La Generalitat de Catalu?a tambi¨¦n negocia con los rectores que la calidad determine el presupuesto

Andaluc¨ªa es la comunidad que est¨¢ trabajando en el cat¨¢logo m¨¢s concreto para medir la calidad universitaria. Pero no es la ¨²nica. Las universidades catalanas, por ejemplo, recibir¨¢n en el futuro una parte de su financiaci¨®n para gastos de personal y de funcionamiento en funci¨®n de sus resultados docentes e investigadores. ?sta es la filosof¨ªa del plan que negocia el Gobierno catal¨¢n con los rectores y que contempla pasar de unas transferencias a las universidades de 523 millones de euros en 2003 a 1.031 en 2010, un crecimiento en t¨¦rminos reales (descontada la inflaci¨®n) del 56%. Se espera que el plan est¨¦ aprobado en los pr¨®ximos d¨ªas.

Las universidades deber¨¢n cumplir algunos objetivos que se est¨¢n acabando de perfilar, entre ellos, contener el gasto corriente (personal y gastos generales) y dedicar recursos a prejubilaciones de personal, dado que el n¨²mero de alumnos lleva a?os a la baja y el de profesores permanece estable. Tambi¨¦n se tendr¨¢ en cuenta el porcentaje de alumnos que logran empleo al acabar sus estudios, el esfuerzo investigador, la duraci¨®n de los estudios, as¨ª como el aumento de los docentes dedicados a investigaci¨®n y el ¨¦nfasis en captar estudiantes del resto de Espa?a y del extranjero.

Algo parecido se firm¨® en la Comunidad Valenciana en 1999, aunque sin el nivel de concreci¨®n del cat¨¢logo andaluz. Los rectores llegaron a un acuerdo de financiaci¨®n basada en la consecuci¨®n de unos objetivos vinculados a la docencia, investigaci¨®n y desarrollo, cultura y empleo, entre otros indicadores gen¨¦ricos. Las cinco universidades se compromet¨ªan a aumentar la calidad para disputarse el 10% de la financiaci¨®n global universitaria. Un estudio de la patronal valenciana certific¨® en 2003 que el modelo era v¨¢lido a ra¨ªz de los resultados que de ¨¦l se iban derivando.