Colas en El Prat por las nuevas normas de seguridad y un error inform¨¢tico

La confusi¨®n entre los pasajeros generada ayer por la entrada en vigor de la nueva normativa europea sobre seguridad, que restringe la cantidad de l¨ªquidos y geles que puede llevarse en el equipaje de mano, coincidi¨® ayer en el aeropuerto de Barcelona con un fallo en el sistema inform¨¢tico de facturaci¨®n de Iberia, lo que provoc¨® a primera hora largas colas en las terminales.

Desde ayer, el equipaje de mano no puede incluir ning¨²n recipiente de m¨¢s de 100 mililitros. S¨®lo se permiten peque?as cantidades de l¨ªquidos que deben depositarse en una bolsa transparente de un tama?o de 20 x 20 cent¨ªmetros para facilitar su inspecci¨®n en los controles de seguridad. La prohibici¨®n ha sido acordada por la Uni¨®n Europea a ra¨ªz de que en agosto se detectara en Inglaterra un supuesto intento de atentado con explosivos l¨ªquidos. Ayer fue el primer d¨ªa en el que se aplicaron estas restricciones y las colas frente a los mostradores de facturaci¨®n avanzaron de forma mucho m¨¢s lenta de lo habitual. "Todo el mundo pregunta c¨®mo se debe hacer y abre aqu¨ª mismo la maleta para meter el champ¨² que no puede subir al avi¨®n", explic¨® una responsable de facturaci¨®n de Spanair.

Adem¨¢s, el error en el sistema inform¨¢tico de Iberia oblig¨® a realizar la venta de billetes y la facturaci¨®n de forma manual desde el domingo por la noche hasta ayer a las nueve de la ma?ana. De 6.00 a 9.00 horas, momento de m¨¢xima afluencia, se registr¨® un gran desorden en las terminales. Hasta 600 personas se acumularon en el puente a¨¦reo, donde hubo colas de una hora y media. Tal como establece la nueva normativa, los usuarios tuvieron que quitarse tambi¨¦n las chaquetas y desenfundar los ordenadores, para que el esc¨¢ner pudiera verificar que no se escond¨ªa nada dentro de los maletines. Si alg¨²n pasajero llevaba algo que no pod¨ªa subirse al avi¨®n, los agentes de seguridad le daban la opci¨®n de facturarlo con el equipaje que se transporta en la bodega de la aeronave.

Los mayores problemas los tuvieron las personas que viajaban solas y que no llevaban equipaje grande. Como no ten¨ªan d¨®nde dejar sus enseres, los tuvieron que abandonar en el aeropuerto. En los 21 puntos de control de seguridad hab¨ªa decenas de contenedores repletos de envases de colonia, espuma de afeitar, crema, pasta de dientes, agua y refrescos.

El responsable del departamento de seguridad de AENA, Enric Anton, explic¨® que en las primeras horas, pese a que los pasajeros mantuvieron la calma, hubo un ambiente de "tensi¨®n", sobre todo en el puente a¨¦reo.