El Ramad¨¢n en una nave industrial

Son las dos de la tarde del pasado viernes en la plaza del Mar de Alicante. Mohamed y Said, junto a otros sesenta inmigrantes, todos practicantes del islam, se disponen a entrar en un autob¨²s rumbo al pol¨ªgono industrial Pla de la Vallonga, a unos tres kil¨®metros en el extrarradio. Media hora despu¨¦s, en una austera y fr¨ªa nave industrial y en compa?¨ªa de otros cinco centenares de fieles, celebran el d¨ªa grande de su fiesta religiosa por excelencia: el Ramad¨¢n. La comunidad isl¨¢mica de Alicante, unas 4.000 personas, la mayor¨ªa inmigrantes marroqu¨ªes y argelinos, opt¨® por ese recinto como mezquita provisional en 2005. Una orden judicial clausur¨® el templo oficial, en un inmueble de la fachada norte del litoral de Alicante.

Durante el viaje en autob¨²s los fieles (todos hombres) guardan un silencio sepulcral. Y casi todos esgrimen su desconocimiento del espa?ol para eludir preguntas.

El mutismo general lo rompen, entre otros, Mohammed (un marroqu¨ª que lleva cinco a?os en Alicante) y Said, con un tres lustros de estancia en Espa?a, y un tercer hombre que prefiere mantener el anonimato. "No creo que sea el mejor lugar para orar, pero no hay otro", afirma Mohammed. "Es nuestro d¨ªa grande y nos adaptamos a todo", a?ade Said, quien explica la ausencia de mujeres: "Ellas, generalmente, oran en casa". Los neutros comentarios de Said y Mohammed contrastan con la opini¨®n m¨¢s cr¨ªtica del hombre que prefiere no identificarse. "El cierre de la mezquita fue por racismo. As¨ª de claro", asegura. Este devoto de Al¨¢, tambi¨¦n inmigrante marroqu¨ª, no tuvo reparos en comentar las ¨²ltimas y pol¨¦micas opiniones del Papa Benedicto XVI sobre la religi¨®n isl¨¢mica y su profeta Mahoma. "El Papa no tiene ni idea de lo que es el islam. Y, adem¨¢s, sus frases han sido premeditadas, al inicio de nuestra fiesta grande, el Ramad¨¢n", asevera. "El islam es tolerancia, y ah¨ª est¨¢ la prueba de los ocho siglos de ocupaci¨®n de la pen¨ªnsula, nunca se oblig¨® a ning¨²n cristiano a convertirse a la fe de Al¨¢", asegura. Ya en el interior de la nave del pol¨ªgono industrial los fieles se alinean en direcci¨®n a la Meca y, tras o¨ªr el serm¨®n del im¨¢n de Alicante, se entregan una hora a una silenciosa oraci¨®n dirigida a Al¨¢.

El cierre de la mezquita de Alicante fue acordado el pasado a?o por un juez a ra¨ªz de la denuncia de la comunidad de vecinos del inmueble que consider¨® ilegal las obras de reforma. Ahora, la Audiencia de Alicante ha fallado a favor de la comunidad isl¨¢mica, que ha preferido seguir en la nave industrial para los actos del Ramad¨¢n los viernes, a la espera de acabar definitivamente la remodelaci¨®n del centro.