"La ciudad perdida' es la historia de un amor imposible"
El pr¨®ximo 3 de noviembre se estrenar¨¢ en Espa?a La ciudad perdida, el primer largometraje de ficci¨®n que dirige e interpreta Andy Garc¨ªa (La Habana, 1956), con In¨¦s Sastre, Bill Murray y Dustin Hoffman, entre otros muchos. Una sobria y elegante declaraci¨®n de amor a Cuba, a sus gentes y a su m¨²sica, como no pod¨ªa ser de otra forma si a?adimos que el gui¨®n es de Guillermo Cabrera Infante. La m¨²sica popular cubana, las noches legendarias de La Habana no pod¨ªan encontrar mejores cronistas de ese inmenso talento musical que tiene nombres propios: Cachao, Rolando Laserie, Beny Mor¨¦, Freddy, Bola de Nieve el Septeto Nacional de Ignacio Pi?iero, Lecuona, Celia Cruz, Chocolate Armenteros y tantos compositores e int¨¦rpretes geniales.
"No s¨¦ qu¨¦ va a pasar, pero s¨ª creo que el movimiento que lidere la vuelta a la democracia tiene que surgir de Cuba, no puede venir de fuera"
"La relaci¨®n que tuve con Guillermo Cabrera Infante fue para m¨ª una de las cosas m¨¢s importantes de mi vida"
Pregunta. El motor de la pel¨ªcula, cuyo proyecto le llev¨® m¨¢s de 15 a?os, fue Tres tristes tigres, la obra maestra de Cabrera Infante.
Respuesta. ?se fue el primer libro que yo le¨ª de Guillermo y me gust¨® mucho c¨®mo ambient¨® La Habana y c¨®mo habl¨® de ella. Cuando tuve la oportunidad de presentar ese proyecto a los estudios Paramount, y tengo que explicar que a los estudios hay que hablarles de una forma simple, les dije que la idea era una combinaci¨®n de Casablanca y El Padrino pero en La Habana de finales de los a?os cincuenta, una historia de una familia de tres hermanos. Tambi¨¦n les expliqu¨¦ que me encargar¨ªa de buscar un buen escritor porque yo ya ten¨ªa en mente a Guillermo, ?qui¨¦n lo iba a hacer mejor que ¨¦l?
P. Desde que comienza la pel¨ªcula ya se ve que ah¨ª est¨¢ la esencia de Tres tristes tigres.
R. S¨ª, tiene que estar. Hay muchos elementos de Tres tristes tigres que el propio Guillermo incorpor¨® al gui¨®n, como tambi¨¦n de Vista del amanecer desde el tr¨®pico. Nadie ha descrito mejor el mundo del cabaret, la vida nocturna de La Habana de esos a?os que ¨¦l. La relaci¨®n que tuve con Guillermo fue para m¨ª una de las cosas m¨¢s importantes de mi vida. Creo que ha sido la persona m¨¢s inteligente, el mayor intelectual que yo he conocido en mi vida. Ten¨ªa un gran conocimiento de todo.
P. Es verdad, y adem¨¢s nada presuntuoso.
R. Nada en absoluto. Cuando le pregunt¨¦ ?c¨®mo quieres que te ponga en los cr¨¦ditos?, me contest¨®: escritor cubano.
P. Sorprende su adoraci¨®n por Cuba, por su cultura. La ciudad perdida es una gran declaraci¨®n de amor a la isla aunque cuando usted sali¨® con su familia ten¨ªa poco m¨¢s de cinco a?os.
R. Yo me cri¨¦ con una profunda nostalgia y amor por Cuba. Toda mi memoria y todo ese inter¨¦s m¨ªo empez¨® desde muy joven, primero por la m¨²sica y, despu¨¦s, por la fotograf¨ªa, la literatura, la arquitectura, todo lo que era Cuba, y espec¨ªficamente esa ¨¦poca de oro que eran los a?os cuarenta y cincuenta. Y eso se refleja en la pel¨ªcula. Ten¨ªa el gui¨®n de Cabrera Infante, que era una biblia, y hab¨ªa que adaptar el gui¨®n y reducir esa biblia, porque la primera versi¨®n del gui¨®n era como para ocho horas.
P. ?Ese gusto por lo cubano es tambi¨¦n influencia de su padre, Ren¨¦ Garc¨ªa, El Alcalde?
R. Seguro. Viv¨ªamos en la playa de Miami Beach pero viv¨ªamos entre exiliados y, por supuesto, la cultura era muy cubana en la casa y entre los amigos, y jud¨ªa-americana en la escuela. Creo que esa nostalgia, ese amor profundo que tiene el exiliado, es m¨¢s profundo y m¨¢s fuerte que el que tiene el que sigue en el pa¨ªs natal. La met¨¢fora de la pel¨ªcula es la de un amor imposible, que se refleja tanto en la relaci¨®n de Fico, mi personaje, con su cu?ada Aurora, como en la relaci¨®n con su pa¨ªs.
P. Desde una industria muy menor como la espa?ola, sorprende el que usted, un actor de ¨¦xito en Estados Unidos, tardara 15 o 16 a?os en poder realizar su proyecto.
R. Pero el ¨¦xito como actor no tiene nada que ver con realizar un proyecto. En la industria del cine norteamericano nunca te explican claramente por qu¨¦ te dicen que no. Te dicen, es muy interesante pero, mira, ahora mismo no es para nosotros. No explican directamente que les ca¨ªste pesado, o que el gui¨®n no sirve, o que no es comercial... mantienen un tono bastante diplom¨¢tico. Pero, inclusive cuando la pel¨ªcula ya estaba terminada, los distribuidores no le ve¨ªan una salida comercial en absoluto.
P. Eso creo que lo coment¨® Bill Murray cuando ley¨® el gui¨®n; "Esta pel¨ªcula no la va a ver nadie pero yo quiero participar en ella". ?A qu¨¦ atribuye esa resistencia del mundo de los distribuidores o de los productores?
R. Si tuviera la respuesta a eso me hubiera ahorrado much¨ªsimo tiempo. No s¨¦, en este momento los distribuidores americanos est¨¢n tratando de encontrar la forma de atraer al p¨²blico latinoamericano a los cines, no saben c¨®mo llegar al p¨²blico. Quieren pero no tienen la manera de cuajar ese negocio. Pero yo les dec¨ªa, ¨¦sta no es una pel¨ªcula para los latinoamericanos. Es una pel¨ªcula normal y corriente. Cuando haces una pel¨ªcula como El paciente ingl¨¦s no se la quieres ense?ar a los pacientes ingleses sino a todo el mundo. Yo no soy jud¨ªo pero voy a ver La lista de Schlinder, me interesa el Holocausto. ?Por qu¨¦ una pel¨ªcula sobre Cuba va a ser s¨®lo para los cubanos? Es una pel¨ªcula hist¨®rica, universal.
P. Hist¨®rica y universal pero tambi¨¦n muy personal.
R. Bueno, yo soy producto de esa historia. Yo soy exiliado, de familia de exiliados, y la historia de la pel¨ªcula es una met¨¢fora de un amor imposible: ama su tierra pero no puede estar con ella. Y ¨¦se es el sentimiento que todos los exiliados tienen con su pa¨ªs natal, no s¨®lo los cubanos. Hay un momento de la pel¨ªcula en el que cuando Fico est¨¢ pasando el control del aeropuerto para irse definitivamente, el miliciano que le registra la maleta le dice: "No te puedes llevar Cuba contigo", porque ve que se lleva sus discos, sus recuerdos de la isla, y le quitan algunas cosas y le dejan otras, las que no tienen valor para ellos. Pero eso le pas¨® a mi padre y yo lo vi como ni?o. Le quitaron lo poco que ten¨ªamos en ese momento, pero no le quitaron un disco de Beny Mor¨¦, porque no le ve¨ªan valor a eso. Pues pese a que a Fico le dicen que no se puede llevar Cuba consigo, ¨¦l se la lleva en su coraz¨®n. Se lleva Cuba con ¨¦l y puede descubrir su cultura otra vez y echar p'alante, que ¨¦sa es la idea del gui¨®n de Cabrera Infante: que Fico, por fin, pod¨ªa encontrar su cultura y reconstruir a su mundo, sus ra¨ªces, fuera de Cuba.
P. Hay un aspecto muy honesto en el filme porque se presenta una Cuba, una Habana, espl¨¦ndida, con un excelente trabajo de decoraci¨®n, de vestuario, y, en cambio, cuando Fico llega a Nueva York pasa directamente a lavar platos, no hay una mitificaci¨®n del para¨ªso. La llegada de Fico a Estados Unidos es dura.
R. Bueno, eso lo hizo mi padre. Al llegar entr¨® en una cantina, de ayudante. Un tiempo despu¨¦s, parece que el hombre de la cantina ya no quer¨ªa trabajar m¨¢s y mi padre se la compr¨®, y bueno, no ahorr¨¢bamos mucho dinero pero com¨ªamos bien, y todos los exiliados pasaban por la noche a casa, porque la comida no se pod¨ªa guardar. Todos iban por la noche a recoger las sobras de la cantina. Pero mi padre no pod¨ªa ni fre¨ªr un huevo. Era un abogado que nunca ejerci¨® porque fue alcalde toda su vida. Ten¨ªa tambi¨¦n una finca en Cuba pero no sab¨ªa trabajarla.
P. ?Qu¨¦ siente un actor como usted dirigiendo a monstruos como Bill Murray o Dustin Hoffman?
R. Esta gente son colegas, amigos, yo les admiro much¨ªsimo, por supuesto, son figuras grand¨ªsimas de la industria pero aparte son colegas, ellos est¨¢n ah¨ª por m¨ª.
P. Pero, ?mantuvo una relaci¨®n cl¨¢sica de director con los actores?
R. C¨®mo no. Desde el principio Dustin me dijo: "T¨² me tienes que decir lo que quieres que haga...".
P. Aunque en su pel¨ªcula la pol¨ªtica no es el tema central, est¨¢ presente a lo largo de toda la historia. La isla viv¨ªa la transici¨®n de una dictadura, la de Batista, a un nuevo r¨¦gimen. Ahora, 47 a?os despu¨¦s de lo que se convirti¨® en otra dictadura, parecen crecer las expectativas de un nuevo cambio. ?Qu¨¦ opina de ello?
R. Sinceramente, no s¨¦ si va a haber cambios. Todav¨ªa est¨¢ bajo una dictadura militar. Ojal¨¢ que haya cambios, yo rezo, tengo esa esperanza, pero no veo ninguna indicaci¨®n. Hay un movimiento de disidencia en Cuba al que hay que darle voz. La democracia tiene que llegar pero no s¨¦, sinceramente, qu¨¦ va a pasar. Lo que s¨ª creo es que el movimiento que lidere la vuelta a la democracia tiene que surgir de Cuba, no puede venir de fuera.
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