El Muvim
Valencia es una ciudad que puede llegar a ser cruel. Es raro que en ella impere el reconocimiento del m¨¦rito. Si se escribe positivamente sobre algo, no son pocos los que inmediatamente piensan que algo tiene que agradecer quien lo hace. Aciertan, en cuanto amante de los museos, no s¨®lo de arte contempor¨¢neo, siento ¨²ltimamente cierta gratitud por el Muvim. Un museo que suscit¨® pol¨¦mica cuando se anunci¨® su proyecto. Recuerdo que se discut¨ªa acerca de si la Ilustraci¨®n valenciana daba para tanto. No digo que no deba debatirse el asunto, pero queda ya algo lejos si la cuesti¨®n es qu¨¦ hacer con el edificio de V¨¢zquez Consuegra de la calle Guillem de Castro. En cualquier caso su exposici¨®n permanente, La Aventura del Pensamiento, si a ese "tren de la bruja" se le puede llamar "exposici¨®n", siempre me pareci¨® un desprop¨®sito. Poca aventura y menos pensamiento.
Pero el caso es que en las dos ¨²ltimas temporadas el Muvim ha dado un vuelco notabil¨ªsimo. Con motivo de una inauguraci¨®n reciente un amigo exclam¨®: "?Te has fijado que de no venir nunca ahora siempre estamos aqu¨ª?". No s¨¦ si el Muvim es un museo de la Ilustraci¨®n y de la Modernidad, como reza su nombre: Pero lo que parece cierto es que ¨²ltimamente contribuye a ilustrar a la ciudadan¨ªa y a ponerla reflexivamente en contacto, elegantemente, con aspectos muy variados de la modernidad. Porque su programaci¨®n, del mismo corte que la de un centro de cultura contempor¨¢nea como el magn¨ªfico CCCB de Barcelona, ha cubierto un espectro sorprendente. Exposiciones de fotograf¨ªa notabil¨ªsimas, como la colecci¨®n propiedad del FNAC, o ahora mismo la de Marc Ribaud, Jordi Soc¨ªas o Man Ray, en el marco de Val¨¨ncia Fotogr¨¢fica 2006, iniciativa auspiciada por el equipo del museo junto a otras entidades c¨ªvicas. A la vez, una reflexi¨®n sobre las artes gr¨¢ficas que va m¨¢s all¨¢ de lo anecd¨®tico, dada su continuidad y tambi¨¦n las formas de sus despliegues expositivos. Memorable fue la dedicada al mu?eco de Michel¨ªn en todos sus estados, Nunc est Bibendum, hasta del colonialismo franc¨¦s en ?frica se pod¨ªa aprender; interesante la dedicada a Toulouse-Lautrec y bastante m¨¢s la de Ram¨®n Casas y los Maestros del Arte en el Cartel.
En poco tiempo, no ha faltado la atenci¨®n al dise?o -Pay¨¢, cien a?os de juguetes en la Comunidad Valenciana; Disseny i Modernitat- o ciclos tem¨¢ticos de cine, Emigrantes, inmigrantes, exilados o El present com a hist¨°ria. Pero tambi¨¦n el Muvim ha prestado atenci¨®n a una modernidad "menos moderna", menos ¨²ltima quiero decir. Exposiciones como La Ciencia Cartogr¨¢fica del Siglo XVI al XIX o La Casa Borb¨®n: ciencia y t¨¦cnica en la Espa?a Ilustrada suponen un esfuerzo de gesti¨®n y recursos m¨¢s que encomiable. La variedad es elocuente por s¨ª misma.
Pero lo verdaderamente sorprendente, por dif¨ªcil e inusual, es arrastrar de continuo la cantidad de ciudadanos que han asistido a sus ciclos de conferencias, seminarios y simposios. No s¨®lo los que han acompa?ado a las exposiciones, seg¨²n el lema "ninguna exposici¨®n sin reflexi¨®n", como las jornadas Ilustraci¨®n, ciencia y t¨¦cnica que acompa?¨® la ¨²ltima mencionada, o Alguien nos mira, que lo hizo con aquella de la colecci¨®n fotogr¨¢fica del Fnac, sino otros que se han sostenido por s¨ª mismos. Ciclos que han dado espacio a asuntos tan poco mundanos como las reuniones en torno a Kant o Schiller, donde estudiosos de Valencia han discutido con colegas de otras latitudes nacionales e internacionales. Ahora, los d¨ªas 15, 16 y 17 de noviembre el congreso internacional L¨¦vinas: la filosof¨ªa como ¨¦tica.
Sin ese esp¨ªritu abierto y el dar cr¨¦dito a los que aqu¨ª saben lo que se hacen, el ¨¦xito de las actividades habr¨ªa sido menor. Los italianos tiene un proverbio Fratelli, coltelli (Hermanos, cuchillos) que en Valencia suele cumplirse. No as¨ª en estos dos a?os y medio del Muvim. Creo que no hay instituci¨®n cultural valenciana que haya recurrido en tan poco tiempo a tantas colaboraciones con los m¨¢s diversos departamentos y facultades de las dos universidades p¨²blicas de Valencia. Incluso con la C¨¢tedra Joan Fuster de la Universitat de Val¨¨ncia-Estudi General, nombre que todav¨ªa sigue siendo la prueba del algod¨®n en tantos asuntos. Que les den m¨¢s dinero: lo gastan con acierto.
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