Del Dogma a la comedia de enredo
Lars von Trier sorprende con una inteligente s¨¢tira donde no deja t¨ªtere con cabeza
Con Karaula, del croata Rajko Grlic, concluyeron las proyecciones de las pel¨ªculas de la secci¨®n oficial que aspiran a alguno de los premios del certamen. Previamente, se present¨® -fuera de concurso- El jefe de todo esto, la nueva pel¨ªcula de Lars von Trier. Hoy s¨¢bado se proyectar¨¢, tambi¨¦n sin aspirar a premio, el filme Lonely hearts, del estadounidense Todd Robinson, y se dar¨¢ a conocer el fallo del jurado internacional que, presidido por Jeanne Moreau, y como suele ser habitual, tratar¨¢ de sorprender a la prensa y al p¨²blico, probablemente m¨¢s con la originalidad de sus decisiones que con el aprecio de los sorprendidos.
El jefe de todo esto es la nueva demostraci¨®n del gran talento de Von Trier. Quien a?os atr¨¢s conmocion¨® el establecimiento cinematogr¨¢fico con una h¨¢bil jugada de marketing que llam¨® Dogma, quien despu¨¦s deslumbr¨® con pel¨ªculas realizadas desde el coraz¨®n del imperio como Dogville o Manderlay, presenta ahora una comedia espl¨¦ndida, rodada en Dinamarca en cinco semanas, con actores daneses, con un nuevo sistema de c¨¢mara y sonido, Automavisi¨®n, y al margen de las grandes alharacas publicitarias, o casi.
El propietario de una empresa inform¨¢tica danesa est¨¢ a punto de venderla a un magnate island¨¦s, proceso absolutamente veros¨ªmil desde hace tiempo. El problema es que el fundador y due?o de la empresa de alta tecnolog¨ªa se invent¨® un presidente (el jefe de todo eso) a quien atribu¨ªa todas las decisiones desagradables de la sociedad. El grit¨®n y desde?oso island¨¦s, amante, c¨®mo no, de las sagas, exige que sea el inexistente presidente el que firme los documentos de la compraventa, para lo que se tendr¨¢ que contratar a un actor en paro que cumpla dicho papel. Y ah¨ª comienza el enredo, los malentendidos, las crisis de conciencia, los celos y vanidades, toda una galer¨ªa de sentimientos y situaciones en las que la palabra es la reina de la casa. Unos di¨¢logos espl¨¦ndidos en los que la iron¨ªa no deja t¨ªtere con cabeza, incluido el cine Dogma, el esp¨ªritu nacional ("es t¨ªpico de los daneses morirse de risa cuando les tratan de est¨²pidos", escribe el realizador en el press-book), las relaciones laborales, el egocentrismo del actor, el revanchista desprecio del island¨¦s; en fin, lo dicho: un alarde de inteligencia que estimula las risas de los espectadores desde el principio al fin.
Karaula (Puesto de frontera), de Rajko Grlic, es una pel¨ªcula correcta que comienza como una comedia costumbrista y termina dram¨¢ticamente. La acci¨®n transcurre en 1987 en un peque?o puesto de la frontera entre la todav¨ªa Yugoslavia y Albania. El teniente al mando de la peque?a guarnici¨®n coge una s¨ªfilis que, naturalmente, deber¨¢ ocultar a su mujer. No encuentra otra soluci¨®n que bloquear el alejado puesto fronterizo ante la amenaza de una presunta invasi¨®n albanesa. Nadie puede bajar al pueblo hasta que pase el peligro, que coincidir¨¢ con el fin del tratamiento con antibi¨®ticos que recibe clandestinamente. Un arranque divertido que se podr¨ªa integrar en ese casi subg¨¦nero cinematogr¨¢fico del antibelicismo entendido como fuente de regocijo (MASH, de Robert Altman; C¨®mo gan¨¦ la guerra, de Richard Lester; La vaquilla, de Berlanga, o Mediterr¨¢neo, de Gabriele Salvatore, entre otras muchas) y que evoluciona lentamente hacia un final dram¨¢tico. Como se apunta en la ¨²ltima escena, cuatro a?os despu¨¦s de los hechos narrados, Yugoslavia dej¨® de existir inmersa en una terrible guerra civil.
Ya s¨®lo queda cumplimentar una vez m¨¢s el rito de la quiniela de los premios, ritual que no tiene otra finalidad en este caso que el comprobar las diferencias que existen entre el jurado internacional y el cronista, y en las que, por supuesto, el jurado siempre tiene la raz¨®n de seguir aceptando como v¨¢lida aquella frase tan querida por los ya casi extintos marxistas-leninistas que sentenciaba: "Docenas o cientos, incluso miles de ojos, ven m¨¢s que dos", un cuantitativo ataque al individualismo.
Mejor pel¨ªcula: Delirious (Tom DiCillo), Vete de m¨ª (Garc¨ªa Le¨®n) o Niwemang (Bahman Ghobadi). Mejor director: Agnieszka Holland (Copying Beethoven). Mejor actriz: Nathalie Baye (Mon fils ¨¢ moi) o Lola Due?as (Lo que s¨¦ de Lola). Mejor actor: Juan Diego (Vete de m¨ª) o Steve Bucemi (Delirious). Mejor fotograf¨ªa: Ashley Rowe (Copying Beethoven). Mejor gui¨®n: Bobcat Goldthwait (Sleeping dogs lie). Hoy se sabr¨¢ en qu¨¦ administraci¨®n de loter¨ªa ha tocado el Gordo.
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