"El car¨¢cter ha marcado mi vida"
De vuelta a la pista, Duishebaev compite gracias a la fuerza mental que forj¨® su carrera y le hizo ser el mejor central del balonmano mundial
"El f¨²tbol es mi pasi¨®n", explica Talant Duishebaev, jugador-entrenador del Balonmano Ciudad Real, mientras ve por televisi¨®n el derby madrile?o. Duishebaev es seguidor del Madrid. "Lo apoyo sobre todo en los momentos dif¨ªciles. Lo f¨¢cil es hacerlo cuando todo va bien", asegura. La frase esconde el car¨¢cter de este luchador incansable, curtido en la vida y considerado en la pista el mejor central del mundo. Como t¨¦cnico del Ciudad Real, afronta ahora otro reto: el de compaginar su trabajo de entrenador con el de jugador por la grave lesi¨®n de Zorman. "Me he criado en un ambiente dif¨ªcil y el car¨¢cter que tengo ha marcado mi vida. Si tomo una decisi¨®n, no es para ser protagonista. Hay muy pocas cosas en la vida que no puedo cumplir. Con 38 a?os, no puedo hacer las mismas cosas que un chaval de 20, pero, por mi car¨¢cter, por mi genio, s¨¦ que puedo competir con ellos. Estoy a la altura en fuerza, en velocidad, en todo, del m¨¢s preparado de la Liga Asobal", dice un confiado Duishebaev.
El padre del jugador, funcionario musulm¨¢n del Ministerio de Agricultura en Kirgizist¨¢n, ex rep¨²blica sovi¨¦tica fronteriza con China, le llam¨® Talant "porque quer¨ªa un talento en la familia". Lo encontr¨® en el deporte. Con 12 a?os, Duishebaev boxeaba y jugaba al f¨²tbol, al baloncesto y al hockey sobre hielo. El fr¨ªo de su ciudad le oblig¨® a refugiarse en un pabell¨®n y entonces descubri¨® el balonmano. A los 17 a?os se march¨® a jugar a Mosc¨² y desde entonces lo ha ganado casi todo. En 1994 lleg¨® a Espa?a y pidi¨® la nacionalidad "por miedo a la mafia rusa". Un hermano hab¨ªa sido asesinado y otro hab¨ªa fallecido en un sospechoso accidente de tr¨¢fico. Aprendi¨® el castellano con facilidad, lleg¨® a la selecci¨®n espa?ola y hace casi dos a?os se retir¨® en el Ciudad Real tras un paso por Alemania en el que lleg¨® a pasar una noche en la c¨¢rcel por sus problemas con el fisco y despu¨¦s de renunciar a la oferta de su vida: 600.000 euros anuales por jugar tres temporadas en Qatar. De la pista pas¨® al banquillo de manera natural. "Siempre supo que iba a ser entrenador", recuerda C¨¦sar Argil¨¦s, el seleccionador nacional que le dirigi¨® en dos Mundiales y los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas 2004. "Se siente muy espa?ol. Dio lecciones de hispanidad. Ahora tiene una tarea complicada. Como entrenador, debe detectar sus propios errores cuando est¨¦ jugando y eso es muy dif¨ªcil psicol¨®gicamente", apunta Argil¨¦s, que le dio clases de sistemas defensivos en el curso de entrenadores.
"Es algo dif¨ªcil compaginarlo, s¨ª, aunque, de momento, lo llevo bastante bien. Nos repartimos la responsabilidad Ra¨²l Gonz¨¢lez [el segundo entrenador] y yo hasta que el equipo funcione bien y los lesionados se recuperen. Es m¨¢s duro cuando estoy en el campo. Entonces, decide Ra¨²l. Debe saber cu¨¢ndo cambiarme. Y, al volver al banquillo, decido yo. Antes del partido marcamos las pautas", explica. Con 38 a?os, Duishebaev no parece un ex jugador. Tras su retirada, ha seguido entren¨¢ndose y levantando pesas. "Peor ser¨ªa si hubiera estado 16 meses parado y tuviera cinco kilos de m¨¢s. ?sta era la mejor soluci¨®n en vez de gastar muchos millones. El ¨²nico miedo es que no salga bien. Yo era, soy y seguir¨¦ siendo entrenador. Rotundamente, no me hac¨ªa ninguna ilusi¨®n volver a jugar. Nunca lo pens¨¦. Mi ilusi¨®n era seguir form¨¢ndome como entrenador, no jugar m¨¢s", asegura Talant; "no me gusta el protagonismo".
Como t¨¦cnico, aplica su particular filosof¨ªa. "Muchos entrenadores me han marcado en mi carrera, pero hay que adaptarse a estos tiempos. El balonmano ha cambiado much¨ªsimo desde mi ¨¦poca de jugador hasta ahora. Quiero ser yo mismo", dice. Mantiene, eso s¨ª, la misma ambici¨®n y entrega de siempre, aunque su sangre caliente se ha calmado. Hace cuatro a?os agredi¨® con un balonazo a un jugador del Alcobendas durante un partido amistoso.
Del banquillo a la pista y viceversa. La agenda le deja pocas horas libres a Duishebaev. Ha tenido tiempo al menos para aprender ingl¨¦s, adem¨¢s de saber hablar alem¨¢n y ruso, y se refugia en las pel¨ªculas hist¨®ricas como Cleopatra y Lo que el viento se llev¨® y en los libros de historia de los siglos XVI, XVII y XVIII. "Lo moderno no me gusta mucho", dice Talant. En los momentos de m¨¢xima tensi¨®n se acerca al mar o al r¨ªo a pescar -"me gustar¨ªa tener m¨¢s tiempo; me encanta, me relaja mucho"-. Y se distrae, como ayer, con un partido de f¨²tbol.
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