Belleza sin provocaci¨®n
La actuaci¨®n de la Bonachela Dance Company el pasado mi¨¦rcoles en el Mercat de les Flors ha despertado mucha expectaci¨®n. Se quer¨ªa conocer el trabajo de su director, el bailar¨ªn y core¨®grafo catal¨¢n Rafael Bonachela (La Garriga, 1972), que ven¨ªa salpicado de ¨¦xitos y premios. Bonachela ha desarrollada su carrera profesional en Londres desde principios de los noventa. Primero como bailar¨ªn de la Rambert Dance Company y despu¨¦s como core¨®grafo de esta misma compa?¨ªa, adem¨¢s de realizar numerosos trabajos para otras compa?¨ªas internacionales. Recientemente ha formado su propia compa?¨ªa, la Bonachela Dance Company, y su primer espect¨¢culo, Voices, que estren¨® el pasado mes de junio en Londres, es el que ofreci¨® en el Barcelona. Voices, una coproducci¨®n del Centro de las Artes del Movimiento y del South Bank, est¨¢ formado por dos coreograf¨ªas (A¨®tfak y Set Boundaries) cuya idea y direci¨®n son de Bonachela, pero que firma el catal¨¢n junto con sus bailarines. Como la mayor¨ªa de los trabajos coreogr¨¢ficos de la actualidad, est¨¢n marcadas por los temas de las guerras actuales y los problemas de la inmigraci¨®n, y como en ellos, su baile est¨¢ esculpido por el gesto violento.
En 'Voices', del core¨®grafo catal¨¢n Rafael Bonachela, no hay transgresi¨®n
En conjunto, Voices es un espect¨¢culo bello, en el que la m¨²sica, la voz y la iluminaci¨®n forman un todo. No es danza teatro, sino que su baile es puro movimiento. Las frases coreogr¨¢ficas son fluidas y muestran una riqueza gestual interesante, si bien se trata de un baile que se mueve en los par¨¢metros que rigen la danza contempor¨¢nea actual en el sector m¨¢s conservador. En Voices no hay transgresi¨®n ni provocaci¨®n, lo que desilusion¨® a un sector del p¨²blico que acudi¨® al Mercat, aquel que siempre est¨¢ ¨¢vido de emociones fuertes, m¨¢s a¨²n cuando la retina de muchos de ellos guarda fragmentos del reciente inolvidable espect¨¢culo Le salon, del Peeping Tom.
La funci¨®n comenz¨® con A¨®tfak, que interpretan los seis bailarines del grupo -Theo Clinkard, Delphine Gaborit, Amy Hollingsworth, Khamlane Halsaackda, Alan Lambie y Sarah Storer- y que es una reflexi¨®n sobre las fronteras ps¨ªquicas y f¨ªsicas que acotan al ser humano. El cuerpo de los bailarines se retuerce en un gesto de rebeld¨ªa contra las limitaciones. La intensa m¨²sica del compositor italiano Luciano Berio, Naturale, compuesta para viola, percusi¨®n y voz, est¨¢ inspirada en la m¨²sica tradicional italiana. El baile es vital, los bailarines muestran una gran preparaci¨®n t¨¦cnica y su gesto se acopla a la m¨²sica de Berio en una simbiosis cautivadora. La minimalista escenograf¨ªa de Alan McDonald a base de un desnudo muro y las c¨¢lidas luces de Lee Curran, que mezcla los colores naranjas con los azules, contrastan con la tristeza que provoca el gesto de los bailarines mecidos por la electrizante m¨²sica de Berio. El atractivo de esta pieza son los contrastes entre los diferentes elementos que le dan vida.
En la segunda coreograf¨ªa, Set Boundaries, Bonachela trabaja sobre una composici¨®n hecha a medida por Matthew Herbert, el vanguardista m¨²sico ingl¨¦s, que mezcla en esta ocasi¨®n en un paisaje sonoro el ruido de los impactos de balas, el ruido de helic¨®pteros y otros sonidos electr¨®nicos punzantes para ilustrar el poema que sobre la muerte escribi¨® el autor norteamericano Alan Seeger, titulado Rendez-vous with death. A lo largo de la pieza tambi¨¦n se oyen las palabras reales de una solicitud de asilo de un kurdo-iraqu¨ª que emigr¨® recientemente a Inglaterra.
Coreogr¨¢ficamente es un trabajo denso, los bailarines se sienten en una c¨¢rcel, su soledad les motiva a api?arse, sus movimientos son encadenados, la opresi¨®n y sus ansias de libertan impulsan su ahogado movimiento. Es una pieza ¨¢rida en la que las im¨¢genes que se proyectan de una prisi¨®n, custodiada por militares asi¨¢ticos, subrayan la asfixia que destila la pieza. Al final, los aplausos se dividieron entre c¨¢lidos y fr¨ªos.
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