfonso XI, 4, hoy sede de la Cope, emisora episcopal.
Al terminar la guerra, Men¨¦ndez fue condenado a muerte. Preso en Aranjuez, consigue gracias a Pedro La¨ªn Entralgo, al que conoc¨ªa, ser trasladado a la prisi¨®n de Porlier, en Madrid, de donde sale libre en 1944 por sus contactos con diplom¨¢ticos estadounidenses. Comienza su trabajo con un funcionario de apellido Bonsal, que trabaja en Ram¨®n de la Cruz, 5, sede de la oficina de prensa de la entonces llamada Casa de Am¨¦rica, anexa a la Embajada de Estados Unidos. La misi¨®n norteamericana en Espa?a, durante la guerra, hab¨ªa estado enclavada en Villa Matilde Enea, en la playa de Ondarreta, de San Sebasti¨¢n, y luego, ya en Madrid, se reasentar¨ªa en el paseo del Cisne, 22; luego, en la calle de Miguel ?ngel, 8, hasta su instalaci¨®n en la Castellana 37 y Serrano 75, ya en 1956. Men¨¦ndez contaba al salir de la c¨¢rcel con un salvoconducto firmado por Emmet John Hughes, agregado de prensa, y sus adjuntos Theodor J. Pahle y Sidney Wise.
Seg¨²n testimonios de Armando L¨®pez Salinas y otros dirigentes comunistas en un simposio sobre la historia del PCE, celebrado en Oviedo, "los primeros panfletos comunistas surgieron de la sede diplom¨¢tica americana". As¨ª, se ha llegado a la conclusi¨®n de que fue el periodista espa?ol protagonista de aquella gesta clandestina, porque ¨¦l era el ¨²nico que contaba con cobertura, pericia y soltura para hacerlos. En una ocasi¨®n hist¨®rica en la que reg¨ªmenes comunistas y capitalistas colaboraron, de modo ins¨®lito, para detener a Hitler y Mussolini -aliados del r¨¦gimen de Franco-, Men¨¦ndez puso a disposici¨®n del Partido Comunista -a cuya estructura clandestina pertenec¨ªa, seg¨²n ha confirmado Santiago Carrillo a sus familiares- no s¨®lo su pluma, tambi¨¦n la multicopista ciclostiladora, invento ¨¦ste ideado por Gestetner en 1881, con la que la misi¨®n de EE UU contaba.
?Dispuso Men¨¦ndez de la aquiescencia de sus empleadores, los diplom¨¢ticos norteamericanos? Se desconoce. Aquella alianza contra natura, entre enemigos ac¨¦rrimos como el comunismo y el capitalismo norteamericano, fue aprovechada por Jaime Men¨¦ndez, que, en 1945, march¨® a T¨¢nger y se estableci¨® con su joven esposa, Avelina Ranz.
Desde T¨¢nger, donde publicaba sus an¨¢lisis como experto en asuntos internacionales, su magisterio period¨ªstico fue descubierto desde la agencia Efe por Vicente G¨¢llego. En 1957 lo llam¨® a Madrid para que hiciera la revista Mundo. "Manuel Fraga Iribarne", cuenta su nieto Juan Manuel Men¨¦ndez, "lo contrat¨® para la revista Pol¨ªtica Internacional". Colabor¨® con el Instituto de Estudios Pol¨ªticos, dirigido por el catedr¨¢tico falangista Jes¨²s Fueyo, y public¨® numerosos art¨ªculos en las revista Destino y SP. Casi nadie sab¨ªa que pertenec¨ªa al PCE clandestino. Jaime Men¨¦ndez trabaj¨® hasta su muerte, en 1969.
No pudo vivir el comunismo, pero luch¨® con tes¨®n y en secreto por conseguirlo.
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