La pol¨ªtica toca fondo en Israel
Los esc¨¢ndalos y la corrupci¨®n arrastran a los dirigentes israel¨ªes hacia el descr¨¦dito
Un presidente, Moshe Katsav, al que la polic¨ªa imputa delitos de violaci¨®n; un primer ministro, Ehud Olmert, dando bandazos, sin agenda pol¨ªtica y tratando de sacar conejos de la chistera; dos ex ministros -Haim Ramon y Tzahi Hanegbi- que ayer pisaron los tribunales, el primero acusado de besar en la boca a la brava a una soldado que no acced¨ªa al deseo de Ramon, y el segundo por fraude en la designaci¨®n de altos cargos; un partido, el Laborista, que es una jaula de grillos y que ha enterrado su programa social; y un l¨ªder emergente, Avigdor Lieberman, que es un campe¨®n de la derecha m¨¢s extrema y que no se corta respecto a todo lo que huela a palestino: "Hay que ejecutar a los parlamentarios ¨¢rabes-israel¨ªes por deslealtad con el Estado de Israel", dijo semanas atr¨¢s aludiendo a varios colegas de esca?o. Un editorial del diario Yediot Ahoronot alertaba ayer: "Hoy Israel se halla en uno de los momentos de mayor turbaci¨®n de su historia". El descr¨¦dito de su clase dirigente ha alcanzado cotas desconocidas.
"El pa¨ªs est¨¢ en uno de los momentos de mayor turbaci¨®n de su historia", sostiene un diario
No rigen los destinos del pa¨ªs ex generales que, cuando menos, se hab¨ªan jugado el pellejo en las guerras libradas desde 1948. Y ha sido precisamente la guerra contra Hezbol¨¢ este verano la espoleta de la desafecci¨®n y el desencanto. Las encuestas otorgan a Kadima la mitad de los 29 esca?os con que ahora cuenta en el Parlamento; los laboristas pierden cuatro de los 19 asientos.
Mientras, la extrema derecha -Likud y algunos con tesis abiertamente racistas- se recupera y se frota las manos. Olmert rechaz¨® una comisi¨®n de Estado independiente, a nombrar por el Tribunal Supremo, para investigar el fiasco de L¨ªbano, y opt¨® por crear una comisi¨®n designada por ¨¦l mismo. Trata de capear el temporal, pero se le acumulan los quebraderos de cabeza.
Es por ello que el lunes Olmert invit¨® a todos los grupos parlamentarios a sumarse a su Gobierno. Pero el primero con el que ya ha negociado es Lieberman. El primer ministro, ya de por s¨ª derechista, mira m¨¢s a la derecha en busca de apoyos que le permitan aferrarse al sill¨®n. Entre otros motivos, porque varios de los 19 diputados del Partido Laborista, socios en la coalici¨®n que cuenta con 67 de los 120 esca?os, no le garantizan el respaldo en la aprobaci¨®n de los Presupuestos.
Muchos de ellos van a su aire y el l¨ªder laborista, Amir Peretz, es incapaz de poner orden en sus filas. As¨ª las cosas, ?c¨®mo se va a acordar Olmert de su promesa estrella durante la campa?a electoral de marzo? La evacuaci¨®n de buena parte de las colonias jud¨ªas en Cisjordania y la delimitaci¨®n de las fronteras con los palestinos, con o sin su acuerdo, queda en el limbo.
Ahora se propone otras metas: reformar el sistema legal para dotar al Ejecutivo de mayor estabilidad y la elaboraci¨®n de una Constituci¨®n. Cuestiones de las que ni una palabra se dec¨ªa en su programa de Gobierno. Y ha colocado el asunto de la capacidad nuclear iran¨ª en el centro del debate. No hay estrategia, salvo la que concierne a la represi¨®n de los palestinos. Ayer, el Ej¨¦rcito mat¨® a cuatro j¨®venes en Cisjordania.Y todo apunta a una radicalizaci¨®n de la vida pol¨ªtica.
El lunes, el profesor Robert Aumann, ultraortodoxo y premio Nobel de Econom¨ªa en 2005, declaraba: "El deseo de vivir como el resto de las naciones nos mantendr¨¢ tal vez 50 a?os, si a¨²n seguimos aqu¨ª... Somos demasiado sensibles a nuestras bajas y a las del otro lado. En la guerra de Yom Kipur murieron 3.000 soldados israel¨ªes. Suena terrible, pero fue un peque?o cambio". Escalofriante.
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