Deferr aparca la far¨¢ndula
Tras dos a?os sin dedicarse plenamente a la gimnasia, el bicampe¨®n ol¨ªmpico se concentra de cara al Mundial de octubre
"Esto s¨ª que es hist¨®rico. Ver a Gervi vestido de largo", exclamaba Fernando S¨ªscar, entrenador del equipo masculino de gimnasia el viernes en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid (CAR). Gervi es Gervasio Deferr, doble campe¨®n ol¨ªmpico de salto y gran especialista tambi¨¦n en suelo, las dos ¨²nicas pruebas en las que los gimnastas visten pantal¨®n corto. Se ha puesto mallas hasta los tobillos porque le toca el turno en paralelas, un aparato en el que no se entrenaba desde hace seis a?os y que, junto a la barra fija y sus dos grandes especialidades, prepara estos d¨ªas para los Mundiales que empiezan en Aarhus (Dinamarca) el pr¨®ximo 14 de octubre.
As¨ª que Gervi ha vuelto. Otra vez. A punto de cumplir 26 a?os, los diez ¨²ltimos en la alta competici¨®n, la carrera del catal¨¢n ha sido una sucesi¨®n de entradas y salidas del gimnasio. Por las lesiones y por su car¨¢cter, demasiado rebelde seg¨²n algunos para un deporte que exige una disciplina total y dobles sesiones de entrenamiento diarias. Ahora parece m¨¢s centrado, con la gimnasia otra vez en el centro de su vida. Lo reconoce el seleccionador nacional, ?lvaro Montesinos: "Gervi est¨¢ bien de forma, muy metido en la preparaci¨®n".
"Tengo la suerte de poder hacer otras cosas y mientras pueda seguir¨¦ haci¨¦ndolo"
Para el deportista es m¨¢s sencillo: "Ante todo soy gimnasta", exclama, lo que contrasta con su ritmo de vida desde el verano de 2004, muy alejado del de cualquier deportista de ¨¦lite: estrella invitada en series y concursos de televisi¨®n, miembro de una expedici¨®n al Aconcagua, promociones, actos sociales... Todo ello no le impidi¨® participar, aunque en una sola prueba y con escaso ¨¦xito, en los Mundiales de 2005. "Tengo la suerte de poder hacer otras cosas y mientras pueda compaginarlas con la gimnasia seguir¨¦ haci¨¦ndolo", razona.
Por ahora le ser¨¢ imposible. Desde hace algo m¨¢s de tres meses Deferr se entrena unas cinco horas diarias bajo la mirada de Alfredo Hueto, su entrenador de toda la vida, el mismo que le descubri¨® con apenas ocho a?os y con el que vive una relaci¨®n de amor-odio. Ahora toca amor: "No me imagino entren¨¢ndome con otro. El d¨ªa que se retire, me voy", dice el gimnasta, que vive y se entrena en Barcelona gracias a un acuerdo con el Consejo Superior de Deportes y s¨®lo se traslada a Madrid para las concentraciones de la selecci¨®n.
Sobre por qu¨¦ ha a?adido dos aparatos a su programa de entrenamientos, explica que le "apetec¨ªa hacer gimnasia, no s¨®lo saltar". Pero aunque es un gimnasta decente tanto en paralelas como en barra, en ninguno de ellos llega al nivel que alcanza en salto y suelo. El primero le di¨® la gloria ol¨ªmpica y el segundo es su asignatura pendiente: aunque fue medallista en los Mundiales de 1999, perdi¨® la plata en 2002 por un positivo de cannabis y se le ha atragantado en las citas ol¨ªmpicas. Por lo visto el viernes, Deferr ha recuperado su mejor ejercicio en este aparato y puede so?ar con una medalla. Ni se lo plantea. "Mi ¨²nico objetivo es entrar en el equipo", asegura modesto. Y es que Gervi sabe que ni sus ¨¦xitos anteriores ni su nombre internacional, algo crucial en un deporte subjetivo como la gimnasia, le aseguran el billete a Dinamarca, donde cuenta m¨¢s la estrategia del equipo que los ¨¦xitos individuales. Tampoco tiene plaza fija Rafael Mart¨ªnez, bronce absoluto en el ¨²ltimo Mundial y campe¨®n de Europa en 2004. La lista se conocer¨¢ el pr¨®ximo fin de semana.
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