Manifestaci¨®n en Tenerife

Soy un ciudadano de Tenerife, mejor dicho, un ciudadano del mundo, alguien que tuvo la suerte o la desgracia de nacer en Espa?a, en las islas Canarias. El domingo 29 de octubre se convoc¨® en Santa Cruz de Tenerife una manifestaci¨®n que predicaba el control poblacional y la restricci¨®n de entrada de inmigrantes a nuestras costas canarias, una manifestaci¨®n en contra de la llegada de inmigrantes africanos, personas como nosotros, que tuvieron la desgracia de nacer en un lugar que por sus condiciones y por la poca ayuda internacional est¨¢ en condiciones p¨¦simas para el desarrollo de la vida.

La decisi¨®n de manifestarse es una opci¨®n v¨¢lida siempre que todo fluya por los l¨ªmites de la constitucionalidad y el respeto. In situ observ¨¦ c¨®mo un grupo de Democracia Nacional arengaba a la muchedumbre con una pancarta que indicaba: ya no cabemos m¨¢s. Es cierto que nuestras islas son relativamente peque?as, pero d¨®nde queda el sentido de la solidaridad, d¨®nde encontrar el derecho de personas a disfrutar de una vida mejor, el derecho que debemos tener las personas, por el simple hecho de serlo, de tener una vida digna. Parece que eso se ha olvidado.

Abogaban por una manifestaci¨®n que no era racista, pero muchos de los grupos que acudieron y muchos de los gritos que se oyeron indicaban lo contrario. Habr¨ªa que ver qu¨¦ pasar¨ªa si esos inmigrantes fueran de piel blanca y tuvieran dinero; en ese caso creo que ellos ser¨ªan inmigrantes de primera, inmigrantes que est¨¢n fuera del control poblacional.