Sonidos corp¨®reos
La capacidad para crear espacios escult¨®ricos a trav¨¦s de la confluencia entre el sonido, el cuerpo y el espacio es el motivo central de La exposici¨®n invisible, que adem¨¢s representa un intento plenamente consciente de alejarse de la amplitud del concepto del arte sonoro para centrarse en la evoluci¨®n del arte de sonido. La mayor¨ªa de las piezas seleccionadas se exponen pr¨¢cticamente sin elementos adicionales, se trata de que el espectador se coloque unos cascos para escuchar sonidos casi siempre procedentes de una garganta humana. En algunas piezas como las de Juli?o Sarmento, Janet Cardiff, Bruce Nauman, Antoni Muntadas o Louise Bourgeois s¨ª que existe alg¨²n tipo de elemento escenogr¨¢fico, pero su funci¨®n consiste en realzar o contextualizar las sensaciones que los sonidos quieren transmitir.
LA EXPOSICI?N INVISIBLE
Museo Marco
Pr¨ªncipe, 54. Vigo
Hasta el 21 de enero de 2007
El comisario portugu¨¦s Delf¨ªm Sardo propone un recorrido que comienza con algunos antecedentes hist¨®ricos representados por las piezas de Luigi Russolo (arte de los ruidos), Raoul Hausmann (poes¨ªa fon¨¦tica) y Kurt Schwitters (relaci¨®n m¨²sica-artes pl¨¢sticas). Posteriormente, se revisan algunos artistas de posguerra para desembocar en el uso del sonido por parte de artistas contempor¨¢neos como Lu¨ªsa Cunha, Stephen Vitiello, Ceal Floyer o Rodney Graham. Durante este viaje por la historia del arte de sonido hay momentos para detenerse en la narratividad de Vito Acconci y Joan Jonas, la iron¨ªa de Martin Creed y Bruce Nauman o en la performance sonora de Joseph Beuys.
Entre las piezas donde se
hace m¨¢s evidente la dimensi¨®n escult¨®rica del sonido se encuentra la realizada por la canadiense Janet Cardiff, que propone al espectador-oyente situarse en medio de un c¨ªrculo formado por cuarenta altavoces que reproducen una pieza musical del compositor renacentista brit¨¢nico Thomas Tallis. La artista grab¨® cada una de las voces de los cuarenta int¨¦rpretes de la obra en una pista diferente y a cada pista le corresponde un altavoz, de forma que puede escucharse el conjunto de voces desde el centro y a cada una de ellas individualmente si nos acercamos a los altavoces.
Tambi¨¦n se sirve de la escenograf¨ªa, pero con una intenci¨®n muy diferente, la parisiense Louise Bourgeois, de la que se exhibe una obra compuesta por dos sillas, un espejo de metal y una banda sonora. Esta ¨²ltima est¨¢ formada por un conjunto de murmullos, narraciones y canciones infantiles entonadas por la propia artista. La letan¨ªa parece rebotar contra el espejo e interrogar al espectador sobre pensamientos muy ¨ªntimos. La pieza nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y nuestra relaci¨®n con la infancia, en un escenario que parece especialmente dise?ado para que puedan salir a la luz los demonios personales. Esto coincide con la tesis del comisario de que la experiencia del sonido puede trasladar al espectador a un lugar inh¨®spito y perturbador. La exposici¨®n invisible est¨¢ coproducida por el Museo Marco y por el centro Jos¨¦ Guerrero de Granada, que tambi¨¦n acoger¨¢ esta muestra en febrero de 2007.
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