Europa renuncia a la victoria
Expertos de la UE plantean las necesidades de la defensa europea ante los desaf¨ªos de 2025
De un lado un mundo envejecido, rico, satisfecho, sin capacidad de sufrimiento, energ¨¦ticamente dependiente y en dura competencia por recursos escasos. Enfrente, un mundo joven, en expansi¨®n, pobre, abocado a la emigraci¨®n, inestable. De un lado Europa, enfrente el mundo que ya se asoma a la muralla. As¨ª es como un grupo de expertos describe el paisaje global a 20 a?os vista en su primer intento de definir las capacidades y necesidades de defensa de Europa hacia 2025. A nuevos tiempos, nuevas metas: la victoria es cosa del pasado; el futuro es la estabilidad.
Los ministros de Defensa de la UE acaban de dar su visto bueno gen¨¦rico a esta Visi¨®n a largo plazo de las necesidades de la defensa europea en la que han trabajado durante casi un a?o un selecto grupo de militares, polit¨®logos, investigadores e industriales. Se trata de determinar qu¨¦ debe hacer Europa para garantizar su seguridad en un mundo crecientemente complejo, interdependiente y desigual. El trabajo es lo que Javier Solana, m¨¢ximo responsable de la elaboraci¨®n del estudio, define l¨ªricamente como "una br¨²jula que nos ayude a avanzar en la niebla del futuro".
Da idea del nuevo marco que la palabra "enemigo" s¨®lo aparece dos veces en las 28 p¨¢ginas del documento, aplastada por numerosas referencias a "adversario" y, sobre todo, a "oponente".
El estudio considera altamente improbable que Europa vaya a ser atacada en su propio territorio. Las crisis y amenazas estar¨¢n fuera y requerir¨¢n el empleo de fuerzas expedicionarias, multinacionales y multiinstrumentales. "Las intervenciones no implicar¨¢n necesariamente la existencia de combates. La presencia de fuerzas multinacionales apoyadas y simbolizando el compromiso pol¨ªtico colectivo de la Uni¨®n puede muy bien impedir el desencadenamiento de hostilidades", se?ala el documento, que resume la ideolog¨ªa del intervencionismo europeo: "El objetivo no es la victoria, entendida en el sentido cl¨¢sico, sino la moderaci¨®n, el equilibrio de intereses y la resoluci¨®n pac¨ªfica de conflictos; en una palabra, la estabilidad".
El oponente plantear¨¢ una serie de problemas como la explotaci¨®n a fondo a la asimetr¨ªa (reforzada por la esperable proliferaci¨®n de capacidades nucleares, biol¨®gicas y qu¨ªmicas) con la que compensar su incapacidad para competir contra medios convencionales. Pero el enemigo tambi¨¦n estar¨¢ en casa y est¨¢ identificado. "El efecto CNN y la aversi¨®n a las bajas que se le asocia son ya conocidos", dice el documento."Es improbable que las fuerzas de la UE implicadas en una operaci¨®n de gesti¨®n de crisis se vean privadas del ¨¦xito militar, pero puede que no consigan los objetivos marcados si no se ha comprendido o planificado adecuadamente para un entorno complejo", en el que la vertiente militar es s¨®lo una faceta junto a la promoci¨®n de los derechos humanos, el imperio de la ley, la gobernanza y la lucha contra las m¨²ltiples facetas de la delincuencia organizada. Afganist¨¢n e Irak ponen de relieve el sinsentido de pensar en una imposici¨®n f¨¢cil.
Ante el descenso demogr¨¢fico (en 2025 los europeos apenas ser¨¢n el 6% de la poblaci¨®n mundial, con una edad media de 45 a?os, con la mitad de los ciudadanos en la jubilaci¨®n y una ca¨ªda del 15% en la cohorte de la que se extraen los soldados), la UE deber¨¢ incrementar su inversi¨®n en tecnolog¨ªas de la defensa para poder garantizar la seguridad. Porque los actuales dos millones de hombres en armas, 10.000 carros de combate y 3.000 aviones que acumula la UE son excesivos e innecesarios para los nuevos desaf¨ªos, concluye el informe, la ¨²ltima palabra sobre seguridad la tiene el contribuyente europeo.
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