Trini Borrull, maestra de danza, bailarina y bailaora
Fue una figura emblem¨¢tica del ballet espa?ol del siglo XX
Nacida de padre austriaco y madre valenciana (su verdadero nombre era Trinidad Flandorfer Borrull), ven¨ªa por l¨ªnea materna de una importante saga de artistas del flamenco; su abuelo era el guitarrista Miguel Borrull Jim¨¦nez y su t¨ªa La Gitana Blanca; su otra t¨ªa, la bailaora Julia Borrull, fue modelo de Julio Romero de Torres.
A los cinco a?os su madre la llev¨® a ver un recital de Pastora Imperio, y la ni?a Trini se escap¨® y se subi¨® a escena por un instinto que era en realidad su vocaci¨®n. A los siete a?os su madre la inscribi¨® en la hist¨®rica academia de ballet cl¨¢sico de Julia Castelao en la calle de la Aduana y de all¨ª pas¨® a estudiar la Escuela Bolera con ?ngel Pericet y Luisa Pericet; tambi¨¦n tom¨® clases con El Estamp¨ªo.
Con los frecuentes viajes familiares a Barcelona, Trini Borrull ingres¨® all¨ª en la academia de Pauleta Pamies. Su deb¨² fue tambi¨¦n en Barcelona en el teatro Apolo; luego la descubri¨® el cr¨ªtico y escritor Alfonso Puig, que alert¨® a Sebasti¨¢n Gash. Escribieron sobre ella y fueron quienes le presentaron a Juan Magri?¨¢, primera figura del Gran Teatro del Liceo, con quien se estren¨® en un recital en el Palau de la M¨²sica que prepararon en s¨®lo dos semanas. De all¨ª pas¨® al Liceo y estrenaron enseguida su primer ballet juntos: Corrida de feria. En 1937 fue nombrada primera bailarina y core¨®grafa. En 1940 fue con Magri?¨¢ a la ?pera de Z¨²rich, donde estrenaron su versi¨®n de El amor brujo.
Desde 1944 mantuvo abierta su academia en Barcelona, adem¨¢s de colaborar en cinco filmes como bailarina y core¨®grafa. En 1946 fund¨® su propia compa?¨ªa con la que debut¨® en el teatro Calder¨®n de Barcelona, un esfuerzo enorme para la ¨¦poca, con 22 bailarines y una orquesta de 35 m¨²sicos. Entre sus ballets est¨¢n su Bolero de Ravel, Capricho espa?ol y Sonatina, de Halffter, adem¨¢s de su reconstrucci¨®n de El amor brujo inspirada por el original de Antonia Merc¨¦.
En una gira por las islas Canarias, donde actu¨® en los teatros P¨¦rez Gald¨®s de Las Palmas y el Quimera de Santa Cruz de Tenerife, conoci¨® al que ser¨ªa su esposo y por quien abandon¨® la escena en 1949, justo cuando ten¨ªa en sus manos un contrato para ir a bailar al Carnegie Hall. Al mudarse a Las Palmas continu¨® su carrera de maestra, formando a varias generaciones de bailarinas y futuros maestros.
Su labor de conferenciante con temas como el legado sobre Antonia Merc¨¦ la llevaron al teatro Col¨®n de Buenos Aires, la Bienal de la Danza de Ly¨®n y la C¨¢tedra de Flamencolog¨ªa de Jerez de la Frontera, entre muchos otros lugares. Fue precisamente en Jerez, en 2000, donde se le dio un homenaje. En 1989 recibi¨® la medalla de plata de las Bellas Artes, y en 2002 se inaugur¨® en Las Palmas un centro coreogr¨¢fico con su nombre.
De un enorme tes¨®n y voluntad, Trini Borrull, una de las ¨²ltimas figuras emblem¨¢ticas de la generaci¨®n fundacional del ballet espa?ol del siglo XX, luch¨® contra el mal de Parkinson, y se empe?¨® en crear una serie de ejercicios para mitigar los efectos de esa enfermedad; todos los d¨ªas hac¨ªa sus ejercicios de barra y tocaba sus casta?uelas. Al morir, estaba preparando un libro recopilatorio de sus vivencias y recuerdos.
Su libro La danza espa?ola, editado hace m¨¢s de 20 a?os por Meseguer y del que se han hecho varias ediciones, sigue siendo fundamental (y en su formato ¨²nico) para el conocimiento y did¨¢ctica de la danza espa?ola y sus coreograf¨ªas de tradici¨®n.
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