Sombr¨ªo Congo

Los resultados de las elecciones en el Congo anunciados ayer indican que el presidente Joseph Kabila se mantendr¨¢ en el poder, con m¨¢s de 15 puntos de ventaja en la segunda vuelta sobre su rival y vicepresidente en el Gobierno de transici¨®n, Jean Pierre Bemba. Kabila apel¨® ayer a la calma en Kinshasa tras la violencia del fin de semana y despu¨¦s de que los partidarios de Bemba, un antiguo jefe miliciano, anunciasen que no aceptar¨¢n los resultados de unos comicios que consideran trucados. El fantasma de la violencia vuelve as¨ª a planear sobre un pa¨ªs salido hace menos de cuatro a?os de una brutal guerra civil que cost¨® m¨¢s de cuatro millones de vidas.

Por sus dimensiones -m¨¢s de cuatro Espa?as-, sus recursos naturales y su importancia geoestrat¨¦gica, lo que suceda en la mal llamada Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, antiguo Zaire, afecta al conjunto de ?frica y, econ¨®micamente, al resto del mundo. Las recientes elecciones presidenciales y parlamentarias, primeras dignas de tal nombre en cuarenta a?os, intentan coronar un proceso hacia la pacificaci¨®n del pa¨ªs despu¨¦s de una guerra civil devastadora entre 1998 y 2003, con participaci¨®n de al menos media docena de naciones vecinas. Las r¨¦plicas de ese conflicto, que desestabiliz¨® ?frica central y engull¨® a su vez a otros muchos regionales de menor alcance, vienen manifest¨¢ndose hasta ahora. Todav¨ªa el vasto oriente del Congo es una zona sin ley donde los se?ores de la guerra son due?os de las vidas y haciendas ajenas.

El joven presidente, hijo del asesinado dictador Laurent Kabila, en el poder desde 2001 con el apoyo occidental, asegura que el Ej¨¦rcito y las fuerzas de seguridad le son leales; y que no tolerar¨¢ enfrentamientos entre adversarios pol¨ªticos como los que ocasionaron m¨¢s de 30 muertos en la capital en agosto pasado, tras anunciarse los resultados de la primera vuelta electoral. Y cuya reedici¨®n intentan ahora los seguidores de Bemba, pese a las promesas del antiguo caudillo tribal de acatar los resultados de las urnas.

Los acontecimientos muestran que el apaciguamiento del Congo, escenario de desdichas encadenadas desde su independencia de B¨¦lgica en 1960, dista de estar asegurado. Y no sirve de mucho la presencia en este rompecabezas ¨¦tnico y tribal en el coraz¨®n de ?frica de 17.000 cascos azules apoyados por un contingente de la Uni¨®n Europea, con participaci¨®n espa?ola, en la mayor y m¨¢s cara operaci¨®n pacificadora de Naciones Unidas. La esperanza de la comunidad internacional es que las hist¨®ricas elecciones aparentemente zanjadas, a falta de su confirmaci¨®n oficial, sean una oportunidad definitiva para la reconciliaci¨®n entre congole?os, para el comienzo de una recuperaci¨®n que les es hist¨®ricamente debida, despu¨¦s de d¨¦cadas de dictaduras, matanzas y miseria. Ser¨ªa una enorme tragedia -tambi¨¦n para ?frica- que sirvieran para reforzar las divisiones en el pa¨ªs del gran r¨ªo.