Sonrisas de hielo
Aunque ya se hab¨ªa estrenado anteriormente la notable Bienvenidos a la casa de mu?ecas (1995), el cin¨¦filo espa?ol descubri¨® la cruel manera de contar historias y de radiografiar a la sociedad americana de Todd Solondz gracias a la corrosiva, inmunda, pat¨¦tica, sangrante, l¨²gubre y mordaz Happiness (1998). All¨ª hab¨ªa un autor quiz¨¢ no demasiado preocupado por la forma de filmar sus productos, pero s¨ª uno de esos despiadados bichos raros que describen el mundo que les rodea con la original¨ªsima desfachatez del que no teme provocar bochorno en el espectador que acude a disfrutar/sufrir con sus historias.
Casi una d¨¦cada m¨¢s tarde, y tras una carrera no demasiado prol¨ªfica (desde entonces s¨®lo ha estrenado la inquietante Storytelling, de 2001), nos llega con un par de a?os de retraso su ¨²ltima filmaci¨®n: Pal¨ªndromos, brutal s¨¢tira de la sociedad estadounidense en la que se reflexiona sobre la penosa educaci¨®n sexual a la que se ven sometidos los ni?os y adolescentes por parte de unas familias que ofrecen desde el m¨¢s absoluto desamparo hasta el m¨¢s f¨¦rreo control f¨ªsico y ps¨ªquico. Utilizando la figura del t¨ªtulo, Solondz nos viene a decir que nadie est¨¢ capacitado para cambiar a lo largo de su existencia; que, como los pal¨ªndromos que ya se lean de izquierda a derecha o viceversa siguen diciendo exactamente lo mismo, el ser humano est¨¢ inhabilitado para dejar atr¨¢s las amarguras que le han forjado un determinado car¨¢cter. As¨ª, los chicos andan desnortados en un mundo en el que no se sabe si es peor la desviaci¨®n pederasta o la caza de brujas social que inculpa por meras sospechas (una situaci¨®n de la que ya nos hablaba el portentoso documental Capturing the Friedmans).
PAL?NDROMOS
Direcci¨®n: Todd Solondz. Int¨¦rpretes: Rachel Corr, Valerie Shusterov, Matthew Faber, Ellen Barkin. G¨¦nero: tragicomedia. EE UU, 2004. Duraci¨®n: 100 minutos.
Como tambi¨¦n le ocurr¨ªa a sus anteriores productos, la pel¨ªcula posee una realizaci¨®n de lo m¨¢s sencilla y una fotograf¨ªa de tonos sucios que nunca se sabe si es sello de autor o mera desidia formal. Sin embargo, en lo que s¨ª arriesga el director, y de qu¨¦ forma, es en la representaci¨®n de su protagonista, llamada (pal¨ªndromo) Aviva: una preadolescente interpretada por siete actrices distintas, de diferentes f¨ªsicos, razas y hasta edades.
Una metodolog¨ªa que, como ya ocurr¨ªa en Ese oscuro objeto del deseo, de Luis Bu?uel (donde ?ngela Molina y Carole Bouquet compart¨ªan personaje), no s¨®lo no desconcierta sino que adem¨¢s perturba. De modo que Pal¨ªndromos se convierte en un golpe seco capaz de hacer re¨ªr con cosas que en principio no tienen la m¨¢s m¨ªnima gracia para despu¨¦s congelar la diversi¨®n con su lacerante sentido de la perversi¨®n.
Babelia
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