La estrella es Armstrong
Todos los focos del marat¨®n de Nueva York est¨¢n fijos en el debut del ganador de siete Tour
M¨¢s de 37.000 personas participar¨¢n ma?ana en el marat¨®n de Nueva York. Entre ellos estar¨¢n algunos de los mejores fondistas del mundo, encabezados por el r¨¦cordman mundial de la prueba, el keniano Paul Tergat, que intentar¨¢ repetir la victoria conseguida el a?o pasado en Central Park, y por su inevitable rival, el surafricano Hendrick Ramaala, ganador en la gran manzana en 2004 y segundo el a?o pasado. Estar¨¢n ellos y muchos grandes atletas m¨¢s, pero los focos principales de las televisiones y los medios informativos estar¨¢n preferentemente dirigidos a una persona cuya fotograf¨ªa ocupaba este mes la portada de una revista estadounidense para mujeres adolescentes, subrayada por el t¨ªtulo de "el nuevo playboy de Am¨¦rica".
Joan Benoit, Alberto Salazar e Hicham el Guerruj, tres leyendas, le guiar¨¢n en la carrera
Cuando hace unos meses Lance Armstrong, pues de ¨¦l es de quien habla la revista, pues ¨¦l es el playboy del momento, anunci¨® que su nuevo desaf¨ªo deportivo tras bajarse de la bicicleta era correr el marat¨®n de Nueva York, el mundillo de los curiosos y aficionados al deporte se divirti¨® especulando qu¨¦ marca ser¨ªa capaz de lograr el siete veces ganador del Tour. Ser¨ªa una forma estupenda de marcar una referencia, un punto fijo, en las eternas discusiones sobre el car¨¢cter ag¨®nico del ciclismo y el marat¨®n. Algunos ex ciclistas, como Laurent Jalabert o Abraham Olano, que bajaron de las tres horas en la carrera a pie de 42,195 kil¨®metros, ya hab¨ªan ofrecido una muestra, pero lo de Armstrong ser¨ªa mejor, aunque s¨®lo fuera porque para ¨¦l la carrera a pie no era un ejercicio contra natura, ya que de joven hab¨ªa sido un triatleta de alto nivel.
Por eso sorprendi¨® ligeramente que el propio Armstrong rebajara las expectativas diciendo en un primer momento que se conformaba con bajar justo de tres horas, a m¨¢s o menos 4m 12s el kil¨®metro, lo que, por otra parte, ya es correr muy deprisa, y precisando despu¨¦s que hab¨ªa sido muy optimista, que prefer¨ªa limitar su objetivo a terminar a una hora del ganador, siempre que ¨¦ste, por supuesto, no bajara de 2h 10m. Para justificarse Armstrong explic¨® que apenas se hab¨ªa podido entrenar como quer¨ªa, como mucho 100 kil¨®metros a la semana, y de la dif¨ªcil adaptaci¨®n muscular que supone pasar de un deporte como el ciclismo, que no exige impacto del cuerpo con el suelo, al atletismo, en el que los pies se machacan contra el suelo y el da?o muscular es tremendo. Algunos m¨²sculos hipertrofiados por el pedaleo son una r¨¦mora corriendo a pie, y otros no desarrollados en bicicleta son b¨¢sicos para la carrera. El psoas izquierdo, un flexor de la cadera, es el que m¨¢s problemas le ha dado a Armstrong.
Pero en su desaf¨ªo neoyorquino el ciclista de 35 a?os que se retir¨® el a?o pasado no estar¨¢ solo, no ser¨¢ un alma en pena rodeado de 37.000 fan¨¢ticos del marat¨®n. Nike, la firma estadounidense que a¨²n le tiene bajo contrato, no ha querido dejar pasar la oportunidad y le rodear¨¢ de verdaderas viejas glorias del atletismo que le guiar¨¢n y marcar¨¢n el ritmo entre la multitud. Los primeros 16 kil¨®metros el honor le corresponder¨¢ a Alberto Salazar, estadounidense de origen cubano que gan¨® el marat¨®n neoyorquino tres veces consecutivas entre 1980 -cuando s¨®lo ten¨ªa 22 a?os-, y 1982. El segundo tramo de 10 millas lo cubrir¨¢ Armstrong tras la ¨¢gil zancada de Joan Benoit, de 49 a?os, la ganadora en 1984 del primer marat¨®n femenino de unos Juegos Ol¨ªmpicos, los de Los ?ngeles. El ¨²ltimo acompa?ante, diez kil¨®metros hasta la ¨²ltima recta, ser¨¢ tambi¨¦n el m¨¢s espectacular, un atleta como Armstrong novato en el marat¨®n: Hicham el Guerruj, el marroqu¨ª que se retir¨® hace unos meses, dos a?os despu¨¦s de conseguir en Atenas convertirse en doble campe¨®n ol¨ªmpico de 1.500 y 5.000 metros.
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