Un mill¨®n de hogares enganchados a eMule
El intercambio gratuito de archivos se ha convertido en el primer uso de Internet en Espa?a
"Es como entrar a una tienda gigantesca y tener a tu alcance toda la cultura del siglo XX. Series, m¨²sica, pel¨ªculas, muchas de ellas que ni siquiera las puedes comprar porque no est¨¢n a la venta. Y todo gratis. Cuando estoy frente a mi eMule me siento como un ni?o al que le dejan en una pasteler¨ªa por la noche y le dicen que puede comer lo que quiera". Es el testimonio de Luis, de 29 a?os, educador infantil, y uno de los ¨²ltimos enganchados al eMule, el programa m¨¢s famoso de intercambio de archivos por Internet, conocido como P2P [siglas de peer to peer, de par a par].
Actualmente, un mill¨®n de hogares realiza descargas intensivas de contenidos de Internet a trav¨¦s de estos programas gratuitos, seg¨²n las cifras facilitadas por las principales compa?¨ªas telef¨®nicas que ofrecen la conexi¨®n a Internet por banda ancha (ADSL y cable). No se trata de descargas puntuales, sino de abonados que tienen conectados 24 horas al d¨ªa sus ordenadores para recibir todo tipo de contenidos.
"Es una obsesi¨®n. Al levantarme miro a ver qu¨¦ se ha descargado", explica un usuario
Las descargas copan ya entre el 75% y el 85% del tr¨¢fico total de Internet en Espa?a
Pero el n¨²mero de usuarios del P2P es mucho mayor y depende del n¨²mero de miembros que lo usen en cada casa. Los datos facilitados por los operadores vienen a coincidir con el ¨²ltimo estudio del Observatorio Europeo de Informaci¨®n Tecnol¨®gica, que estima que el 20% de los abonados de banda ancha espa?oles utilizan el P2P, por encima de la media europea, aunque por detr¨¢s de pa¨ªses como Alemania (34%), Francia (31%) o EE UU (52,4%).
El funcionamiento del P2P es relativamente sencillo. Basta tener una conexi¨®n a Internet de banda ancha y descargarse (gratis) el programa de intercambio. Despu¨¦s, el usuario decide qu¨¦ contenidos de los que tiene almacenados en su disco duro (m¨²sica, pel¨ªculas, fotograf¨ªas, software, juegos) quiere compartir. El programa le pondr¨¢ en contacto con otros miles de ordenadores que tambi¨¦n han abierto su PC. En este punto s¨®lo queda buscar lo que se quiere conseguir, y descargarlo del ordenador de los dem¨¢s.
El m¨¢s popular de los programas P2P es eMule (ap¨®cope de electronic mule, mula electr¨®nica en ingl¨¦s). Fue desarrollado en 2002 por el alem¨¢n Hendrik Breitkreuz (m¨¢s conocido por su apodo, Merkur) y desde entonces m¨¢s de 240 millones de usuarios lo han descargado en su PC. El sitio oficial (www.eMule-project.net) es mantenido completamente gratis por 11 personas. Tal vez la base de su ¨¦xito resida en su sistema de cr¨¦ditos solidario: quien m¨¢s archivos comparte m¨¢s descargas recibe. "El eMule y el P2P ya no es un reducto de inform¨¢ticos, sino una pr¨¢ctica habitual entre todo tipo de personas. Hemos convencido a mi suegra para que se compre un ordenador de segunda mano para dedicarlo exclusivamente a descargar material. Mi padre, que a¨²n no tiene ni m¨®vil, nos utiliza a m¨ª y a mi hermano como camellos f¨ªlmicos que le suministran las pelis que no puede ver en televisi¨®n. Y a mi primo, que est¨¢ en Finlandia estudiando y le han prohibido las descargas, le enviamos desde Madrid, gracias a un servidor, las series de televisi¨®n que m¨¢s echa de menos", dice Miguel ?ngel, 29 a?os, un periodista experto en nuevas tecnolog¨ªas.
Los datos parecen dar la raz¨®n a Miguel ?ngel. De los m¨¢s de 15,5 millones de internautas espa?oles (cifras de Red.es), un 42,6% realiza intercambio de archivos por P2P; de ellos, el 35,6% lo hace todos o casi todos los d¨ªas, seg¨²n el estudio de la Asociaci¨®n para la Investigaci¨®n de Medios de Comunicaci¨®n de febrero pasado.
Al margen de la pol¨¦mica sobre los derechos de autor, el P2P se ha convertido en fen¨®meno cultural y sociol¨®gico sin parang¨®n desde que Internet se populariz¨®. Baste decir que, seg¨²n los operadores telef¨®nicos, el P2P supone ya en Espa?a entre el 75% y el 85% del tr¨¢fico total de Internet.
El hambre del usuario del P2P no tiene l¨ªmites. Seg¨²n datos facilitados por los operadores, frente a los 500 megas de tr¨¢fico mensual que consume un usuario normal de Internet (correo electr¨®nico, navegaci¨®n por p¨¢ginas web, etc¨¦tera), el peer medio emplea 16 veces m¨¢s, y el usuario intensivo casi 300 veces m¨¢s, con un consumo cercano a los 150 gigas, que le permiten almacenar 200 pel¨ªculas o 30.000 canciones en un solo mes. Por eso, se ha multiplicado por cinco la venta de discos duros externos y la venta de DVD y CD v¨ªrgenes alcanz¨® el a?o pasado la cifra de 300 millones de unidades.
"Es una obsesi¨®n. Antes de acostarme y cada vez que me levanto miro mi eMule para ver lo que me ha descargado. Me he bajado pel¨ªculas que he tenido que borrar sin verlas porque ya no ten¨ªa memoria en mi disco duro. Ahora me dedico a bajar versiones de mis canciones favoritas. De Stand by me, tengo pr¨¢cticamente todas", apunta Luis.
En programas como eMule se pueden encontrar desde estrenos cinematogr¨¢ficos, cuya descarga dura entre uno y tres d¨ªas, hasta pel¨ªculas mudas o cl¨¢sicos descatalogados y series de televisi¨®n antiguas, que pueden tardar semanas en alojarse en el PC. El ¨²ltimo ¨¦xito musical se puede tener en apenas 20 minutos. En el hit parade del P2P ahora mismo est¨¢n la pel¨ªcula Ice Age 2 y la cancion de Madonna Hung up, seg¨²n la p¨¢gina especializada PeerMind.
Con este flujo de contenidos a disposici¨®n de los peers, se consolida la pol¨¦mica sobre si el P2P es s¨®lo un instrumento de pirater¨ªa o, por el contrario, una poderosa herramienta de difusi¨®n cultural. "Si me bajo algo y realmente me gusta, compro el DVD. Si no me interesa, lo escucho un par de veces o lo borro, y ya est¨¢. Y no hay que olvidar que los verdaderos impulsores del P2P no son piratas sin escr¨²pulos, sino individuos dispuestos a emplear mucho tiempo en subtitular pel¨ªculas, editarlas o subirlas a Internet a cambio de nada", defiende Miguel ?ngel.
Pero no es oro todo lo que reluce en el P2P. Los usuarios tiene que enfrentarse a trampas como los archivos falsos o fakes, en los que, bajo el nombre de una pel¨ªcula de estreno, aparece en realidad un largometraje casero o una pel¨ªcula porno. Tambi¨¦n hay que tener cuidado con los virus que se cuelan en el ordenador o con los archivos que se comparten, pues no es la primera vez que el ¨¢lbum familiar de fotos o incluso datos personales circulan libremente por la red por un descuido.
eMule es el m¨¢s popular pero no el ¨²nico programa de P2P. Otros son LimeWire, WinMX, BiTorrent, Shareaza, Freenet, Pando o Kazaa.
El P2P tampoco es s¨®lo una cuesti¨®n de usuarios particulares. Iris, la red acad¨¦mica y de investigaci¨®n estatal, descubri¨® que el tr¨¢fico de Internet en algunas universidades era superior por las noches, cuando los centros estaban cerrados.
Jos¨¦ Manuel Cerezo, de la Fundaci¨®n France Telecom Espa?a, que todos los a?os edita el informe eEspa?a acerca de la sociedad de la informaci¨®n, opina que "el P2P es junto al Messenger la actividad fundamental de los j¨®venes en Internet, superando Espa?a a otros pa¨ªses de nuestro entorno con mayor n¨²mero de internautas. Es uno de los usos de la Red m¨¢s extendidos y m¨¢s transgresores".
Sea como fuere no hay marcha atr¨¢s. Las estimaciones de EITO as¨ª lo apuntan: en 2010 habr¨¢ 3,7 millones de peers en Espa?a, que se descargar¨¢n, de media al a?o, 638 pel¨ªculas y 1.247 canciones. Muchas se quedar¨¢n sin ver en la estanter¨ªa.
No es ilegal, pero puede ser il¨ªcito
El P2P no es ilegal, salvo que con el mismo se persiga ganar dinero. Esta es la doctrina de la Fiscal¨ªa General del Estado contenida en una circular de mayo pasado: "La utilizaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas para la comunicaci¨®n u obtenci¨®n de obras protegidas, tales como las de colocar en la Red o bajar de Internet o las de intercambio de archivos a trav¨¦s del sistema P2P, sin perjuicio de poder constituir un il¨ªcito civil, frente al que los titulares podr¨¢n ejercitar las correspondientes acciones en dicha v¨ªa, no re¨²nen, en principio, los requisitos para su incriminaci¨®n penal si no concurre en ellas un ¨¢nimo de lucro comercial".
No obstante, las entidades de derechos de autor, encabezadas por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), claman contra el P2P y piden su ilegalizaci¨®n, por entender que se vulneran los derechos de autor y de propiedad intelectual.
Una opini¨®n muy distinta a la que tienen la mayor parte de las asociaciones de internautas. "No se pueden poner puertas al campo en Internet. El P2P no es ilegal mientras no haya ¨¢nimo de lucro. Vemos el P2P como un instrumento de difusi¨®n cultural frente a los que estiman que es pirater¨ªa pura y dura y quieren criminalizarlo", opina Miguel ?ngel P¨¦rez Sub¨ªas, de la Asociaci¨®n de Usuarios de Internet.
Las entidades de gesti¨®n de derechos, que ya cobran un canon por los aparatos de DVD y CD y los discos, quieren ampliar ese canon a todo tipo de aparatos y soportes. E incluso se habla de extender ese impuesto intelectual a las l¨ªneas de banda ancha (ADSL y cable).
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