Lorin Maazel lanza en Valencia su orquesta so?ada para el siglo XXI
La formaci¨®n de m¨²sicos j¨®venes del Palau de les Arts competir¨¢ con las grandes sinf¨®nicas del mundo
"Tiene tal fuerza y brillantez que ni yo mismo me lo pod¨ªa creer", fueron las primeras palabras de Lorin Maazel, el director musical de la Orquesta del Palau de les Arts. ?l mismo se hab¨ªa encargado de la selecci¨®n de los m¨²sicos. Pero no las ten¨ªa todas consigo. Hab¨ªa que escucharlos juntos. Los puso a prueba con La consagraci¨®n de la primavera, de Stravinski, obra con grandes exigencias para los m¨²sicos, y otras partituras complejas. "Potencialmente, puede competir con las mejores orquestas del mundo, aunque queda mucho trabajo", a?adi¨® Maazel.
Las expectativas, en cualquier caso, deben confirmase ante el gran p¨²blico a partir del 8 de octubre, cuando ofrezca su primer concierto. El 25 de octubre, la llamada oficialmente Orquestra de la Comunitat Valenciana inaugurar¨¢ la temporada estable de ¨®pera del gigantesco Palau de les Arts con Fidelio, de Beethoven, bajo la batuta de Zubin Mehta, segundo director de la formaci¨®n.
Se han vendido 7.000 abonos en unos d¨ªas en la primera temporada de ¨®pera en Valencia
"Lo que hace a una orquesta muy buena es que la gente tenga ganas de tocar"
La evoluci¨®n de la orquesta, con una media de edad que no llega a los 30 a?os, no ha hecho m¨¢s que alentar el entusiasmo. Eso dicen los directores y los m¨²sicos, j¨®venes pero con experiencia, y aquellos que han tenido acceso a los ensayos en el espectacular edificio dise?ado por Santiago Calatrava. "Nunca he visto a un grupo progresar tan r¨¢pido", apunta Kaynan Johns, el director ayudante de Maazel que est¨¢ ensayando con el conjunto. Los int¨¦rpretes hablan y transmiten sus sensaciones a otros colegas. Se corre la voz en el mundo de la m¨²sica. La orquesta de la Generalitat, formada a golpe de talonario, suena muy bien.
?gor Malinovski es el concertino del conjunto. Estuvo tres a?os en la orquesta de la ?pera de M¨²nich. Asegura con vehemencia que el sonido "es muy bueno, impresionante en las cuerdas". "?Puedes imaginar a casi un centenar de fant¨¢sticos m¨²sicos tocando juntos desde el principio? Hay mucho potencial, un gran poder de entusiasmo en el trabajo. Hay orquestas con m¨²sicos mucho m¨¢s expertos, pero el sonido puede parecer cansado; aqu¨ª no, porque los m¨²sicos j¨®venes est¨¢n llenos de fuerza. Eso es lo que hace su sonido especial", comenta el violinista ruso de 27 a?os. Le atrajo, adem¨¢s, la oportunidad "de formar parte de una nueva orquesta y crecer con ella, en un momento en el que muchas orquestas europeas est¨¢n perdiendo ayudas p¨²blicas".
La flautista-solista valenciana Magdalena Mart¨ªnez no duda: "La nueva orquesta ya puede considerarse una referencia en el panorama espa?ol". "A pesar de que llevamos pocos ensayos, se ve enseguida. Porque si haces una orquesta as¨ª, el resultado ha de ser casi inmediato. Cuando Maazel cogi¨® la batuta ya se vio su potencial. Despu¨¦s ha de madurar. Maazel fue muy buen violinista y se nota en la elecci¨®n de las cuerdas, que tienen un sonido muy peculiar y redondo. Tiene un nivel muy alto, sobre todo para lo que estamos acostumbrados en Espa?a. En el viento, le gustan los m¨²sicos que tengan flexibilidad con los instrumentos. Creo que con su criterio, bastante autoritario, hablo s¨®lo del criterio, ha conseguido una homogeneidad muy interesante", explica la int¨¦rprete de 43 a?os, que ha tocado con anterioridad en la Orquestra Ciutat de Barcelona y en la Sinf¨®nica de Madrid.
De los 91 m¨²sicos que integran la nueva orquesta 17 son espa?oles, de los cuales 12 son valencianos. A las pruebas de selecci¨®n, realizadas en Valencia y diversas capitales del mundo, se presentaron m¨¢s de 5.200 aspirantes. El presupuesto asciende a cerca de seis millones de euros anuales. La intendente del Palau de les Arts, la austriaca Helga Schmidt, defendi¨® desde el principio la creaci¨®n de una orquesta y no la reconversi¨®n de, por ejemplo, la Orquesta de Valencia, de titularidad municipal, como han hecho otras ¨®peras.
La presencia de dos estrellas de la direcci¨®n mundial ha funcionado como reclamo. Tambi¨¦n los sueldos ofrecidos. Un solista cobra casi 60.000 euros al a?o (entre 15.000 y 25.000 euros m¨¢s que la media de solistas de las orquestas espa?olas); el ayudante de solista, 54.000, y el tutti, 44.000 euros. La mayor¨ªa de los m¨²sicos son j¨®venes pero experimentados, algunos con una gran reputaci¨®n mundial, como el clarinetista valenciano Joan Enric Lluna.
El gallego David Fern¨¢ndez, trompa-solista, se?ala que en la Sinf¨®nica de la Radio B¨¢vara de M¨²nich y en la Sinf¨®nica de Galicia cobraba menos. Pero indica que la principal raz¨®n para concurrir a las pruebas ha sido "la oportunidad de tocar a un gran nivel internacional en Espa?a". "Quiz¨¢ sea la primera oportunidad real de hacerlo. No quiero decir que no haya nivel, pero no ha habido tradici¨®n y sigue sin haberla. Lo que hace que una orquesta sea muy buena no es s¨®lo la experiencia y el virtuosismo, es que la gente tenga ganas de tocar. Es fundamental la exigencia de cada uno y que podamos aprender de los directores", concluye.
Espa?a cuenta con 26 orquestas, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Orquestas Sinf¨®nicas (AEOS), y una decena de orquestas juveniles. La gran mayor¨ªa floreci¨® al calor de la instauraci¨®n de la democracia y de la descentralizaci¨®n auton¨®mica, paralelamente a la construcci¨®n de nuevos auditorios. Durante el franquismo, tan s¨®lo una media docena de orquestas subsist¨ªa al erial musical y cultural. El nivel de esas formaciones, compuestas en su mayor¨ªa por funcionarios, era bajo o muy bajo. Muy lejos quedaba el esplendor musical espa?ol del renacimiento o el barroco; tan lejos como la distancia que separaba las formaciones espa?olas de las grandes orquestas del mundo.
En los ¨²ltimos 25 a?os, el nivel ha mejorado de manera notable. Pero no hay ninguna orquesta espa?ola de renombre internacional comparable a las de Berl¨ªn, Viena, Londres, Chicago o a la Royal Concertgebouw de Amsterdam. "Es cierto que Espa?a no tiene una orquesta de ese nivel internacional. Pero una cosa es el renombre y otra la realidad. Porque muchos directores han venido a Espa?a y se han quedado sorprendidos del buen nivel", apunta Jorge Culla, gerente de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid y directivo de la AEOS. A sus o¨ªdos ya han llegado las buenas vibraciones de la orquesta del Palau de les Arts. Culla sostiene que tiene todos los mimbres para ser una orquesta del m¨¢s alto nivel internacional.
"El punto de partida es muy alto, pero una orquesta no se hace en un mes o en un a?o; necesita tiempo", asevera Abili Fort, secretario t¨¦cnico de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, y antes de las orquestas Ciutat de Barcelona y de Balears. Defiende la mejor¨ªa de las orquestas espa?olas y recuerda que "Espa?a no tiene ni la cultura musical ni la historia de pa¨ªses como Alemania, Austria o Inglaterra".
Se dice que el nivel orquestal de un pa¨ªs es el ¨ªndice de su cultura. Esa falta de tradici¨®n explicar¨ªa la diferencia de nivel con las grandes orquestas, m¨¢s que cualquier otro factor, como la condici¨®n de funcionarios de los m¨²sicos, argumenta Fort. El modelo de una orquesta con m¨²sicos funcionarios persiste en orquestas veteranas como la Nacional de Espa?a, RTVE, Barcelona o Valencia, pero cada vez hay m¨¢s contratados laborales. Ahora pisan con fuerza la Sinf¨®nica de Galicia, la de Tenerife o la de Granada. Se tiende a que las orquestas dependan de una fundaci¨®n para dinamizar su funcionamiento. ?l caso del Palau.
Fort sostiene que el anquilosamiento, los vicios y la falta de est¨ªmulos no derivan tanto de la "condici¨®n de funcionarios de los m¨²sicos como del convenio colectivo que marca las normas de trabajo". Culla incide en que "las orquestas son para el ocio del ciudadano y deben ajustarse a ello, a tocar los fines de semana, por ejemplo. Pero est¨¢ cambiando la mentalidad. O¨ªr a otros combate el estancamiento. Los m¨²sicos j¨®venes salen fuera y vuelven con nuevas experiencias y modos de trabajo.
Robin Hong, de 24 a?os, ha salido de Washington para vivir en Valencia por "la oportunidad de tocar en una nueva orquesta, con dos grandes directores y m¨²sicos j¨®venes de todo el mundo". "He tocado la viola en otras orquestas, pero no hab¨ªa tenido esta oportunidad de empezar desde cero. La orquesta necesita tiempo para conseguir un sonido de grupo. La gente viene de todas partes, se acaba de conocer, pero creo que el nivel es muy alto", agrega. A su lado, la violinista coreana de 25 a?os Yon Joo Lee asiente y a?ade: "Adem¨¢s, conocer un nuevo pa¨ªs es excitante, sobre todo a trav¨¦s de una orquesta en la que todo es nuevo y cuyo sonido es joven; por tanto, diferente. Y me gusta vivir en Espa?a, en Valencia".
Tambi¨¦n es nuevo para Maazel, de 76 a?os, crear una orquesta, pese a su dilatada experiencia. Se embarc¨® en el proyecto de la mano de la intendente, al igual que Mehta, de 70 a?os. Pero el primer candidato era Jes¨²s L¨®pez Cobos. Ante la incertidumbre por los continuos retrasos, acept¨® la oferta del Teatro Real. Quiz¨¢ ahora la n¨®mina de directores genere m¨¢s impactos medi¨¢ticos, en consonancia con la arquitectura de Calatrava.
La intendente y antigua asesora del Covent Garden reitera que el contenido ha de estar a la altura del continente. El edificio, con cuatro salas, ha multiplicado casi por cuatro el coste del proyecto original, que ha ido cambiando, hasta alcanzar los 300 millones de euros.
Sobre el nivel de implicaci¨®n de los dos cotizados directores, muy consagrados y en la recta final de su carrera, Schmidt y Fort sostienen que crear la orquesta es un gran aliciente para Maazel, y que tanto ¨¦l como Mehta est¨¢n seducidos por la magnitud del proyecto musical y arquitect¨®nico.
El Palau de les Arts es el buque insignia de la pol¨ªtica cultural de la Generalitat y de su presidente, Francisco Camps, del PP, responsable directo de su creaci¨®n. Camps dice que la programaci¨®n ser¨¢ "la de mayor calidad que se pueda dar en ninguna otra ¨®pera del mundo" y "compartir¨¢ espacio" con el Real de Madrid y el Liceo de Barcelona. Anunci¨® en el Covent Garden que a la oferta tradicional de sol y playa, Valencia suma la cultura.
Para el PSPV-PSOE, sin embargo, el Palau es un "aut¨¦ntico despilfarro". Los socialistas han mostrado facturas de gastos en hoteles de lujo (alguna de m¨¢s de 2.000 euros la noche), limusinas y viajes en primera clase, y considera desproporcionados los sueldos de los responsables del Palau, como el de Schmidt, que supera los 156.000 euros, el doble de su hom¨®logo del Teatro Real. La intendente especifica que ejerce dos funciones.
Al margen de la pol¨¦mica pol¨ªtica, la venta de abonos para la primera temporada ha sido un ¨¦xito. Se han vendido casi 7.000. El m¨¢s caro cuesta 1.254 euros y 76 el m¨¢s barato (hay 80 butacas de nula o escasa visibilidad). La programaci¨®n incluye las ¨®peras Fidelio, La boh¨¨me, Don Giovanni, La Belle et la B¨ºte, La bruja, Cyrano de Bergerac, Simon Boccanegra, El oro del Rin y La valquiria. Pl¨¢cido Domingo, Waltraut Meier o Matti Salminen son algunas voces que probar¨¢n la sala principal, de 1.640 butacas. Tambi¨¦n se ha programado un ciclo sinf¨®nico y de solistas, con figuras como Barenboim. El presupuesto del primer trimestre asciende a 16 millones de euros. El Ministerio de Cultura aportar¨¢ financiaci¨®n y entrar¨¢ en el patronato del Palau, sede tambi¨¦n del Cor de la Generalitat, uno de los m¨¢s prestigiosos conjuntos vocales.
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