Maleteros musulmanes exigen sus derechos

La prefectura de polic¨ªa de Bobigny, de la que depende la seguridad del aeropuerto Charles de Gaulle (CDG), de Par¨ªs, devolvi¨® el mi¨¦rcoles el pase que les permite entrar a trabajar en la zona restringida del aeropuerto a Abdelhamid Kalai y Abdelrazak Rabehi, dos de los 72 trabajadores de religi¨®n musulmana a los que se les hab¨ªa retirado alegando que constitu¨ªan un peligro por sus relaciones con el islamismo radical. Kalai y Rabehi forman parte de un grupo de ocho que presentaron un recurso administrativo y una demanda contra el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, por atentado contra la presunci¨®n de inocencia.

Sin ning¨²n tipo de aviso previo, a principios de octubre, una serie de maleteros del CDG fueron recibiendo una carta de los servicios de seguridad del aeropuerto en la que se les comunicaba que se les retiraba el pase para la zona restringida donde trabajan, lo que conllevaba la p¨¦rdida de su trabajo. En el aeropuerto trabajan m¨¢s de 80.000 personas, raz¨®n por la que durante el primer momento se desconoc¨ªa la cifra total de quienes fueron calificados como "potenciales terroristas" por la Unidad Central de Lucha contra el Terrorismo (UCLT). A trav¨¦s de los servicios de los sindicatos, una docena de ellos presentaron recurso.

Dos de los 72 empleados que perdieron su puesto por razones de seguridad han sido readmitidos

La polic¨ªa admiti¨® primero haber retirado 43 permisos y luego ampli¨® la cifra hasta 72. Lo ¨²nico que todos ellos ten¨ªan en com¨²n es que eran musulmanes, m¨¢s o menos practicantes. Sarkozy defendi¨® la medida con el argumento de que mejor era excederse en el celo por la seguridad que arriesgarse a un atentado, y anim¨® a quienes se sintieran injustamente se?alados que recurrieran a los tribunales.

Y esto es lo que hicieron ocho de ellos a trav¨¦s de la Confederaci¨®n Francesa Democr¨¢tica del Trabajo (CFDT). Y con ¨¦xito, porque cuando los abogados Daniel Saadat y Eric Moutet empezaron a reclamar informaci¨®n a las autoridades empez¨® a ser evidente que detr¨¢s de esta operaci¨®n ciertamente medi¨¢tica hab¨ªa muy poco. Como explicaba Saadat, todo lo que recibieron de la UCLT fue un informe de una sola hoja de papel, "sin firma ni sello", en el que se mencionaba el nombre y el estado civil de sus clientes para citar a continuaci¨®n vaguedades como "frecuenta una mezquita salafista", "se relaciona con una persona que a su vez tiene amistad con alguien que se supone de ideas radicales", "efect¨²a viajes a Marruecos, Pakist¨¢n o Espa?a", o "estudi¨® en una universidad yemen¨ª".

Tanto los abogados como los trabajadores est¨¢n de acuerdo en que el origen de este embrollo hay que buscarlo en el libro Las mezquitas de Roissy, del pol¨ªtico ultraderechista Philippe de Villiers, en el que denunciaba la existencia de una conspiraci¨®n que tendr¨ªa como base las mezquitas ligadas al islamismo radical de esta localidad, que cifraba en 52. Sarkozy, que basa buena parte de su campa?a por la presidencia en el tema de la seguridad, defendi¨® la investigaci¨®n asegurando que hab¨ªa durado 18 meses y que se hab¨ªa hecho con total profesionalidad, pero lo cierto es que a ninguno de los 72 trabajadores se?alados por la UCLT se le han comunicado las razones por las que se le ha retirado el pase.

Los abogados de la CFDT intentaron detener el proceso a nivel administrativo y parece que lo han conseguido. El mi¨¦rcoles, Georges Holleaux, abogado del Gobierno y del distrito de Seine-Saint-Denis, al que pertenece el aeropuerto, anunciaba que la polic¨ªa hab¨ªa devuelto sus pases a Kalai y Rabehi, pero que los otros seis maleteros que han recurrido siguen siendo "un riesgo para la seguridad".

Hoy est¨¢ prevista la resoluci¨®n del tribunal administrativo y los abogados creen que habr¨¢ m¨¢s restituciones. "Obligamos a la Administraci¨®n a respetar la ley y esperamos que el juzgado impida que se cometa una injusticia", explica Saadat.