Cincuenta sonrisas

Llegan con los ojos asustados e ilusionados a un tiempo, aunque algunos son muy peque?os y apenas entienden qu¨¦ sucede. Lo que saben es que ¨¦ste es el ¨²nico camino para la esperanza, para lograr un futuro. Cada a?o aterrizan en el Pa¨ªs Vasco varios menores procedentes de cualquier pa¨ªs africano para ser tratados de diferentes dolencias m¨¦dicas. Lo hacen gracias al programa Viaje hacia la vida, de la ONG Tierra de Hombres, que cuenta con la colaboraci¨®n del Departamento de Sanidad, la Comisi¨®n 0,7 del Hospital de Txagorritxu (por la que el personal del centro dona esa cantidad de su salario para este programa) y la Diputaci¨®n de ?lava.

Tierra de Hombres es una ONG con sede en Madrid y seis delegaciones en Espa?a, una de ellas en Euskadi, donde Viaje hacia la vida funciona desde 1997. "En ese tiempo, y sumando los cuatro que a¨²n faltan por venir este a?o, habremos tra¨ªdo a 52 ni?os", explica Ana Salazar, responsable vasca de este programa.

Un grupo de voluntarios cubre por turnos las 24 horas de la estancia del menor en el hospital

La llegada al aeropuerto de Bilbao, el viernes pasado, de un ni?o de dos a?os y una ni?a de seis, para ser tratados en el Hospital de Cruces, volvi¨® a poner de actualidad la importante labor que se realiza de forma altruista. "Para los ni?os todo es gratuito. Viven en familias de acogida, que les proporcionan comida, techo y vestimenta, ya que vienen sin equipaje", comenta Salazar. La estancia de cada menor tiene una duraci¨®n distinta, dependiendo de la patolog¨ªa. "Una cardiopat¨ªa suele requerir tres o cuatro meses. La ni?a que lleg¨® el viernes para tratarse de quemaduras ya estuvo ocho meses en una primera estancia", indica la responsable del programa.

En principio, cualquier persona puede ser acogedora, aunque es fundamental que se tenga tiempo para estar con el peque?o. Cuando est¨¢n hospitalizados, existe un grupo de voluntarios para ayudar a cubrir las 24 horas de la estancia del menor en el hospital. Adem¨¢s, cada ni?o cuenta con otra familia de apoyo, "para que la de acogida respire y para que el menor tenga otro referente familiar", apunta Salazar.

"En Euskadi no operamos todas las patolog¨ªas. En Cruces se atienden cardiopat¨ªas y, ¨²ltimamente, tambi¨¦n cirug¨ªa pl¨¢stica; en Txagorritxu, traumatolog¨ªa, y en el Hospital Donostia, problemas maxilofaciales. A veces nos ha llegado alg¨²n caso de oftalmolog¨ªa, que se puede operar en los tres centros", explica la responsable de Viaje hacia la vida.

Estos ni?os no pueden ser tratados en sus pa¨ªses de origen ni en los cercanos y la intervenci¨®n es vital. "Los que nos env¨ªan vienen muy al l¨ªmite; en sus pa¨ªses no tienen esperanza de vida", asegura Salazar. De hecho, los padres saben que pueden no regresar. "En Euskadi no hemos tenido ning¨²n fallecimiento. S¨®lo dos veces los m¨¦dicos nos dijeron que no pasar¨ªan de la noche, pero luego se recuperaron". Los padres de los menores est¨¢n informados en todo momento. "Nunca se les oculta informaci¨®n, tanto si es buena como mala. Pero no suelen hablar con ellos por tel¨¦fono, porque eso retrasa la recuperaci¨®n", concluye Salazar.