Los nicarag¨¹enses votan de forma masiva en unas decisivas elecciones presidenciales
Unos 2.000 observadores internacionales velaron por la transparencia de los comicios
Las elecciones presidenciales de Nicaragua, a las que concurren cinco candidatos, arrancaron ayer con normalidad y sin graves incidentes, seg¨²n inform¨® el jefe de la misi¨®n de observadores de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), el boliviano Gustavo Fern¨¢ndez. Unos 18.000 observadores, de los cuales 2.000 son internacionales, estaban encargados de vigilar el proceso. A media tarde la participaci¨®n ya superaba el 40% de los 3,6 millones de votantes y se esperaba que llegara al 70% en toda la jornada.
"Nos ha llamado la atenci¨®n la cantidad de gente joven, y sobre todo de mujeres, que vienen a votar. Por lo que llevamos visto est¨¢ acudiendo mucha gente a las urnas y el proceso parece bastante limpio", indic¨® Diego Miguel Asensio Mart¨ªnez, senador del PSOE por Almer¨ªa.
Entre los 2.000 observadores extranjeros, los mil periodistas internacionales acreditados y los m¨¢s de 10.000 emigrantes nicarag¨¹enses que, al estar prohibido el voto por correo, se han desplazado a Nicaragua, el Gobierno ha estimado que el pa¨ªs ingresar¨¢ unos 2,7 millones de euros. La cifra adquiere relevancia si se tiene en cuenta que el turismo es la mayor fuente de ingresos del pa¨ªs, con 140 millones de euros al a?o, s¨®lo por detr¨¢s de las remesas, que suman 630 millones.
El fantasma de los apagones sobrevol¨® durante toda la campa?a. Los analistas tem¨ªan que algunas poblaciones quedasen desabastecidas de electricidad. Y finalmente, en los municipios de San Carlos, El Viejo y Ticuantepe, se apareci¨® el fantasma. La compa?¨ªa espa?ola Uni¨®n Fenosa, confirm¨® que varias cuadrillas trabajaban para restablecer cuanto antes el servicio.
A pesar de los peque?os incidentes, la gente se ech¨® a las calles para votar. La mayor¨ªa de las calles no tienen nombres, muchas casas no cuentan con n¨²meros y las que lo tienen, apenas lo utilizan. Si uno quiere ir al Consejo Supremo de Justicia, el organismo encargado de anunciar el resultado de las elecciones presidenciales que se celebraron ayer en el pa¨ªs, habr¨¢ de indicar al taxista: "De Metrocentro [un supermercado], unas veinte varas [equivalente a veinte pasos, algo menos de un metro] al oeste". Y si se pretende llegar al Consejo Supremo de Justicia, habr¨¢ de precisar: "De la Shell [gasolinera] Wasp¨¢n [barrio], cinco cuadras [manzanas] al oeste. A veces la referencia es un ¨¢rbol, un sem¨¢foro o un negocio que cerr¨® hace treinta a?os. Pero ayer, buena parte de los 3,6 millones de votantes convocados para elegir presidente en este pa¨ªs de 5,5 millones de habitantes, encontr¨® f¨¢cilmente su camino hacia el voto. La noche del s¨¢bado qued¨® prohibida la venta de bebidas alcoh¨®licas. Y por la ma?ana, la gente se ech¨® a la calle. Mujeres con paraguas para protegerse del sol, autobuses, coches, motocarros, bicicletas, casi siempre con un pasajero montado en el manillar, carromatos tirados por mulos... Los ciudadanos pasaban ante el carrito del helado apostado a la puerta de los colegios electorales, se manchaban el pulgar derecho con tinta, marcaban la casilla de su candidato protegido de las miradas ajenas por un cart¨®n, y votaron en una urna de cart¨®n.
En el colegio Nuestra Se?ora de las Victorias (en el municipio de El Crucero, contiguo a la Iglesia cat¨®lica), el supervisor electoral del centro, Melvin Z¨²?iga, ten¨ªa muy claro qui¨¦n de los cinco candidatos a presidente iba a ser el ganador: el ¨²nico que no concurre a las elecciones, el presidente del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Arnoldo Alem¨¢n, condenado a 30 a?os de prisi¨®n por lavado de dinero.
El primer puesto en los sondeos se lo llevaba el comandante Daniel Ortega, candidato del Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional, con un 33% de los votos. Los resultados no se conocer¨ªan hasta pasadas m¨¢s de cuatro horas del cierre de las urnas, sobre las diez de la noche (siete horas m¨¢s tarde en Espa?a).
En Ciudad Sandino (a unos 20 kil¨®metros de Managua, subiendo la cuesta del Plomo, donde la guardia de Somoza fusilaba a los guerrilleros sandinistas), tanto en la escuela San Francisco Javier, como en la de Costa Rica (de la farmacia San Benito, dos al sur y dos al este), el problema siempre fue el mismo: "Alguna gente que llega con la direcci¨®n de su domicilio mal puesta en su c¨¦dula [carn¨¦] de identidad", comentaba Lenin Medina, supervisor en la escuela Costa Rica. "Pero por lo dem¨¢s, todo marcha en orden", sentenci¨®.
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