Miedo a la libertad

El radicalismo religioso vencer¨¢ si las culturas democr¨¢ticas y liberales temen el ejercicio de la libertad. Retirar de la programaci¨®n una de las grandes obras maestras de Mozart en Berl¨ªn por miedo a una minor¨ªa islamista exaltada supone un golpe al coraz¨®n del esp¨ªritu democr¨¢tico europeo. No se puede ceder ante el 1% de una determinada religi¨®n porque se decida cortar la cabeza en el montaje de una ¨®pera a Buda, Jesucristo y Mahoma. El problema est¨¢ localizado en ese 1% islamista radical, porque ning¨²n cristiano ni budista se ha atrevido a cuestionar la libertad del artista. Paso a paso, el radicalismo se apodera de nuestras vidas y nos va limando los valores que impusimos tras la Revoluci¨®n Francesa. Pero el cambio est¨¢ suponiendo un paso atr¨¢s. No se puede escribir nada que cite al revelador de Al¨¢, ni representarle en una vi?eta. La sociedad occidental tiene miedo, y la sociedad isl¨¢mica debe actuar contra esa minor¨ªa desprestigiadora. Benedicto XVI ha sido una de las primeras v¨ªctimas de este retroceso de libertades, pero no ser¨¢ el ¨²nico. La cultura, la educaci¨®n y la inteligencia son el ¨²nico ant¨ªdoto para curar de su locura a los "asesinos religiosos". Europa, concebida como un conjunto de religiones y culturas, no debe permitir la extensi¨®n religiosa armada ni la renuncia a sus valores. No tengamos miedo. Las "victorias" en el siglo XXI ser¨¢n ideol¨®gicas, no armadas.