Una t¨¦cnica para situaciones sin soluci¨®n
La selecci¨®n gen¨¦tica de embriones antes de implantarlos en el ¨²tero de la madre es una t¨¦cnica que ya estaba permitida antes de la ¨²ltima modificaci¨®n de la ley de reproducci¨®n asistida, en mayo de este a?o. La diferencia es que hasta entonces, el uso de este m¨¦todo serv¨ªa para descartar aquellos embriones que eran portadores de una enfermedad gen¨¦tica (es t¨ªpico el caso de la Corea de Huntington, que se debe a un ¨²nico gen).
La novedad de lo aprobado en esta legislatura -y que ayer por fin arranc¨®- es que el an¨¢lisis del embri¨®n se hace no s¨®lo para ver si est¨¢ sano, sino que tambi¨¦n se escogen aquellos que podr¨¢n dar lugar a un ni?o compatible con otro miembro de la familia -casi siempre, otro hermano- enfermo. La idea es usar la m¨¦dula o las c¨¦lulas del cord¨®n umbilical del beb¨¦ que nace para tratar al otro hijo enfermo.
La t¨¦cnica ha llegado a la legislaci¨®n espa?ola llena de cautelas. El proceso de autorizaci¨®n es estricto. Cada caso se estudia uno a uno, y s¨®lo se aceptan aquellos que cumplen una serie de requisitos. Entre estos est¨¢n que haya evidencia cient¨ªfica previa de que la t¨¦cnica ha dado resultados, que no hay otros posibles donantes entre los familiares del ni?o enfermo o en los bancos mundiales de tejidos y que el centro que va a realizar al tratamiento (de momento s¨®lo se har¨¢ en cl¨ªnicas privadas y puede costar m¨¢s de 10.000 euros por ciclo) est¨¦ capacitado para hacer la selecci¨®n y para tratar la enfermedad.
La idea de todas estas salvaguardas es evitar unos experimentos que cuentan con el rechazo de parte de la sociedad y de algunos cient¨ªficos. La selecci¨®n de embriones implica, por definici¨®n, descartar otros, incluso aquellos que dar¨ªan lugar a un ni?o sano pero que no servir¨ªa como donante para el enfermo. Esta pr¨¢ctica es considerada por algunos una utilizaci¨®n inadmisible de la vida humana. Pero los padres afectados afirman que el hijo que van a tener por este m¨¦todo ser¨¢ doblemente querido: primero, por ser suyo; segundo, porque ayudar¨¢ a su hermano.
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